Gruff Rhys: lisergia patagónica

Lo primero que hay que saber es que Gruff Rhys ya tocó en la Argentina. Y dio más de un show. Vale la aclaración porque, como se lee en algunos lados, siempre pulula la muletilla de "se presenta por primera vez en nuestro país". Ocurre que esos conciertos, fechados en 2007, no fueron en Buenos Aires. Los más fanáticos recuerdan, con cierto desconsuelo, el periplo patagónico del líder de los Super Furry Animals (vean, si no, el documental Separado, un road trip con aires de western lisérgico, donde el cantautor galés repone parte de su saga familiar).

Rhys ya tiene una trayectoria reconocida como solista, con muchas colaboraciones, música para videojuegos y tres discos editados (entre los que se destacan los dos últimos: Candylion, de 2007, y Hotel Shampoo, de 2011). Incluso ganó renombre con el proyecto electro-pop Neon Neon. Pero sus viejos fans, sin duda, siempre van a verlo como el frontman de los Super Furry Animals, una de las tantas bandas de neo-psicodelia que afloraron en la segunda mitad de los 90 (una época de auge, además, para la escena galesa: Manic Street Preachers, Catatonia y Gorky’s Zygotic Mynci). El grupo se formó en 1993 y dio su primer salto en 1995, cuando fichó para Creation (el sello de Alan McGee). Nunca se separaron, pero suelen tomarse largos recesos (su último álbum, Dark Days/Light Years, es de 2009).

Gruff tiene algo de Shaggy, el de Scooby-Doo, pero más barbudo. Es uno de esos tipos que viven en estado de psicodelia permanente: toca sus instrumentos como juguetes, y usa juguetes como instrumentos. Pero, a la vez, nunca pierde su olfato pop. El próximo viernes 9 de marzo, entonces, se presenta por segunda vez en la Argentina. Su esperada fecha será en Niceto Club y contará con los locales El Mató a Un Policía Motorizado y Valle de Muñecas.

Cinco años atrás, te presentaste en algunos pueblos del sur de Argentina, por donde anduviste filmando el documental Separado. ¿Por qué no tocaste en Buenos Aires?
¡Sí, es cierto! Esa vez pude dar algunos conciertos en Gaiman y en Esquel. Quise tocar en Buenos Aires, por supuesto, pero en ese entonces no pude encontrar un productor interesado. De todas formas, a la vuelta de mi viaje por la Patagonia, pasé por Buenos Aires: recorrí un poco la ciudad y pude comprar algunos viejos discos de vinilo.

Ahora que volvés al país, ¿vas a ir de nuevo a Gaiman a visitar a tus familiares?
No, este viaje es muy inesperado. ¡Todo se dio a último momento! Por desgracia, sólo voy a estar en Argentina por una noche... ¡Así que tengo la esperanza de dar un buen show para poder volver pronto!

¿En qué contexto nacieron las canciones de Hotel Shampoo, tu último álbum?
Por un lado, quería hacer un disco muy simple, a base de baladas de piano... Y, por otro lado, tenía un montón de canciones que miran hacia atrás, a los últimos quince años en los que estuve de gira, durante una especie de período de auge económico en Europa. Pero el disco, finalmente, es más sobre la quiebra.

Tenés distintos formatos para presentarte en vivo: a veces te acompañan otros músicos, y otras veces salís solo. ¿Cómo será el show en Buenos Aires?
Esta vez, en Buenos Aires, me voy a presentar yo solo, sin banda, que es lo que más estuve haciendo últimamente. Me considero más un cantautor que un músico, por eso suelo recurrir a ciertos elementos que me ayudan a interpretar mejor mis canciones: guitarras, teclados, discos de vinilo y varios juguetes... ¡Es algo así como una experiencia jodida de karaoke! También tengo un sampler, aunque no uso ningún tipo de computadoras en vivo: me gusta que la gente aprecie cómo el sonido es creado en el escenario.

Tus últimas apariciones te fortalecieron como solista. ¿Preferís no depender tanto de otra gente?
Sí, es probable que sea así ahora. La verdad es que me fascina hacer música con los Super Furry Animals, pero ya hemos lanzado nueve discos... Así que, por el momento, me resulta más fácil trabajar solo.

Igual tu relación con los Super Furry Animals es muy libre: se juntan cuando quieren, graban sin presiones, y luego lo cuelgan en Internet. ¿Qué les queda por hacer?
Creo que todavía tenemos algunos lugares para ir y explorar con la banda. Sin embargo, en el plano personal, se trata de un tiempo de transición para nosotros: estamos teniendo hijos, estamos haciendo algunos cursos en la universidad y otras cosas por el estilo. Todo esto nos resulta algo extraño, sobre todo después de haber estado tan ocupados con la banda, pero creo que también es sano. Por el momento, estoy disfrutando mucho de esta experiencia solista, en la que me siento como si fuera un músico de jazz, en el sentido de que estoy tocando todo el tiempo con un montón de gente diferente y aprendiendo cosas nuevas.

¿Y qué pasó con Neon Neon, el proyecto electro-pop con Boom Bip?
Es algo que fue creado en el momento. Pero fue una experiencia realmente grandiosa, y muy divertida. Creo que sería interesante hacer algo más juntos. No sé bien cuándo, pero alguna vez...

Son conocidas tus colaboraciones, de Mogwai a Gorillaz. ¿Cómo se fue dando eso?
Es algo que me fue pasando muy gradualmente. Tiene que ver con el hecho de ir conociendo a otros músicos cuando estoy de gira, de divertirnos mucho juntos y, tal vez, unos años después, encontrarnos para hacer algo juntos. Fue una locura colaborar con Gorillaz: estaba en el escenario con De La Soul y dos miembros de The Clash… ¡La gente que crecí escuchando! Mogwai son viejos amigos y compañeros celtas. Creo que tenemos una especie de telepatía cultural entre Gales y Escocia. Ellos fueron la primera banda, aparte de Super Furry Animals, en pedirme que cantara una canción con ellos.

Bueno, en tus discos también colaboran otros, como pasó hace poco con Andy Votel y Sarah Assbring (El Perro del Mar)...
Sí, totalmente. Andy Votel es un viejo amigo, así que fue genial poder grabar algo juntos. De hecho, ¡él fue quien me introdujo a la música psicodélica argentina! Por otra parte, soy un gran fan de El Perro del Mar, por lo que fue un honor que Sarah accediera a cantar una canción conmigo. Hicimos un tema medio triste, "Space Dust #2"; sabía que sería perfecto para ella.

Muchos recuerdan el show de los Manic Street Preachers en La Habana, Cuba, en 2001. Pero pocos saben que te invitaron para ir a cantar con ellos. ¿Por qué no fuiste?
Sí, los Manics me recordaron este episodio recientemente. Ese año debe haber sido uno de los más atareados de mi vida... Sólo puedo imaginar que no pude ir porque estaba de gira con Super Furry Animals. De lo contrario, ¡es una locura no haber ido a Cuba! O tal vez mi manager no me lo dijo. No sé. Lo cierto es que no tengo registro en mi memoria de ellos preguntándome para que vaya... Sé que estuvieron con Fidel y esas cosas. Mierda: ¡habría sido toda una experiencia!

Tenés una canción es español: "Con cariño". ¿Te gusta escuchar música en ese idioma?
Sí. Solía comprar muchos discos de este sello Elefant, que está en España... Ana D y cosas por el estilo. Creo que tenía eso en mente cuando hice "Con cariño". ¡Mi español es horrible, obviamente! Pero es un hermoso idioma para escuchar música.

¿Qué diferencias ves entre los temas que cantás en inglés y los que cantás en galés?
El galés es mi primera lengua, claro. Y creo que, por eso, puedo sacarle más provecho. Además, es más fácil de evitar algunos clichés del rock and roll. El inglés es muy bueno para citar referencias de la cultura pop. Y también permite, en general, vivir una especie de sueño americano del anglo pop. O el menoscabo de eso.

Por Santiago Delucchi

Conforme a los criterios de

Conocé más

Desinformación. Es falso que el IRS vaya a entregar un cheque estímulo de U$S2.600

“Doomscrolling”. Una adicción que crece y claves para manejar la ansiedad que genera la incertidumbre política y económica

Las gemelas italianas que festejaron sus 200 años