Guillermo Stronati, la otra voz de Dolina
-¿Cómo se presentaría frente a un micrófono?
-Soy Guillermo Stronati, locutor nacional desde 1982. Hace 15 años que comparto el micrófono con Alejandro Dolina y, además de hacer locución, tiro algún bocadillo gracioso.
-¿Escucha radio?
-Sí, AM.Soy inquieto y hago zapping todo el tiempo. Sí escucho Continental, pero también América, me interesa la información sobre economía. Sigo el fútbol, primero lo escucho a Víctor Hugo y si no a quien transmita Boca, Mitre lo hace bien.
-¿Quién sería su conductor ideal?
-Sería Dolina, pero en realidad él no puede ser coequiper mío, porque tiene que estar arriba. Otro sería Adolfo Castelo. También me encantaría hace un programa con la NegraVernaci y Gabriel Rolón, con quien me entiendo muy bien. Nos encanta recordar temas de la década del 70 a los que el Sordo Gancé (imperdible personaje de Dolina) cuestiona: ¿y éstos quienes son?
-¿Participa en la producción del programa?
-No, lo mío es la improvisación. Además yo también tengo otro papel en el espacio: vendo la publicidad.
-¿Cómo sería su programa soñado?
-A mí me encanta el fútbol y me encantaría volver a relatarlo, lo hice durante todo 1991 en Radio Provincia, cuando seguía las campañas de Gimnasia y Estudiantes. Pero lo que más feliz me hace es hacer este programa.
-¿Larrea o Pergolini?
-Cada uno con su estilo, los dos me gustan, pero yo me hice locutor escuchándolo a Larrea. Tenemos alguno decires parecidos, yo soy de 25 de Mayo y entiendo perfectamente esos guiños del interior que larga.
-¿Qué proyectos tiene para el futuro?
-No tengo proyectos y no creo que tengan proyectos conmigo. Estoy tan identificado con Dolina que es difícil que me vean como locutor. Yo debo tener un poco de culpa, pero si le esquivo al bulto, mucho no me debe molestar. Pero no sé, quizás es un error.
-Si no fuera lo que es, ¿qué le gustaría ser?
-Jugador de fútbol, un número 5. Cuando tenía 17 años vine a Buenos Aires y me probé en San Lorenzo y me fue bien en la primera y la segunda prueba. Pero tenía que volver a 25 de Mayo a terminar el colegio secundario y ahí me fui enganchando con la locución y la radio. Finalmente, cuando me vine a Buenos Aires, empecé como colaborador en Radio Mitre, cuando estaba junto con Antártida y El Mundo, en Maipú 555. A Dolina lo conocí, algunos años más tarde, cuando él hacía "Demasiado tarde para lágrimas", en la trasnoche, y yo me había convertido en el locutor de turno.
-¿Cuál es su recuerdo más fuerte que lo vincula con la radio?
-Yo empecé a escuchar radio sólo a los 15 años. Antes andaba cazando sapos y metido en las zanjas. Pero la imagen que tengo es estar escuchando por Radio Rivadavia -como casi todos en el interior- a Larrea, mientras que mi abuelo, a mi lado, leía el suplemento deportivo del diario La Razón.
-¿Cuál fue la noticia más importante que se enteró por radio?
-El golpe militar de 1976. Dijeron algo en la radio y ahí no más empecé a ver militares por todo el pueblo. Fue impresionante.
-¿Cómo imagina a la radio dentro de otros 80 años?
-La tecnología sintetiza todo, nos va a terminar reemplazando a todos. Si ahora ya se está prescindiendo de muchos operadores... ¿qué será dentro de 80 años? También me imagino haciendo radio desde un baño, con el menor costo posible. Espero que falte mucho.
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