Intimidades del San Martín
El ciclo de Lola Arias tuvo como eje la situación del emblemático teatro
Cultural San Martín. Anteanoche. Mis documentos, ciclo de conferencias performáticas curado por Lola Arias. En uno de los lados de una larga mesa está sentada buena parte de los artistas más significativos de la escena de la danza contemporánea y el teatro. Son algunos de los integrantes del Foro de Danza en Acción y de TIM (Teatro Independiente Monotributista). La página de Mis documentos de hoy se llama "Informe SM". SM no es ni sado ni es masoquismo (¿o sí?). Remite a San Martín, al Teatro San Martín. O sea, el gran teatro que está a la vuelta de este mismo Centro Cultural también llamado San Martín.
Lola Arias agradece la posibilidad de que lo próximo a ver, presenciar y activar tenga lugar en una sala pública. También dice: "Esta conferencia responde al deseo de pensar el vínculo [de los creadores del teatro y la danza] con el SM". Acto seguido, algunos de ellos toman la palabra. En el programa de mano ni aparecen sus nombres. ¿Descuido? No. Hecho político. Performance en estado puro. Un documento y un estado de situación. La coreógrafa Diana Szeinblum recuerda cuando vio bailar en el SM a Iris Scaccheri. La actriz Elisa Carricajo, cuando vio a los franceses de Las tres vidas de Lucie Cabrol. El coreógrafo Juan Onofri Barbato, cuando vio a su padre actuar ahí. El director y cineasta Gerardo Naumann explica cómo se financiaban las películas que veía en la sala Leopoldo Lugones.
Testimonios tan personales como sociales y culturales y generaciones que dan cuenta de la importancia que tuvo ese emblema de teatro público en la ciudad. A partir de ese hecho confesional denuncian, exponen y desnudan la ruptura de un vínculo. Alguien recuerda (ahora mismo no recuerdo quién) que el primer espectáculo que vio en el SM fue uno de la coreógrafa Renata Schottelius. Esa obra se llamaba Estamos solos. Un título que podría aludir también al clima que se vive hoy en esta sala .
A lo largo de 60 minutos las fotos de ese sentimiento arman un álbum demoledor: el SM alquilado para el festejo de un cumpleaños y para "jornadas espirituales" de Deepak Chopra, un productor privado que se queda con el 85 por ciento de la recaudación, un empleado que se queja por la falta de trabajo, dos coreógrafos fueron invitados a dirigir el Ballet Contemporáneo y que se sintieron maltratados, siete bailarines que fueron echados por reclamar ART, el atraso de pagos y el atraso de las obra edilicias que se están llevando cabo.
La performance transcurre en medio de un clima de ironías, globos que se inflan y desinflan, desprolijidades, una torta que va de mano en mano y cierta tensión. En un momento entregan una especie de manifiesto. Dice: "que el director del Complejo Teatral (del que forma parte SM) sea renovado periódicamente por concurso, que exista un curador por cada una de las salas, renovación de cargos directivos en el Ballet Contemporáneo y que se finalicen las obras de edilicias en tiempo y forma".
"Informe SM" termina con todos los creadores confundidos con el público (entre los que se encuentran buena parte de las firmas más inquietantes de la escena indie de la danza, del teatro y, aún, del cine) en las mismas puertas del Teatro San Martín entre carteles, aplausos y consignas. "Informe SM", vale aclararlo, fue anunciado muchos meses antes de las recientes elecciones. En la acción de anteanoche -ayer fue la última-, estuvieron algunos actores de una obra que esa misma noche debería haber hecho funciones en Teatro San Martín. No pudieron hacerlo porque el aire acondicionado no funcionaba.
"Informe SM" fue, es, la acción performática más contundente de los últimos tiempos.