Julian Schnabel, un director polémico
Dice que pagó la película de su bolsillo
SAN SEBASTIAN.- Desde que su segunda película como director, "Antes que anochezca" ("Before night falls"), tuvo su prémiére mundial en el Festival de Venecia -donde obtuvo cuatro premios-, a Julian Schnabel le han llovido tantos elogios como cuestionamientos. Su personalidad narcisista y el alto grado de politización de su film se han conjugado para conformar dos bandos irreconciliables, tanto entre los críticos como entre el público.
Tras su opera prima, "Basquiat", retrato del pintor vanguardista de la década del 80 Jean-Michel Basquiat, que falleció de una sobredosis a los 27 años, Schnabel -él también un reconocido artista plástico neoyorquino- se interesó por la autobiografía de Reinaldo Arenas, un poeta y novelista cubano encarcelado por el gobierno de Fidel Castro en 1973, que debió permanecer durante dos años en la prisión El Morro, que se marchó a Nueva York en mayo de 1980 (fue uno de los 250.000 "marielitos") y que murió por causa del sida una década más tarde, con apenas 47 años.
El origen del proyecto se remonta al momento en que Schnabel compró en una bodega de La Habana, por 25 dólares, una copia pirata de "Havana", documental de la realizadora checa Jana Bokova que intentaba un recorrido oral por la historia de Cuba, y en la que aparecían testimonios y textos de figuras opositoras como Virgilio Piñera o Guillermo Cabrera Infante.
Siempre obsesionado por las relaciones entre arte y política, Schnabel, de 50 años, trazó en "Antes que anochezca" lo que él mismo define como "una mirada del proceso creativo de un artista singular, de cómo su obra pudo trascender inclusive al totalitarismo y a la represión, es un canto a la libertad, al idealismo, al sacrificio, y a la lucha de todos los perseguidos. Por eso, además de Arenas, en la película yo cuento la situación de otros escritores cubanos como Piñera o Lezama Lima, y por eso también al final incluí imágenes de "P.M.", el mítico documental de Tomás Gutiérrez Alea que fue prohibido, y de "Conducta impropia", un trabajo de Néstor Almendros en el que entrevistó a varios homosexuales cubanos perseguidos, incluido Arenas".
Tras su paso por la Mostra de Venecia, donde logró el Gran Premio del Jurado, el galardón al mejor actor (Javier Bardem, también nominado al Oscar), el premio ecuménico de la OCIC y una distinción a la música de Carter Burwell, Schnabel siguió su recorrida por los festivales de Toronto y San Sebastián. Precisamente, en la última edición de la muestra vasca (que es el origen de la familia de su mujer), el polémico director dialogó con La Nación .
"Si doy tantas entrevistas es porque necesito vender entradas. Yo financié los 12 millones de dólares que costó la película de mi propio bolsillo -arranca el director-. Yo nunca tuve representantes cuando era sólo un pintor, y gente como Jean-Michel Basquiat o Reinaldo Arenas nunca los tuvieron, porque eran artistas puros. Si yo hago todo este esfuerzo de recorrer el mundo, si tengo que estar rodeado por agentes y asesores de imagen, no es sólo por narcisismo sino porque quiero que todo el mundo compre los libros y lea las maravillosas palabras de Reinaldo Arenas en obras como "Celestino antes del alba" o "El mundo alucinante"", agrega.
La película, y especialmente la actuación de Bardem, recibió el espaldarazo de múltiples elogios públicos por parte de intérpretes amigos de Schnabel, como Jack Nicholson, Al Pacino, Dennis Hopper y Christopher Walken.
En verdad, buena parte de los altibajos del film se superan gracias a la labor de un impresionante elenco encabezado por el español Bardem, los norteamericanos Johnny Depp y Sean Penn, el italiano Andrea Di Stefano, el francés Olivier Martinez, el canadiense Michael Wincott, la mexicana Patricia Reyes Spíndola, la bella actriz ibérica Najwa Nimri, el director marplatense Héctor Babenco y hasta Olatz López Garmendia y Vito Schnabel (esposa e hijo del realizador) interpretando a Arenas de niño y a su madre, respectivamente.
"El reparto internacional tiene que ver con el multiculturalismo que también se expresa en una película en la que se habla inglés, spanglish , español y francés. Filmamos en México, porque obviamente no nos autorizaron a hacer ni una sola toma en La Habana, y en Nueva York, y los técnicos también eran de muchos países. El guión fue escrito en colaboración con Lázaro Gómez Carriles, uno de los grandes amigos de Arenas. Esta no es, como muchos críticos dicen, la mirada de un intelectual neoyorquino sobre las miserias de un pobre poeta cubano", se defiende Schnabel.
-Sin embargo, es inevitable que "Antes que anochezca" sea vista como una película anticastrista...
-Yo no soy cubano, no soy homosexual, no soy de izquierda, no pertenezco al exilio de Miami. Pero tuve muchos amigos que murieron de sida, me duele mucho la persecución que han sufrido tantos grandes artistas, y entonces quise dar mi visión de los hechos.
"Licencia poética"
-¿No hubo ningún tipo de manipulación?
-No, y si hay alguna es en sentido inverso, porque las memorias de Arenas son mucho más duras con Castro de lo que es la película. En La Habana circulan copias piratas de mi película, y constantemente recibo cartas y e-mails de cubanos que me agradecen el haber recuperado esa historia. La forma en que muestro la muerte de Arenas sí es una licencia poética y también decidí excluir aspectos escabrosos del inagotable y muy variado apetito sexual de Reinaldo, que él mismo describe en sus libros. Ahora, si me piden una definición política, yo estoy en contra del bloqueo, pero no porque apoye a Castro. El gobierno de Estados Unidos le está dando la excusa perfecta para que Fidel se perpetúe en el poder teniendo un gran enemigo, un monstruo al acecho. Mientras, los empresarios mexicanos, franceses, españoles y canadienses se están quedando con la isla. Cuba es hoy un país prácticamente capitalista.
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