Javier Cámara anticipa los secretos de The New Pope, otro viaje a las intrigas del Vaticano
El encuentro con Javier Cámara es todo un modelo de los cambios impuestos a la velocidad del rayo por el coronavirus en el mundo del entretenimiento para hablar sobre novedades y regresos en materia de series. La red social de moda como servicio de videoconferencia muestra en su pantalla al protagonista de Hable con ella y Truman saludando desde su casa en Madrid. A partir de allí, una moderadora en Buenos Aires le irá dando la palabra sucesivamente a un grupo de medios latinoamericanos, entre ellos LA NACION, con un disparador: el estreno de The New Pope (El nuevo papa), secuela de la extraordinaria The Young Pope (El papa joven), la miniserie creada por Paolo Sorrentino en la que el director de La gran belleza vuelve a llevar su estilo visual poderoso, atrapante y seguramente excesivo al Vaticano, un mundo en el que la piedad y la virtud se mezclan todo el tiempo con intrigas y maquinaciones.
El primer episodio se estrena este Viernes Santo, a las 23, en Fox Premium Series y a partir de allí todos los viernes, en ese horario, se emitirá un episodio nuevo. En Flow, los capítulos estarán disponibles al día siguiente de su emisión.
"Lo más cercano que estuve de la Argentina fue en Punta del Este", dice Cámara con el gesto inconfundible del que pide perdón cuando responde al saludo de este cronista. "Acabo de rodar en Barcelona con Griselda Siciliani una película de Cesc Gay, el mismo director de Truman. He rodado con Dolores Fonzi, con Cecilia Roth, ¡con Ricardo Darín, que está en mi Santísima Trinidad de actores! Tengo tantos amigos en la Argentina y todavía no he pisado esa tierra. Tú ni te imaginas el dolor que tengo por eso", agrega.
Cámara retoma en la secuela el personaje del padre Gutiérrez, un introvertido y leal sacerdote español que se va ganando la confianza de Lenny Berardo (Pío XIII), el joven pontífice estadounidense interpretado por Jude Law. En la segunda temporada debe ganarse la confianza del nuevo jefe de la Iglesia Católica, un noble y señorial obispo británico interpretado por John Malkovich que adopta el nombre de Juan Pablo III, mientras su predecesor permanece en coma.
"Había una relación muy bonita, de amistad y cariño profundo, entre Lenny y Gutiérrez en la primera temporada. Cada escena que compartía con Jude era verdadera poesía. Cuando se retoma la historia, Gutiérrez es el único que se acuerda de Pío XIII, que se siente triste y llora con él. Eso llama la atención del nuevo papa, que se pregunta por qué todo el mundo a su alrededor está tan contento y ese hombre no. Por eso quiere tener la mejor relación con él. Tengo pocas escenas compartidas con John, pero todas ellas fueron maravillosas. Hay una santísima trinidad en mis últimos años de trabajo que integran Jude Law, John Malkovich y Ricardo Darín", narra Cámara.
El actor, nacido en la provincia española de La Rioja hace 53 años, uno de los más elogiados y reconocidos del cine español, cuenta que en esta nueva temporada la serie recorre varios temas: el terrorismo, el sexo, el poder curativo de la ayuda al prójimo, la mafia y todo lo que se oculta dentro del Vaticano. Y sobre todo, la fragilidad del ser humano. "Malkovich dice todo el tiempo que es una frágil pieza de porcelana. Sorrentino nos dice con eso que quienes ocupan el poder también pueden ser muy frágiles. Estos personajes tan poderosos no son especiales. Son humanos como cualquiera de nosotros, solo que fueron elegidos para defender, bien o mal, el poder que se les ha otorgado. Ah, y también vamos a ver cómo se elige a un Papa. En ese sentido, hay un par de episodios muy divertidos. El primero es una verdadera comedia a la italiana", se entusiasma, sin parar de hablar.
Podría decirse que Cámara profesa una admiración casi religiosa por Paolo Sorrentino. Tanto que fue el mismo actor quien llamó al director porque se moría de ganas de trabajar con él. "Yo quería estar en esta producción y al final lo he conseguido. Es la segunda vez que le escribo a un director. La primera me salió horrible. Lo conocí cuando Hable con ella estaba nominada a los premios europeos, allá por 2003. Ninguno de los dos sabía inglés y en esta cosa de mover las manos, algo que ustedes los argentinos sabéis hacer muy bien porque tienen mucha parte italiana, nació una amistad".
Un día, Cámara se enteró que Sorrentino estaba buscando a un actor español para la primera temporada. Después de dudar mucho se decidió y le escribió. "Su respuesta fue maravillosa. Me pidió que hiciera varias audiciones y al final él terminó transformando un personaje italiano en otro español, el del padre Gutiérrez. Fue el rodaje más precioso que he tenido en toda mi vida", amplió.
Lo mejor del rodaje, según relata, es haber llegado en esta segunda temporada en Roma hasta el mítico estudio 5 de Cinecittá, el que usaba Federico Fellini y hoy lleva su nombre. "¡Estaba en el centro neurálgico de la religión dramática! –relata Cámara casi con todo el cuerpo–. Trabajar en esa ciudad que es centro de nuestra cultura y con un creador extraordinario como Paolo fue algo apabullante. Y además rodamos en Cinecittá, que para los actores que no somos creyentes es como el Vaticano".
Cámara no se reconoce como un hombre de fe. Se declara más bien como un escéptico. Y dice que haber participado de esta producción no cambió en nada su mirada previa sobre la religión y el papel de la Iglesia. "Estuve de pequeño tres, cuatro años en un colegio de curas cuando era niño y cuando salí le dije a mi madre que no quería ir más a misa. Y así fue. No me vendieron muy bien su estrategia, no me convencieron. La fe la encuentro más bien en otro tipo de personas. Pero reconozco que hay mucha gente que necesita la fe para vivir. ¡Lo que les envidio!", señala.
Al actor ya no le preocupan las reacciones que tuvo la primera temporada en sectores que cuestionaron la mirada que Sorrentino planteaba sobre el Vaticano y la figura del Papa: "¿Qué tema no es controvertido? La religión ha sido diseccionada por filósofos, autores, escritores. Ya no pasa nada con eso. Paolo, además, creo que ha sido muy respetuoso. En esta segunda temporada, ya lo van a ver, descubriremos la humanidad de muchos sacerdotes. Y las dudas que tienen sobre su fe, el sexo, la propia religión y su propia vida. Aquí se plantean muchos temas que la propia iglesia se cuestiona ahora mismo: si los curas se pueden casar, si es posible dedicarle la vida a Dios y al mismo tiempo a una mujer o a un hombre".
Cuando le piden una comparación entre Pedro Almodóvar, que lo dirigió en Hable con ella, y Paolo Sorrentino, Cámara no duda. Concluye: "Son dos artistas que ven aquello que los demás no logran ver. Tienen modos de trabajo muy diferentes. Pedro trabaja siempre con una sola cámara y Paolo con cinco. Por eso está todo el tiempo ya haciendo el montaje en su cabeza. Creativamente es tan veloz y disparado que tienes que estar todo el tiempo al 100 % para responderle. Su cabeza está fluyendo todo el tiempo. Nunca sabes qué va a pasar con él. Nos adelantó algo de una tercera temporada que le gustaría hacer fuera del Vaticano. Habló de algunas ideas que no puedo contar aquí. Todavía no es seguro que lo vaya a hacer. Lo único que puedo asegurarte es que, si lo hace, va a volver con ideas completamente nuevas y distintas. Siempre se le ocurre otra cosa. Abrirle la puerta del Vaticano a la fantasía de Paolo Sorrentino me parece algo magistral".
"Aquí, la cosa está dificilísima"
Cámara está cumpliendo la cuarentena en su casa de Madrid, una de las ciudades del mundo más golpeadas por el coronavirus. Es una persona reservada al máximo en el cuidado de su vida privada, pero advierte sin problemas en el comienzo de la conversación (que transcurre durante la tarde en España) que está dispuesto a hablar mucho más tiempo que el convenido "hasta que lleguen los niños y pidan de comer". Como otras figuras destacadas del espectáculo, Cámara se convirtió en padre por subrogación de vientre, en este caso de dos hijos, mellizos, un niño y una niña que tienen hoy dos años y medio. Pero de eso no habla.
"Aquí la cosa está dificilísima –dice, en cambio–. Mi madre, con 90 años, ha decidido quedarse encerrada. Por suerte, en el ayuntamiento de su pueblo han organizado ayuda para la gente que está sola. Esto que ocurre es algo masivo y mundial. Nos está tocando a todos. Trato de ser muy optimista, porque hay gente que la está pasando muy, muy mal. Como mi familia está bien y mi madre también no sufro tanto por ese lado, pero le digo a todos vosotros, que todavía no habéis atravesado esto que se cuiden, que se queden en sus casas y sobre todo que cuiden mucho a sus personas mayores, porque estamos frente a algo atroz".
Cámara dice que su misión es la de aportar entretenimiento a este tiempo de tristeza y de dolor: "A los médicos les toca salvar vidas y a nosotros nos toca ponerle a la gente una sonrisa en el corazón. El bálsamo que genera la ficción es muy importante. Yo no paro de leer libros y de estar buscando en la ficción algo que calme, algo que sede y que nos ayude frente a tanto sufrimiento y tanta muerte. Es posible que una vez que esta cosa horrible del coronavirus acabe la gente vaya a salir en busca de más fe y la encuentre en la ficción".
Otras noticias de FOX Premium Series
Más leídas de Espectáculos
En Nueva York. Mafalda, invitada especial en la gala de los Emmy Internacional, cumplirá uno de sus grandes sueños
“Eternamente agradecido”. Gastón Pauls reveló el rol que cumplió Marcela Kloosterboer en su recuperación de las adicciones
Elogios, abrazos y un “piquito”. El celebrado reencuentro de Leonardo DiCaprio y Kate Winslet, a 27 años del estreno de Titanic
"El dolor fue real”. Denzel Washington: su cambio físico, la ayuda que recibió de Lenny Kravitz y una impensada confesión