Hollywood se censura
Alteraron escenas de sexo con Brad Pitt en "Fight Club".
Mientras en los Estados Unidos todavía continúa el debate respecto de las alteraciones realizadas en las escenas sexuales de "Ojos bien cerrados", el film póstumo de Stanley Kubrick, un nuevo escándalo que roza la censura acaba de desatarse en Hollywood.
Según informaron ayer varios medios norteamericanos, también fueron retocadas durante la posproducción las imágenes más provocativas jugadas por Brad Pitt y Helena Bonham-Carter en "Fight Club", la polémica y violenta nueva película del director David Fincher ("Pecados capitales", "Alien 3" y "Al filo de la muerte").
En lugar de ver los cuerpos desnudos de ambos actores, los espectadores estadounidenses sólo podrán apreciar sábanas blancas creadas digitalmente y convenientemente colocadas para tapar los atributos físicos de la pareja.
"Fue muy frustrante -bromeó la inglesa Bonham-Carter, que interpreta a una seductora joven con hábitos sadomasoquistas- el hecho de estar doce horas debajo de Brad Pitt y no poder divertirse."
La película -protagonizada también por el ascendente Edward Norton ("América X")- debía estrenarse este mes, pero su lanzamiento fue varias veces postergado, aparentemente por la disconformidad de la productora 20th. Century Fox con la excesiva violencia del relato. Finalmente, "Fight Club" se estrenará el 15 de octubre en las salas de los Estados Unidos.
El film se centra en la historia de dos jóvenes de escasos recursos (Pitt y Norton) que inauguran un club de boxeo clandestino en el que se desarrollan hiperviolentas peleas para un selecto y poderoso grupo de no más de 50 aficionados. La aparición de Bonham-Carter ("Las alas de la paloma") les modificará sus planes y, claro, también su suerte.
Protesta de críticos
Mientras la controversia en torno de "Fight Club" recién empieza, la polémica sobre el film de Kubrick ya alcanzó todos los estamentos de la sociedad norteamericana.
Esta semana, por ejemplo, 35 miembros de la Asociación de Críticos de Cine de Los Angeles enviaron un durísimo documento tanto a la Motion Picture Association of America (MPAA), una poderosa organización de la industria que maneja desde hace 31 años el cuestionado sistema de calificaciones, como a Warner Bros., productora de "Ojos bien cerrados", por los cambios realizados en la, a esta altura, famosa secuencia de una orgía multitudinaria en un aristocrático club de Manhattan.
Los prestigiosos críticos se quejan de que el actual sistema de calificaciones ("Ojos bien cerrados" fue retocada para obtener una "R" y no una "NC-17") está teniendo un efecto muy perjudicial sobre la libertad de expresión en las películas.
Además, cuestionaron el hecho de que la MPAA permita, a través de la benévola calificación PG-13, que los niños accedan a films de fuerte contenido violento como "Las aventuras de Jim West" y "Star Wars-Episodio 1", pero no permitan al público adulto apreciar la versión completa de "Ojos bien cerrados", que sí verán los espectadores europeos.