Giorgio Moroder: "Nunca tuve el proyecto de regresar"
A los 75 años, el pionero de la música disco presenta esta noche en Buenos Aires el álbum de su segunda época dorada, Déjà Vu
Con sus 75 años, Giorgio Moroder viste un equipo de jogging negro, una gorra con la visera puesta para atrás y zapatos también negros. Sentado en el bar de un cálido hotel palermitano, puede ser confundido con un norteamericano que anda de visita por el país. Pero no: es el productor y compositor musical que innovó con los sintetizadores y coqueteó con los sonidos del futuro en los años 70 y 80. Y que, después de 30 años de paréntesis, resucitó con la ayuda de Daft Punk para seguir en la búsqueda. Dentro de sus hitos se encuentran el de haber compuesto, por ejemplo, "Love to Love You Baby" y "I Feel Love" con Donna Summer, en lo que sería el inicio y la consagración de la música disco. "Call Me", de Blondie, también lleva su sello. También estuvo detrás de las canciones de films como Caracortada, Flashdance yTop Gun-Reto a la gloria, por nombrar algunas de las bandas sonoras en donde imprimió su genio.
Por primera vez en la Argentina, el italiano que vive en Los Angeles con su mujer mexicana se presenta esta noche en Niceto Club. Además de hacer canciones de Déjà Vu -su primer álbum en tres décadas, con aportes de Kylie Minogue, Sia y Britney Spears, entre otros- promete una versión remixada de "Un ?estate italiana", el tema del Mundial de Fútbol Italia 90 del que es coautor.
-¿Tenías ganas de volver a la música?
-Tenía ganas, pero fue más una sorpresa, porque nunca tuve el proyecto de regresar. Los Daft Punk me preguntaron si quería trabajar con ellos y fue un éxito muy grande. Conocía muy bien a la banda y me pareció una oportunidad.
-¿Qué diferencias encontrás entre la industria musical de hoy y lo que fue trabajar en los años 70 y 80?
-Es bastante diferente. Cambió mucho la manera de trabajar con los artistas. ¡Ahora hay tantas cosas que se pueden hacer con las redes sociales! Por ejemplo, cuando trabajé con Donna Summer pasábamos en los estudios entre dos y tres semanas por cada disco. Ahora se trabaja mucho vía Internet o por teléfono. Es menos trabajo en directo. Kylie Minogue grabó en Londres y yo lo terminé de armar en Los Ángeles. La música no vende tan bien como antes. Los artistas que tienen talento y son buenos hacen muy buenas presentaciones en vivo. Por eso creo que a los DJ les va tan bien ahora.
-¿Cómo te adaptaste a las nuevas tecnologías?
-Hace años, conocía mucho mejor el sintetizador. Hoy conozco los sonidos actuales, pero para grabar las canciones hay que conocerlos muy bien. Se necesita conocer el último sintetizador, el más actual. Es muy difícil, me parece que hoy se necesita mucho más tiempo para hacer canciones que cuando yo trabajaba con David Bowie. Hay tantos sonidos que se pueden utilizar que uno se marea y dice: "¿Me gusta este sonido? ¡No! Me gusta éste".
-Fuiste uno de los creadores de la música disco y pionero de la música electrónica, ¿cómo ves la escena hoy?
-Creo que el ritmo es muy fuerte ylos muy claros, muy limpios. En general, las grabaciones son mejores y hay cantantes muy buenos. La música dance se hace muy bien.
-Trabajaste con las personalidades más influyentes de la música, desde Donna Summer hasta Freddie Mercury. ¿Recordás alguna anécdota de esos tiempos?
-Me acuerdo de cuando trabajé con Cher. Tenía que venir al estudio y pensé: "Ok, ella me dijo que llegará a las 14, pero probablemente llegue a las 18, porque las estrellas son siempre impuntuales". Pero ese día llegó a las 14. Le dije: "Cher, ¿qué pasa? Fuiste puntual". Y me contestó: "Sí, siempre soy puntual, pero sólo la primera vez". En general trabajé muy bien con todos, pero puede ser que haya sido un poco más complicado con Freddie Mercury (con quien hicieron el tema "Love Kills"]. Era un chico que sabía todo. Fue difícil decirle a Freddie: "No, vamos a hacerlo de nuevo".
El efecto Daft Punk
Ya hace dos años de la colaboración de Moroder con el dúo francés Daft Punk en su último disco, Random Access Memories, y desde entonces el productor está viviendo su segunda época dorada en la música. Grabó con Coldplay, empezó a trabajar como DJ en Europa y después hizo su propio disco. No esperaba regresar. Desde su alejamiento de la industria había encontrado hobbies excéntricos que lo mantenían ocupado: estuvo involucrado en la creación de un auto deportivo, el Cizeta-Moroder, que tiene guardado en su garaje. Jugó al golf seguido y se dedicó a su mujer y a su hijo. Pero nunca dejó de escuchar el Top 40 de las radios. Aunque él no baila. "El ritmo lo tengo en la cabeza, pero las piernas no hacen lo que mi cabeza les dice", confiesa.
-En Déjà Vu hiciste canciones con Kylie Minogue, Sia, Britney Spears... ¿con quién te quedó pendiente trabajar?
-Hace poco conocí a Lady Gaga, es muy buena cantante y pianista, espero trabajar con ella. También con Rihanna, que es muy sexy y guapa.
-¿Qué música estás haciendo ahora?
-Estoy haciendo música para hoy, la música del futuro no sé qué es.