Grandes estafadores del cine

El estreno de la recomendable Vino para robar nos da la excusa para recordar algunas películas de un subgénero especialmente querido: el de las películas de estafadores (los “con artists”, los artistas del engaño, ladrones muy sofisticados). Esos protagonistas que siempre saben más que el otro personaje, que los otros, que nosotros, que todos. Claro, a veces las propias películas nos distraen con el objetivo de decirnos en algún momento que ellas, claro, sabían más que nosotros. Y cambian todo, o gran parte. En las películas de estafadores no hay lugar para la torpeza, todo tiene que fluir con elegancia, velocidad, seguridad, y suele suceder que cuando vemos algo que “no cierra” es por algún motivo que será luego explicado. Todo es una actuación doble, o triple, o cuádruple: actuar en la película y actuar frente a los otros personajes, o por lo menos frente a unos cuantos de ellos.

Obviamente que no podremos poner todas las que merecen destacarse, pero es bastante justo empezar por una argentina, una obra maestra, una de esas películas perfectas. ¿No lo creen? Prueben volver a verla, con el final ya perfectamente sabido. Una película de estafadores que no estafa nunca:

Hay algunas reglas arbitrarias (pero no tanto) sobre canciones y películas. Una es que si incluye una canción de Van Morrison hay un 80% de posibilidades de que la película sea buena. Otra variante de esta regla es con Nina Simone, y en ese caso sesudos estudios han determinado el porcentaje de seguridad en un 90%. Dentro de ese 90% de buenas películas está sin dudas El caso Thomas Crown (versión 1999), de John McTiernan, con Pierce Brosnan (un actor diseñado para estos papeles) y Rene Russo. Acá, la mejor secuencia, la de la canción de Nina Simone, ¿casualidad?

Y no hay que olvidarse de Ambiciones prohibidas (The Grifters), de Stephen Frears con Anjelica Huston, John Cusack y Annette Bening, tres a quienes al despuntar la década del noventa les creíamos absolutamente todo. Así es fácil:

Sí, claro que está Atrápame si puedes de Spielberg con DiCaprio (para ya la citamos acá por Amy Adams, ¿o por DiCaprio? ¿O por los dos?). Y está El golpe con Paul Newman y Robert Redford, pero por más exitosa que fuera en su momento es floja. Y está la clásica y recomendable Casa de juegos de David Mamet de los ochenta. Y está una de este año que estuvo muy bien, la más festiva que lógica Nada es lo que parece (la de los magos), pero en realidad lo que queremos es cerrar con una película de los setenta ambientada los treinta (al igual que El golpe). Una década de crisis económica que mira a otra, épocas de florecimiento de estafadores. La película es Paper Moon de Peter Bogdanovich, y este es el trailer, de cuando todavía se hacían trailers que no eran todos iguales. Trailers que engañaban menos, o que engañaban mejor:

Por Javier Porta Fouz

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