Ivory y un retrato de familia
La vida en París del escritor James Jones inspiró el nuevo film del director de "Maurice".
Puede parecer que la carrera de James Ivory experimenta un cambio de rumbo al afrontar en "La hija de un soldado nunca llora" ("A Soldier´s Daughter Never Cries") el retrato familiar del escritor norteamericano James Jones, en especial el tiempo de su voluntario exilio en París.
Ocuparse de la figura de Jones -el revalorizado autor de "De aquí a la eternidad" y "La delgada línea roja"-, tenía para Ivory otras ventajas. Por un lado, le permitía volver a filmar en París, tras la feliz experiencia de "Quartet" (1981) y "Mr. and Mrs. Bridge" (1990). Por otro, despertaba en él un eco autobiográfico: sus propias experiencias como extranjero en París, ciudad a la que llegó a los 22 años con el propósito -frustrado por el estallido de la guerra de Corea- de estudiar cine en el Instituto de Altos Estudios Cinematográficos; su vinculación en la década de los 70 con una familia norteamericana residente en París cuyos hijos concurrían a una de esas escuelas bilingües como la que muestra la película.
"La hija de un soldado nunca llora" no se propone trazar una biografía de James Jones ni mucho menos examinar su quehacer como novelista, sino, en todo caso, mostrar otra de las facetas que reflejan algo de su mundo interior: su condición de padre.
Y así es porque el original sobre el que se basa el relato es la novela visiblemente autobiográfica que escribió la hija del escritor, Kaylie Jones.
"Conocí ese libro publicado en 1990 -contó Ivory- gracias a Robert Halmi, que había sido coproductor de Mr. and Mrs. Bridge , quería prolongar su colaboración con nosotros y esperaba que la historia, cuyos derechos se había asegurado, fuera de nuestro interés." (Si Ivory habla en plural, es porque se refiere a esa inseparable usina artística que integra desde hace más de 35 años con el productor Ismail Merchant y la guionista Ruth Prawer Jhabvala.) Había variedad de motivos -se ha visto- para que el realizador diera su conformidad.
Los Willis y los Jones
Aunque en el film no se menciona a los personajes por su nombre verdadero, la historia de los Willis se corresponde con la de los Jones.
"Para el personaje de Willis me inspiré tanto en el de un amigo que tuve en la universidad como en el que Kaylie Jones describió en su novela -reconoce Ivory-: su acento del Oeste, su boca sucia, su actitud frente a la vida, guiada por el sentido común. Y, milagrosamente, Kris Kristofferson -el actor que representa a Jones-, que no conoció a uno ni a otro, halló en cambio la forma de fundirlos en su personificación."
Por supuesto, a Ivory ni se le ocurrió mostrar a Jones-Willis en su función de escritor. ¿Cómo traducir en imágenes lo que es esencialmente un proceso intelectual, solitario, interior?
Por otra parte, tampoco era esa condición, la de escritor, la que dominaba el punto de vista del libro original. El relato apunta más bien al cuadro de familia, siempre a partir de la mirada de la hija, que heredó la vocación paterna.
Ella misma, Kaylie Jones, estuvo al tanto de la marcha de la adaptación, desarrollada por Ivory y Prawer Jhabvala. A su vez, Gloria Jones, que todavía reside en la misma casa de Long Island en la que la familia se instaló después de su experiencia europea, aportó algunos sabrosos apuntes acerca del carácter de su marido, fallecido en 1977.
La excelente Barbara Hershey es quien encarna a la esposa del escritor, a quien acompaña y desafía, copa a copa y palabrota a palabrota, como una compinche cariñosa, juguetona e invariablemente leal.
Los otros dos papeles centrales de "La hija de un soldado nunca llora" -es decir, los de los hijos del matrimonio- fueron confiados a Leelee Sobieski, la neoyorquina de 18 años que es señalada como una de las más prometedoras actrices jóvenes de la actualidad (sobre todo desde que Stanley Kubrick la incluyó en el elenco de "Ojos bien cerrados"), y Jesse Bradford, que a pesar de su corta edad -todavía estudia en la Universidad de Columbia- ya ha aparecido en una docena de films.
Otro rostro conocido asoma en este esperado film con el que Ivory parece haber revertido la tendencia declinante que la crítica había apreciado en sus últimos trabajos, "Jefferson en París" y "Sobreviviendo a Picasso". Es Jane Birkin, que aquí hace el papel de una extravagante inglesa, mezcla de existencialista y hippie, y en cuyo hijo -el no menos excéntrico Francis, inseparable compañero de la hija de Jones- Ivory volcó, según ha confesado, unos cuantos rasgos de su propia personalidad adolescente.
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