Ivana Nadal terminó con el misterio y aclaró de qué vive
La modelo se refirió a la polémica en torno a su sustento de vida y se animó a revelar la verdad; “Muchas veces se da un servicio a cambio y otras dinero”, señaló
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LA NACION
A un mes del revuelo que se generó cuando le respondió a un seguidor cómo se gana la vida, Ivana Nadal volvió a referirse al tema. Esta vez aclaró cuál es su verdadera fuente de trabajo y confesó que la sorprendió la polémica que despertó su contestación anterior. “Vivo del aire”, había dicho en aquel entonces, y ahora detalló la fuente de sus ingresos económicos.
Recordemos que a principios de agosto la influencer mantuvo un ida y vuelta con sus followers, y uno de ellos le preguntó: “¿De qué vivís?”. Lejos de ofenderse, explicó: “Vivo del amor, vivo del aire que respiro, vivo del Sol que sale todos los días, vivo de estar agradecida, vivo de ser consciente de la abundancia que soy, probalo”.
Su respuesta se viralizó rápidamente y los usuarios de Twitter tomaron con humor sus palabras. “Mirá vos, yo complicándome la vida y era tan simple”; “Cuando tenga que recategorizarme en el monotributo voy a contestar esto”; “Del aire vive, impresionante”; fueron algunas de las reacciones.
Recientemente la modelo retomó aquella conversación y grabó un video en sus historias de Instagram: “Para los que siguen con la duda: ‘¿De qué carajo vive Ivana?’. Bueno, la verdad es que no lo contestaba puntualmente porque me parecía obvio”. Luego agregó: “Trabajo con mis redes sociales”.
“Lo que hoy se llama canje, toda la vida se llamó publicidad; antes era necesario contratar un medio para poder mostrar el producto con un modelo o una modelo; en este caso sería yo”, describió. “Ahora, como existe el tema de Instagram, es mucho más fácil vincular un producto a una persona o a un personaje, entonces directamente nos contactan a nosotros”, explicó.
“Muchas veces se da un servicio a cambio de esa publicidad y otras veces se da dinero”, contó sonriente ante la cámara de su celular. Después le habló directamente a los que la critican diariamente: “Si no quieren mi bienestar, les conviene no seguirme, no comentarme, no mandar mis historias, porque en realidad solamente me están beneficiando”.
Con 2,6 millones de seguidores en Instagram, la influencer suele promocionar distintos tipos de productos, desde artículos y muebles del hogar hasta servicios de turismo y hospedajes. Sin embargo, a fines de junio tuvo un conflicto con una vendedora de ollas Essen, que la acusó de devolver los productos “rayados” y “sucios”.
Aunque Nadal desmintió a la emprendedora y explicó su propia versión de los hechos, al poco tiempo fue protagonista de otra de las polémica por el precio de su primer curso de “amor propio”: el costo de la cita virtual era de $3000 por persona, y tuvo lugar en agosto.
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