Gastón Trezeguet, de sus estrategias y actuales preferidos en Gran Hermano a por qué nunca podría conducir el reality
En diálogo con LA NACION, el exparticipante repasó aquella inolvidable primera edición, habló de la actual y reveló además a qué participantes imagina en la final
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En el 2001 y con apenas 20 años, Gastón Trezeguet pasaba de ser un desconocido estudiante universitario a uno de los más grandes “villanos” de la televisión nacional. Y, para ese rotundo cambio de vida, solo hizo falta que entrara a la casa de Gran Hermano (Telefe).
Pero los tiempos cambian y, lo que dos décadas atrás le ganó las críticas de millones de argentinos, en la actualidad lo convirtió en uno de los mayores referentes de ese formato.
Abanderado con el título de “padre de Gran Hermano” -el cual le fue concedido por sus fans-, en diálogo con LA NACION recordó su motivación al momento de aplicar una estrategia tan audaz, compartió su análisis de la casa actual y reveló si se animará a dar el paso que le falta para consagrarse como el conductor del reality.
De villano a héroe de Gran Hermano
Veinte años atrás, Telefe tomó una osada decisión: importar un reality que, aunque era furor en todo el mundo, era un formato inédito para la Argentina. Sin saber cuál sería el resultado, en el 2001 se lanzó la primera edición de Gran Hermano con catorce participantes, entre los que se encontraba Gastón Trezeguet.
“Lo que nos dijeron es que íbamos a estar aislados con gente que no se conocía entre sí y que, de acuerdo a cómo vos estabas adentro, permanecías más o menos tiempo. Esa era la información que nosotros teníamos”, recordó el actual productor televisivo en diálogo con este medio.
El debut del programa fue un rotundo éxito y, en cuestión de días, Gran Hermano se volvió un tema de conversación habitual en cada rincón del país. La audiencia amaba el programa, pero nadie sabía bien qué esperar y, al menos en un comienzo, la idea general era que debía ganar quien fuera “mejor persona”. Pero Gastón tenía otro plan en mente y, de a poco, comenzó a desplegar su arsenal de estrategias.
Quizás la más recordada y la que se ganó un lugar en el salón de la fama de las jugadas del reality fue el uso del freezer para llevar adelante un complot sin que Gran Hermano lo detectara ya que, al estar prohibido, los involucrados podían ser sancionados.
La idea era simple: para ponerse de acuerdo con Eleonora, su amiga dentro de la casa, sobre a quien mandar a placa de eliminación sin que lo captaran las cámaras, escribían las iniciales del jugador en la condensación de la puerta del freezer. Así, la dupla dinámica consiguió la eliminación de una parte importante de su competencia.
Aunque dichas actitudes serían muy celebradas por el público actual, en la primera edición de Gran Hermano la gente esperaba honestidad y, por ende, Trezeguet se convirtió rápidamente en el “villano” de la temporada debut.
“A mí lo que más me interesaba era jugar el juego. Tenía que tratar de llegar hasta la final que era el último día y ese fue mi objetivo”, sentenció, a modo de justificación. Y agregó: “Ni los que estábamos adentro ni la producción sabíamos el fenómeno que iba a generar y qué era lo que la gente iba a bancar o no. Ahora podés llegar a tener una teoría de quién va a ganar, pero en ese momento no. Entonces al no tener una teoría, yo tenía que llegar al último día y que la gente elija lo que tenga que elegir. Nadie lo encaró de esa manera, eso fue lo que mas se me criticó en su momento. Me decían que manipulaba y hacía que la gente se vaya, pero ese es el punto del juego”.
Con absoluta seriedad y la pasión del jugador aún intacta a pesar del paso de los años, Gastón aseguró que nunca entendió por qué lo criticaban y, entre risas, redobló la apuesta: “No me arrepiento absolutamente de nada, estuve bastante suavecito. Pude haber sido mucho más hijo de p**a”.
Con el tiempo, la idea de lo que era o no correcto en el juego se modificó, y la gente empezó a mirar con más aprecio a los despiadados estrategas. Lentamente, Trezeguet cambió el título de villano por el de héroe y hoy en día es una eminencia para los fanáticos de la competencia. Lejos de cualquier falsa modestia, lleva con orgullo el título de “padre de Gran Hermano”.
“Me parece lindo que me tengan como un referente de Gran Hermano, no somos tantos los que pudimos trascender”, admitió. Y, asimismo, remarcó: “´Pero en realidad a mí lo que más me interesa es hacer bien mi trabajo que es de panelista en el programa, es lo que más me llena de satisfacción”.
Jugador, analista, productor... ¿y conductor?
En la Argentina hubo diez ediciones de Gran Hermano (nueve normales y una de famosos) y de todos los que se animaron a participar, fueron muy pocos los que continuaron en el medio. Gastón Trezeguet se encuentra en este selecto grupo.
Luego de cumplir su rol como jugador lo convocaron de panelista para las siguientes temporadas. En el 2007, le preguntaron si estaba interesado en formar parte de la producción de una nueva edición y, a partir de ese momento, se mantuvo firme detrás de cámaras.
“Lo que más le agradezco a Gran Hermano es que yo estaba estudiando Administración en la UCA, nada que ver. De repente me metí en el programa y encontré mi vocación. Y hace 18 años que trabajo en producción de tele, nunca más dejé. Yo quería dejar la facultad, no sabía qué quería seguir estudiando y de repente encontré mi pasión”, detalló.
Desde el 2001 hasta acá, Gastón fue jugador, analista, productor y, ahora, es analista nuevamente. Solamente le falta ser conductor para decir que, definitivamente, cumplió todos los roles existentes.
“No podría, nunca”, sentenció apenas se le deslizó la pregunta. Y remarcó: “No podría y no quiero”. Una vez eliminada la posibilidad de un futuro en la conducción, agregó: “No podría hacer nunca lo que hace Santiago (del Moro). Para mi es el mejor conductor que tuvo Gran Hermano”.
El fervor con el que definió el trabajo de su compañero llevó a una consulta casi inevitable: ¿Del Moro o Rial?. Sin pelos en la lengua, respondió: “Lo que tiene Santiago no lo tuvo absolutamente ningún conductor, eso de generar una empatía y una química con el público, con nosotros, con los participantes que salen. Rial no era muy querido ni por los chicos ni por los de afuera. Es más, creo que hasta ahora le está pegando a Gran Hermano y ni es conductor”.
El futuro de Gran Hermano: ¿quiénes son los finalistas para Gastón Trezeguet?
Tras una pausa de seis años, Gran Hermano regresó a la pantalla chica con una fuerza inesperada. Catalogada como la edición más “caótica”, esta nueva temporada generó el frenesí con el que se vivieron las eliminaciones de antaño y le devolvió a Telefe el lugar de líder absoluto del rating, al igual que el dominio casi total de las tendencias de Twitter.
“Los chicos se enteraron con todo. Los vimos jugar desde el primer día uno, entraron algunos demasiado acelerados, pero me parece súper interesante. Es uno de los mejores casting de la historia de Gran Hermano y me parece que es súper rico, imagínate que está todo el mundo enganchado hasta la gente que antes hablaba mal del programa se atrapó en este en esta edición”, reflexionó Gastón.
Todos desplegaron sus estrategias (algunos mejor y otros peor) y la audiencia ya definió a sus favoritos, pero para el analista no hay que apresurarse. Y explicó: “Yo sé que parece que el programa empezó hace mucho, pero en realidad empezó hace cuatro semanas y, para mí, el mejor jugador todavía no se ha develado. Si ya sabemos ahora quién es el que está con los hilos de titiritero, es porque no lo está haciendo muy bien. Por lo menos hasta mitad de juego debería pasar inadvertido”.
No obstante, se arriesgó a definir a sus finalistas: “Veo a Marcos, a Agustín, a Julieta y a Coti”. En cuanto a un posible repechaje, se atrevió a admitir a quién quiere ver de nuevo en la casa. Con una carcajada, dijo: “A Tomás Holder”.
Sobre la misma línea, teorizó sobre quién podría ser el primero en abandonar. “Alfa no veo que pueda aguantar mucho, pero no por por el voto del público, sino porque está rezongón. No sé si se va a bancar tres meses más de estadía en la casa”, disparó. Y continuó: “Es una persona de más de 60 años que está conviviendo con jóvenes y está medio hinchado. Esperemos que no abandone la casa, pero para él es mucho más heavy porque está como un outsider”.
Aunque no hay ninguna certeza -mucho menos en esta nueva temporada-, los posibles finalistas en boca del “padre de Gran Hermano” cobran otro peso. No obstante, el juego continúa y el público (incluyendo a Gastón) sigue de cerca una competencia tan caótica como emocionante la cual, según trascendió, recién finalizará a mediados de marzo del 2023.
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