Una exconejita de Playboy dijo que le pagaron de forma “generosa” pero igual pegó el portazo: “Puede ser malicioso”
Verena Twigg abandonó Los Ángeles y regresó a su ciudad natal, ubicada en el noroeste de Inglaterra; actualmente dirige un exitoso negocio de limpieza
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La revista PlayBoy se convirtió en todo un éxito en el pasado, pero tras el fallecimiento de su fundador, Hugh Hefner, el 27 de septiembre de 2017, muchas ex “conejitas” se animaron a dar el paso al costado y relatar los oscuros acontecimientos que vivieron en la famosa mansión. Verena Twigg pegó el portazo que le cambió la vida y contó a qué se dedica a sus 45 años, lejos de aquellos años tumultuosos.
“Me pagaron de manera muy generosa por posar en topless y todo era muy glamuroso. Fue divertido que otra persona me peinara y me maquillara”, señaló Twigg, en diálogo con el diario británico The Sun, pero también advirtió el lado B de la rutina de una conejita de PlayBoy.
Verena trabajó como modelo para la revista cuando tenía entre 20 y 30 años. Ahora, con 45, dirige un exitoso negocio de limpieza, ubicado en su ciudad natal en el noroeste de Inglaterra, en Reino Unido. “La paz y la tranquilidad me parecen más divertidas que la ostentación y el glamour”, apuntó.
La exmodelo reveló el motivo que la llevó a abandonar el rubro en el que se desempeñó desde muy joven. “El mundo de las modelos puede ser malicioso y siempre critican tu peso”, sentenció. Y detalló: “Yo tenía una talla 8 y me quedaba bien. Tenía un poco de curvas y era un poco voluptuosa, pero los diseñadores de moda querían que estuviera más delgada para sus trabajos. Así que, simplemente, dije que no, porque no me sentía bien”.
Actualmente, Verena, quien viajó por distintos lugares del mundo y estuvo al lado de exitosas estrellas del mundo del espectáculo, es la jefa de un negocio de limpieza en Inglaterra. “No modelé desde hace 10 años y tengo una vida muy normal. Antes, salía de fiesta todo el tiempo; ahora, prefiero pasar mi tiempo libre rodeada de naturaleza y pasear a mi perro. Mi vida es completamente opuesta a mi pasado”, destacó, aunque admitió que todavía le piden autógrafos por la calle.
Detalles escabrosos y días para el olvido en la mansión PlayBoy
La ingrata experiencia de Verena no fue la única que se vivió en la mansión PlayBoy. Crystal Hefner, la última esposa de Hugh, reveló cómo fue vivir con el magnate en sus últimos cinco años, en diálogo con el diario Daily Mail. “La vida útil de Hef, de 91 años, terminó en la cúspide del #MeToo. ¿Coincidencia? Yo creo que no”, advirtió la exmodelo. Crystal publicó un libro titulado Solo di cosas buenas: “Esto es lo que Hefner me pidió que hiciera después de su muerte, pero no es una petición que pueda cumplir”, agregó.
La mujer detalló que, gracias a su tratamiento psicológico, pudo detectar que fue víctima de maltrato. “Lo conocí cuando tenía 21 años y él, 81. Recuerdo que me dictó con precisión qué tono de esmalte de uñas debía usar y me daba unos golpecitos suaves en la cabeza cuando se me veían las raíces”, apuntó.
Y continuó: “Cuando estaba en la residencia, impuso un toque de queda a las 18 horas, para garantizar que estuviera en casa y compartir su cena y ver sus películas favoritas. Luego, al anochecer, esperaba que participara en el sexo grupal por el que Hefner era famoso”.
La exmodelo sentenció: “No sé cuántas personas estarían en nuestra habitación al mismo tiempo, pero... muchas. Bastante mal. En realidad, nadie quería estar allí”.
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