Hugo del Carril, un tanguero de otros tiempos
El 30 de noviembre de 1912 nació en Flores aquel que muchos consideraron sucesor de Carlos Gardel; abandonado por sus padres en su niñez, conoció la cárcel y el exilio; se hizo famoso por su participación en "Los muchachos de antes no usaban gomina"
Lo primero por lo que se hizo famoso Piero Bruno Hugo Fontana, tal era el nombre real de Hugo del Carril, fue su voz. En "Los muchachos de antes no usaban gomina" (Manuel Romero, 1937), considerada como la película que lo proyectó al éxito, apenas aparece unos segundos. Es su interpretación del tango "Tiempos viejos" la que cobra protagonismo al resumir en sus estrofas la historia relatada en el film.
Nació el 30 de noviembre de 1912 en el barrio de Flores. Al separase sus padres, viajó a Francia donde quedó al cuidado de un matrimonio de Tolón.
"Cuando estoy por partir, vivo entre feliz y esperanzado. Ya ausente, los primeros días pasan bien. Los restantes soñando con la vuelta... es que mi tierra es macanuda..." dijo en una entrevista a Radiolandia el 25 de marzo de 1950.
La vida errada fue constante en este ícono de los porteños de la década del 40´, algunas veces motivada por cuestiones políticas. En 1955 fue encarcelado por el gobierno militar debido a su abierta adhesión al peronismo, cuya marcha "Los muchachos peronistas" grabó en 1949. Después de 1955 vivió un tiempo en México, país donde se radicó de 1976 a 1981, año en que regresó a la Argentina. Fue declarado Ciudadano Ilustre de Buenos Aires en 1986. Murió el 13 de agosto de 1989 a causa de un infarto.
Un cantor multiplicado en la pantalla grande
Hugo del Carril se inició como cantante. Debutó en 1928 en L26, Radio del Pueblo, y pronto empezó a integrar distintas formaciones: un cuarteto vocal, el trío Paris y el dúo Acuña-del Carril, del que tomó su seudónimo.
Su tono y estampa varoniles hicieron que a partir de 1935, año en que comenzó a estudiar canto y muere Carlos Gardel, muchos lo señalaran como el heredero del Zorzal criollo. Jorge Bossio, director de la biblioteca de la Academia Nacional del Tango, opinó al respecto: "Tenía pasta de buen cantor. Creo que el mejor aporte que hizo al tango fue su voz. Impulsó el nuevo tango, sin intención de imitar a nadie. La comparación con Gardel la hicieron después los productores".
En 1936 grabó su primer disco con los temas: "Yo soy aquel muchacho" y "Me besó y se fue". Se hizo popular por tangos como "Nostalgias", "Nada más", "Betinotti", "Percal", "Sosiego en la noche", "Desaliento", "Pobre mi madre querida", "Buenos Aires" y "Tres esquinas". Además compuso "Como la mariposa", "Blanca nube" y "Viejo camarada".
El gran salto en la industria del cine lo dio con "Los muchachos de antes no usaban gomina", que le abrió la puerta para muchísimos otros papeles en distintas películas como "La vuelta de Rocha" (1937), "Tres argentinos en París" (1938), Madreselva (1938), "La vida es un tango" (1939), "La vida de Carlos Gardel" (1939), "El astro del tango" (1940), "La piel de zapa" (1943), "El último payador" (1950), por sólo nombrar algunas.
En 1949 comenzó a dirigir, aunque siguió intercalando el canto y la actuación con esta actividad: "Historia del 900" (1949), "Surcos de sangre"(1950), "Las aguas bajan turbias" (1952), "La quintrala" (1955), "Una cita con la vida" (1958), "Las tierras blancas (1959), entre otras.
"Tiempos viejos"
Letra de Manuel Romero Musica de Francisco Canaro Compuesto en 1926
¡Te acordás, hermano, que tiempos aquellos!
Eran otros hombres, más hombres los nuestros,
no se conocían cocó, ni morfina,
los muchachos de antes no usaban gomina.
¡Te acordás, hermano, que tiempos aquellos!
Veinticinco abriles que no volverán,
Veinticinco abriles, volver a tenerlos...
¡Si cuando me acuerdo me pongo a llorar!
¿Donde están los muchachos de entonces?
Barra antigua de ayer, ¿dónde están?
Yo y vos solos quedamos, hermano,
yo y vos solos para recordar...
¿Te acordás, las mujeres aquellas
minas fieles de gran corazón,
que en los bailes de Laura, peleaban
cada cual defendiendo su amor?
¿Te acordás, hermano, la rubia Mireya?
que quité en lo de Hansen al guapo Rivera
Casi me suicido una noche por ella
y hoy es una pobre mendiga harapienta.
¿Te acordás, hermano, lo linda que era?
Se formaba rueda pa´ verla bailar.
Cuando por la calle, hoy la veo tan vieja
doy vuelta a la cara, y me pongo a llorar.