Globo de Oro 2019: todo lo que hay que saber sobre la ceremonia
Hablar de los premios Globo de Oro , que se entregan esta noche a partir de las 22 (hora argentina) como "antesala" del Oscar hace tiempo que dejó de tener sentido. Hoy, todo Hollywood reconoce otros atributos para la primera gran ceremonia de su temporada alta. Es la fiesta más chispeante y desinhibida del año gracias al alcohol generosamente regado en las mesas del mejor salón del Hotel Beverly Hilton y, por consiguiente, también es el momento que nadie se quiere perder. Por eso cada año esta velada consigue asistencia perfecta entre los ciudadanos de la capital mundial del entretenimiento, varios de los rostros mundialmente más famosos del cine y la televisión.
Más allá de las discusiones sobre el rigor y la representatividad de los premios, la ceremonia es una fotografía perfecta del estado actual de Hollywood y de su política. Los debates del momento (inclusión, diversidad y la visible marginación de la mujer directora) están todos a la vista.
También sobrevuela la ceremonia la controversia inconclusa sobre el próximo presentador del Oscar, que tuvo varias novedades en las últimas horas. A la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood, integrada por no más de un centenar de corresponsales extranjeros de escasa influencia en las discusiones más trascendentes del mundo Hollywood, sabemos que le faltan rigor analítico y autoridad para valorar los genuinos méritos del cine y la TV en cada temporada, pero al mismo tiempo le sobra astucia para ubicarse dentro de ese tablero y abrir el juego de los grandes temas del momento en un contexto muy grato a este pequeño universo tan autorreferencial. Por lo pronto, los organizadores eligieron a un dúo inédito de presentadores, Andy Samberg y Sandra Oh, con mucha más identidad televisiva que cinematográfica. A ella, además, le toca representar la diversidad étnica de Hollywood y su nueva gran gema televisiva, Killing Eve, que llegará al público argentino el mes que viene.
Por todo esto terminamos entendiendo cómo un premio tan pequeño en representatividad se convierte cada año para esta fecha en el punto de referencia de uno de los grandes momentos de la temporada alta de Hollywood. Los Globo de Oro se las ingenian cada vez más para lograr que cada uno de los grandes debates del momento encuentre aquí su lugar para desplegarse y exponerse en toda su complejidad. Hoy, tal vez el más importante pase por la ausencia absoluta de mujeres directoras en las listas de aspirantes a mejor película que, como también sabemos, en este caso funciona de manera duplicada: dramas por un lado y títulos musicales o de comedia por el otro. Incluir a todos y que no falte nadie es parte esencial de la estrategia de los organizadores.
Es el cuarto año consecutivo en el que se registra esta situación. Inmediatamente, las dos entidades más activas en el sostén de la presencia de la mujer en la capital mundial del showbiz (Women in Film LA y Women in Hollywood) anunciaron el lanzamiento durante la misma noche de hoy de una campaña en redes sociales dirigida a quienes participan en las distintas votaciones de la temporada de premios para que recuerden que también hay películas hechas por mujeres que merecen mayor atención de la que tuvieron en los Globo de Oro.
Es curioso comprobar cómo una fiesta en la que sus invitados se divierten como nunca también consigue cargarse de gran significado político, al menos a primera vista. Es cierto que en las últimas horas tanto Oh como Samberg adelantaron que no están para nada interesados en incorporar alusiones al presidente Donald Trump en su plan de presentaciones, monólogos y chistes. Para Oh, no tiene sentido sumar referencias negativas a un momento especialmente deprimente. Samberg dijo con énfasis que en vez de gastar energías hablando contra Trump prefiere apostar a los mejores aspectos de la realidad de Hollywood y los cambios que vive la industria.
Pronósticos
De todas maneras, los presentadores deberán aceptar que la política aparece con alto perfil entre lo más importante de la fiesta, los premios y sus candidatos a llevárselos. Sobre todo porque una película de explícita alusión a ese contexto, El vicepresidente: más allá del poder, acumula este año la mayor cantidad de nominaciones (seis). Los pronósticos más certeros auguran una consagración segura de su protagonista, Christian Bale, como mejor actor de largometraje de comedia y/o musical por su satírico retrato del exvicepresidente estadounidense Dick Cheney, que lo llevó a otra de sus radicales transformaciones físicas, tan festejadas por la comunidad hollywoodense.
¿Será El vicepresidente la ganadora del Globo de Oro en esa categoría? Los pálpitos la instalan en una lucha muy reñida, casi mano a mano, por esa estatuilla con Green Book - Una amistad sin fronteras, otra muestra del lugar preferencial de atención que vuelve a ocupar en el Hollywood de hoy el tema racial. La película, protagonizada por Viggo Mortensen y Mahershala Ali (favorito para ganar como actor de reparto), es un retrato de la convivencia interracial durante los difíciles años 60 tan amable como capaz de plantear las preguntas más oportunas sobre el tema. Mientras tanto, Olivia Colman aparece como la indiscutida gran candidata para convertirse en la mejor actriz gracias a su aplaudido papel en La favorita, un relato de intrigas palaciegas del pasado que no deja de repercutir en la actualidad. Tanto, que los organizadores de los Globo de Oro también tomaron nota de la simpatía generalizada que el guion de La favorita tiene en este momento de Hollywood. Pocos dudan de su triunfo en esta categoría.
Por el lado de los dramas, no deja de ser curioso que la gran candidata al triunfo como mejor película sea una obra que tiene a la música como eje argumental y a su canción principal ("Shallow") como segura candidata al premio en esa categoría. Nace una estrella tiene todo para imponerse sobre la otra gran candidata del rubro, If Beale Street Could Talk, descarnado retrato de las estrecheces padecidas por los afroamericanos en la Nueva York de la década de 1970. También es muy posible que le brinde a Lady Gaga su primer gran reconocimiento como actriz.
Otra pintura musical de portentoso éxito y gran influencia actual, Bohemian Rhapsody, podría darle a su estrella, Rami Malek, el premio al mejor actor en esta categoría por su personificación de Freddie Mercury, y de paso ubicarlo en una posición ideal frente a los próximos premios. Esta situación plantea el escenario típico de estos premios: tal vez no tengan rigor en sí mismos, pero llegan acompañados del respaldo entusiasta de toda la comunidad de Hollywood. El viento a favor empieza a soplar muy rápido.
Las chances de Roma
¿Y Roma, la película de la que hoy hablan todos? Las reglas del Globo de Oro establecen que una producción ajena a Hollywood no puede aspirar al premio como mejor película. Pero sí puede nominarse a su director, que seguramente anticipará este domingo el próximo festejo del Oscar al mejor realizador del año que todos, casi sin excepción, le auguran en estos momentos. Otro Globo de Oro cantado para Roma es el de película extranjera.
La de Cuarón es una presencia que marca la disposición actual de Hollywood a celebrar desde el talento de sus artistas la diversidad. Con innegable astucia, el reparto de nominaciones de los Globo de Oro tuvo muy bien en cuenta este factor. A la ya citada presencia de Green Book le sumó lugares expectantes entre los candidatos para otros títulos que aluden expresamente a cuestiones raciales y al lugar de los afroamericanos: El infiltrado del Kkklan y Pantera negra, dos películas que pueden sonar fuerte en los próximos anuncios relevantes de la temporada de premios.
Por el lado de la televisión, los nominados y los pálpitos más fuertes alrededor de posibles ganadores ratifican en las horas previas a la ceremonia la doble tendencia ya consolidada por parte de los organizadores. En primer lugar, los Globo de Oro vienen mostrando un interés muy claro y preciso en respaldar a través de los premios las novedades más fuertes de cada temporada. En este caso puede anticiparse que Pose, El método Kominsky y Guardaespaldas (como programa o a través de algunas de sus figuras) podrían vivir una noche de celebración.
El segundo factor que nunca falta es el reconocimiento a las grandes figuras. Tal vez veamos esta noche desfilar por el escenario, estatuilla en mano, a Julia Roberts (Homecoming), Jim Carrey (Kidding), Amy Adams (Sharp Objects) y Hugh Grant (A Very English Scandal). Más allá de estos factores, todos creen que The Marvelous Mrs. Maisel será la gran ganadora.
Todo pasará por esta fiesta, un gran fresco de la política de Hollywood, que además sabe adaptarse a los tiempos. Después de la ceremonia, el after show oficial tendrá a Twitter como primera pantalla.
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