Lady Gaga y Bradley Cooper: la banda de sonido de Nace una estrella ya mira hacia el Oscar
Ya se habla de "Shallow", el primer single editado y difundido de la banda de sonido de Nace una estrella , como el primer gran candidato potencial a llevarse el próximo Oscar a la mejor canción original. Es un pálpito que no sorprende a nadie, porque hay un aire de familia muy visible entre "Shallow" y algunos de los más recientes ganadores del premio musical más importante de la industria del cine.
En los últimos años, "Let it Go" (de la película Frozen), "City of Stars" (de La La Land) y "Remember Me" (de Coco) lo obtuvieron en buena medida a partir de un común denominador: alcanza con escucharlas una vez para que su leit motiv o estribillo queden inmediatamente grabados en la memoria. Las tres llegaron al premio sonando todo el tiempo en el recuerdo del público. Y por extensión, de los votantes de la Academia.
"Shallow" es una de esas canciones fáciles de recordar e imposibles de olvidar. Y además, como en los casos anteriores, resume la película entera en sus versos y en una melodía de variantes e intensidades sorprendentes. Arranca con un solo de guitarra acústica en modo country y la contenida voz de Bradley Cooper (toda una grata revelación como cantante) y de a poco empieza a cobrar intensidad cuando Lady Gaga se suma. El estribillo es una explosión en la que se parecen cruzarse amores y dolores, dos de los ejes temáticos de la película, y de allí en adelante Gaga toma el protagonismo desde un lugar mucho más potente, de la mano de su magnífico vibrato sonando en plenitud.
En la banda de sonido de Nace una estrella, "Shallow" representa una de las dos mitades casi exactas de su banda sonora. Es una de las canciones originales que lleva la firma de Gaga. Seguramente será la más difundida, a menos que con el tiempo le disputen ese lugar otros dos temas compuestos y cantados por ella, y a la vez destinados a llegar muy rápido al corazón y a la sensibilidad del oyente: "Always Remember Us this Way" y la extraordinaria "I’ll Never Love Again", la cumbre absoluta de la película en el terreno de la profundidad emotiva y expresiva.
La otra mitad es el conjunto de temas aportados por Cooper, que proyecta a la banda de sonido su identidad de estrella del country rock. El director y actor protagónico de Nace una estrella las escribió junto a Lukas Nelson, uno de los hijos del impar Willie Nelson, que lo acompaña en las interpretaciones. La grabación entera registra en plenitud la atmósfera de los recitales en vivo que Cooper utiliza en la película para edificar y sostener el comienzo de la relación entre los dos personajes protagónicos. Un clima que va desde el poderoso comienzo con "Black Eyes", con un magnífico riff de guitarra, hasta el gran momento intimista que Cooper logra en "Maybe It’s Time".
Gaga también hace un viaje paralelo. Al principio entrega su bella y despojada versión de "La vie en Rose", uno de los mejores pasajes de la película. Y más adelante el soundtrack recupera sus momentos más cercanos al pop, con "Why Did You Do That" como máximo estandarte.
El único momento musical que el extenso soundtrack (19 temas en total) omite es el que muestra a Cooper participando de un tributo a Roy Orbison a través de una versión country de "Pretty Woman", junto a la formidable cantante folk Brandi Carlile y el neozelandés Marlon Williams. Hay 15 tracks complementarios con diálogos extraídos del film, pensados para que esta travesía musical se sostenga todavía más en un contexto genuinamente cinematográfico. Como para sentirse de manera anticipada más cerca de las nominaciones al Oscar que sin dudas conseguirá.
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