José María Muscari: "Hago teatro porque siento que la vida no me alcanza"
José María Muscari llega puntal a la nota. Viene de hacer otra. Anoche hizo la primera pasada general de Madre Coraje, el texto de Bertolt Brech que acaba de estrenar en el Teatro Regio y que le permite darse el gusto, después de varios intentos fallidos, de trabajar con su admirada Claudia Lapacó. Mientras tanto, tiene otras dos obras en cartel. Nada nuevo en él. Esa pulsión por el hacer, esa conciencia del trabajo, su disposición para hablar frente a un grabador son parte del ADN de una persona que, según reconoce, hace teatro porque siente la vida no le alcanza.
"Mi adaptación de Madre Coraje fue, simplemente, pasteurizar el texto original porque el Complejo Teatral me pidió una versión casi de cámara. Del original con más de 25 personajes pasamos a 9. En las dos únicas versiones que se hicieron, una protagonizada por Alejandra Boero y la otra por Cipe Lincovsky, duró siempre dos horas y media y, la mía, una hora veinticinco. Entonces, armé mi versión sin sentir que yo tenia que «arreglar» algo de la obra, sino porque quería hacer un espectáculo más cercano al Regio, a las posibilidades de producción. Y, además, porque estaba bueno encontrar el modo de contar esa historia desde mí, desde el hoy. Madre Coraje es una gran caja de resonancia de la actualidad, de lo que sucede y eso le da una vigencia muy conmovedora".
–Sin necesidad de trasladar la acción a Buenos Aires 2018
–Exactamente. La obra habla de la guerra, aunque no se sepa de cuál es.
–¿Cuál es la guerra actual?
–La que liberamos todos los seres humano para seguir viviendo, para llegar a fin de mes, para tener salud pública, para comer, para subsistir. La guerra actual en la Argentina es la subsistencia. Y eso es lo que le pasa le pasa a Madre Coraje, una mina que, con sus altibajos, lo único que hace es subsistir.
–Subsistir en medio de sus propias contradicciones.
–Remarcás lo contradictorio del personaje que, a mi entender, es lo mejor que tiene la obra. Analizamos muy poco el material porque entendí que en el elenco había tanta compresión del texto que simplemente nos largamos a hacerlo. La obra plantea ambivalencias y para actuar personajes ambivalentes hay que ser muy inteligente. Porque esa Madre Coraje da la vida por sus hijos, pero también da la vida de sus hijos y de eso no se sale fácilmente.
–Es tu tercer abordaje de un texto clásico. ¿En los anteriores percibiste ese diálogo con la actualidad como te pasa ahora?
–No. Los dos anteriores, Electra Shok, mi versión del texto de Sófocles, y La casa de Bernarda Alba, sobre el texto de Federico García Lorca, eran grandes textos maravillosamente bien escritos pero que no hablaban del tema del momento. Madre Coraje, sí. Habla de cómo hacer para vivir y hasta qué estás dispuesto a dar para vivir un poco mejor.
–Si fueron tres los clásicos que montaste son tres las obras que tenés en cartel.
–Es así y me pone muy contento tener tres obras en cartel que son tan diferentes y que me llevan a un lugar diferente. Derechas me remite a la cosa under con funciones al mediodía, con comida, con un elenco de once figuras. Atracción fatal es un clásico del cine que la Paramount por primera vez fuera de Londres, me permitió hacer mi propia adaptación. Y, ahora, Madre Coraje, un clásico. Creo que está bueno para el público y para mí que convivan tres espectáculos tan distintos. En lo personal, Madre Coraje y me esperado encuentro con Claudia Lapacó, una actriz que admiro profundamente y que antes del primer ensayo ya tenía el texto aprendido, me remite a la vivencia que tuve cuando con Norma Pons hicimos La casa de Bernarda Alba. Ese tipo de vibración no te sucede todos los días y está bien que sea así porque es la magia del teatro. Yo justamente hago teatro, primero, porque siento que la vida no alcanza; y, en segundo lugar, para que cada propuesta, cada sistema de producción me lleve a lugares diferentes.
–Explicame eso de hacer teatro porque la vida no alcanza.
–Así lo vivo. Estoy en pareja, estoy enamorado, tengo una familia divina, tengo salud y –a diferencia de la mayoría– me va bien económicamente. Pero no me alcanza todo eso. Reconozco que soy voraz, como lo es Madre Coraje. Yo necesito hacer teatro y trabajar con gente que me lleve a una sensibilidad diferente a la que me lleva mi pareja, mis amigos, mi familia. Gracias al teatro llego a reflexionar sobre el nivel de sordidez que podemos atravesar como seres humanos cuando estamos desesperados.
–A los 16 años actuaste por primer vez. A los 18, dirigiste tu primera obra. Con el paso del tiempo armaste como una "Pyme Muscari" o un circuito en sí mismo ya que es muy raro que tengas una sola obra en cartel. En ese proceso, ¿cuando empezó a tomar cuerpo esa sensación de que la vida no te alcanzaba?
–Intuitivamente siempre tuve claro necesitaba algo más que no podía explicar. Últimamente me hacen muchas preguntas vinculadas con el éxito de Derechas, con eso de hacer teatro al mediodía al que va mucha gente grande. Intuyo que hasta esta nota que me estás haciendo venía respondiendo mentiras sin darme cuenta. Ahora que lo pienso supongo que hice Derechas al mediodía porque quería ir al teatro al mediodía. Pensé en mí, no en la gente, Con otros amigos puse la plata, la primera vez que lo hago, y llamé a once actrices con las que ya había trabajado con las cuales quería volver a trabajar.
–Derechas la estrenaste en 2001 en el anfiteatro de Parque Chacabuco y su puesta actual se podría interpretar como una revisita a tu misma trayectoria a la que se le suma la otra capa; la de las onces actrices que ofician de cita hacia trabajos tuyos.
–Exacto. Cristina Albero representa a la segunda etapa de Bernarda Alba; Emilia Mazer, El secreto de la vida; Katja Alemann, 8 mujeres; Juana Repetto, La jaula de las locas, Edda Diaz, Póstumos; María Fernanda Callejón, Vidas privadas; Mimí Pons, Extinguidas; Paula Morale, Casa Valentina; Edda Bustamente, Fetiche; Carolina Papaleo, Falladas; y Barbi Velez remite a Coqueluche, la única obra que no estrené en mi vida.
–Qué extraño: no hay un cita a Pornografía emocional ni a Mujeres de carne podrida, dos trabajos tuyos que en su momento dejaron una marca importante y que te establecieron con fuerza en el circuito del under, como se lo llamaba en aquel momento.
–Es verdad. Me gustaba la cita a ese principio, pero tampoco son tantas las actrices que se convirtieron en figuras. Llamé a Lola Barthes, pero no pudo porque tiene una hija muy chica. Podría haber llamado a Paola Barrientos pero está haciendo Tarascones. Pero eso que vos señalas operó en mi. Igual hay algo del under, por llamarlo de alguna forma, que habita siempre en mí. Es como un vestigio que aparece en todo lo mío.
–Y esa marca se traslada desde en tu participación en ShowMatch hasta...
–... hasta Madre Coraje con esos bailarines y con un elenco con Irede Mockert y Héctor Díaz, figuras del circuito alternativo, junto a una Claudia Lapacó y Osvaldo Santoro.
–Para el circuito alternativo del cual naciste sos medio un bicho raro porque, por fuera de búsquedas formales, encaraste por un lado... ¿popular?
–Sí, está bien esa palabra Me interesa que lo que hago esté bien emitida para que el receptor lo pueda recibir. Cuando digo que hago teatro porque la vida no me alcanza no es un acto yoico; lo hago también para los otros, como una ofrenda. La palabra popular no me altera ni el ser considerado mediático. Quiero ser todo lo mediático que pueda para difundir que hago Madre Coraje de Brecht. Si mañana me llama Rial o Moria voy corriendo porque me parece genial hablarle a la señora que está en su casa de Brecht, porque de eso voy a hablar. Entiendo que en el establishment cultural no sea un ejercicio tan habitual que la gente corrompa los sistemas de comunicación. Pero eso tiene que ver con mi recorrido y en cómo fui entendido a los medios como un sistema como para dejarme utilizar y utilizarlos a mi favor.
Circuito Muscari
MADRE CORAJE
Basada en la crónica de la Guerra de los Treinta Años entre católicos y protestantes, Bertolt Brecht escribió Madre Coraje en 1939 para denunciar el advenimiento del nazismo. En su tercera puesta en Buenos Aires, el elenco está compuesto por Claudia Lapacó, Osvaldo Santoro, Natalia Lobo, Héctor Díaz, Silvina Bosco, Emilio Bardi, Iride Mockert, Esteban Pérez y Agustín Sullivan, y siete bailarines. Va de jueves a sábados, 21; y los domingos, a las 20; en el Teatro Regio, Córdoba 6056.
DERECHAS
Sobre un texto de Bernardo Cappa y el mismo Muscari, la obra se estrenó en el Centro Cultural Adan Buenosayres y luego pasó al Teatro del Abasto. A 17 años de aquel estreno, remasterizó el material y convocó esta vez a Cristina Alberó, Katja Alemann, Edda Bustamante, Maria Fernanda Callejón, Edda Díaz, Emilia Mazer, Paula Morales, Carolina Papaleo, Mimí Pons, Juana Repetto y a Barbie Velez. Va los sábados y domingos, a las 13; y los lunes, a las 21; en el Teatro Regina, Santa Fe 1235. Incluye comidita, algo para tomar y algún café.
ATRACCIÓN FATAL
Basada en la exitosa película de James Dearden que protagonizaron Michael Douglas y Glenn Close. La versión Muscari, a la luz de las discusiones de género y el rol de la mujer, dista bastante de aquella que batió todos los récords del cine mundial. Con las actuaciones de Pablo Rago, Laura Novoa, Esther Goris, Nicolás Pauls, Sofía Gala Castiglione y Ana María Picchio, la obra va miércoles a viernes, a las 21; los sábados, a las 20:30 y 22:30; y los domingos, a las 20:30 en el Multitabaris Comafi, de Corrientes 831.
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