Aunque la cuarentena haya puesto en pausa la fase final de grabación de su disco más ambicioso hasta la fecha, que está siendo concebido y ensamblado en diferentes puntos del continente, Juan Ingaramo se escucha feliz y reconfortado al otro lado del teléfono. A pesar del stop forzoso a su plan de seguir expandiéndose dentro de la música urbana de la región, el músico cordobés está experimentado en versión full time su flamante rol de padre primerizo. "Es un bombón, una bebota de seis meses que no lo podés creer", dice con Lila en brazos, la hija que tuvo con la actriz Violeta Urtizberea. "Lo que pasa es que estoy con la bebé todo el tiempo y está bueno, porque de otra forma nunca pasaría 24/7 con ella. Como no hay otras actividades presenciales, no hay contradicciones, no están esas mil cosas que hay que hacer siempre. Acá está bastante claro todo, entonces eso me permite pasarlo bien."
¿La paternidad te da espacio para tocar?
Sí, cuando se duerme o está tranqui, le toco a ella. Hice un par de vivos que disfruté bastante y que se re armaron. Van saliendo algunas canciones, pero nada de oficio. Y mientras tanto estamos terminando el disco que está hecho en un ochenta por ciento. Ni bien se reactive todo esto tengo que grabar un par de voces, nos tienen que llegar unos arreglos desde Miami, mientras el ingeniero de mezcla lo está mezclando en Colombia... Todo está funcionando, esperando que se normalice la cosa, porque tampoco tengo apuro. No quiero sacar el disco en una circunstancia rara, es un disco que espero hace mucho, entonces quiero que esté todo tranquilo y normal. Seguramente salga en junio o julio. Creo que sacar música en estos momentos es muy raro. Puede estar bueno, puede servirle al público y puede servirle al artista para seguir con presencia, pero pensá que J Balvin sacó ese disco [Colores] y no pudo sonar en ningún boliche, en ningún auto, en ninguna previa. No se pusieron de moda las canciones, no pasó nada. Es muy fuerte, se debe querer cortar la chota.
¿No te da ansiedad haber quedado con el disco en pausa?
Nunca estuve tan tranquilo, no sé si es la cuarentena o que me gustan las canciones y confío. Es esperar y cuando esté todo OK, reactivar el plan. Se demora la gira, eso sí, pero bueno, se hará después.
¿Qué podés adelantar del disco?
Hay un par de hits: hay uno que está muy bueno que es sorpresa, pero es crossover quizás... También el disco entra en zonas que me resultan nuevas, que también las escucho frescas para el sonido mainstream y me da cagazo, me pone en un riesgo; esa también es una variable que me gusta, que necesito. Es otro sonido. Lo hicimos con Nico Cotton, también [al igual que su álbum anterior, Best Seller, de 2018], pero esta vez en el team global hay mucha más gente involucrada, desde lo compositivo, hasta lo de los arreglos, instrumentos, mezcla, mastering. Después de los Latin Grammys y todo eso, se me abrió el panorama y la posibilidad de hacer las cosas a ese nivel, pese a la cotización del dólar.
¿Cómo estás viendo la situación de tu gremio, en medio de este panorama tan complicado?
Sí, pienso en los colegas que tuvieron que suspender eventos importantes, shows claves, o lanzamientos que tuvieron que hacer en tiempos de pandemia... Pero bueno, también estamos haciendo música, no es que sacamos a la venta un auto nuevo, así que se da la posibilidad de seguir haciéndola o que la gente la escuche después. Sí la cuestión laboral y económica se complica, pero como se complica la de todo el mundo: la de la empleada de McDonald’s que le están pagando el 25 por ciento del sueldo hasta la de los empresarios garcas que están perdiendo millones.
¿Sos de informarte?
Twitter bastante y la tele la prendo para flashear. Ahora está Fantino a la tarde y a veces lo pongo un poquito porque me flashea él como conductor. Novaresio me parece un plomo, y ahí te das cuenta el nivel del otro. Pero estoy más que nada viendo series a morir con Viole, cuando nos deja la gorda. Vi una, The Morning Show, con Jennifer Aniston, la primera serie producida por Apple, una dupla de conductores de un noticiero de la mañana de Nueva York. Y después vimos Succession, que la recomiendo.
¿Tenés alguna teoría acerca del Coronavirus y sus posibles efectos en el orden social o económico?
No he llegado a ese nivel de análisis, pero sí sé que a lo largo de la historia ha habido muchas de estas y que se han afrontado con muchos menos recursos y desarrollo y nunca se extinguió el hombre, ni mucho menos, así que soy optimista. No creo, pero a lo mejor esto nos termina haciendo bien como sociedad.
¿Qué es lo que más estás extrañando?
Tocar, jugar al fútbol, salir a comer, en ese orden quizás. Es loco porque ya te vas acostumbrando y perdés un poco de... es muy raro. Pero también me llevó a comprobar y a analizar las cosas fundamentales, que no son las materiales. En ese sentido queda en evidencia eso. Y para nosotros, en esta de estar guardados en plan baby, es ideal.
Estás haciendo un uso bastante moderado de las redes y los vivos, ¿no le encontraste el gusto?
Lo justo nomás como para sentir uno la adrenalina y que el público también te vea y la pase bien. Lo hice porque me lo pedían, aunque me da un poco de pudor. Sigo teniendo la disyuntiva de si guardar un poco el misterio o contarla toda; es medio plomo. Es ese tira y afloje es que yo vivo con las redes.
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