Fue a Los 8 escalones del millón para cambiar su vida y rompió en llanto al llegar a la final

Durante la tarde del miércoles, el estudio de Los 8 escalones del millón (eltrece) volvió a convertirse en el escenario de un emotivo momento. Tras avanzar lentamente en la competencia, Miriam contestó correctamente una serie de preguntas que la ayudaron a alcanzar el segundo escalón. Aunque en un principio no se dio cuenta de que acababa de llegar a la final, cuando Guido Kaczka -el conductor- se lo aclaró, no pudo contener las lágrimas al verse más cerca del premio que la ayudaría a cambiar su vida.

Al igual que miles de personas que se animaron a desfilar frente a las cámaras del ciclo de juegos, Miriam se anotó con el deseo de poder tener en sus manos el gigantesco cheque. No solo porque eso le aseguraría un millón de pesos, sino porque le daría la oportunidad de volver a competir en la edición de la noche y ganar así dos millones extra, obteniendo un total de tres millones de pesos para invertir en aquello que quisiera.

Con esa idea en mente, se inscribió en el programa y, el miércoles por la tarde, dio el presente entre la tanda de participantes. Como todos, puso a prueba sus conocimientos al responder una serie de preguntas de diversas temáticas y, poco a poco, pudo avanzar hasta la semifinal.

Allí se enfrentó a Matías, quien trabaja como supervisor de producción en una fábrica de pinturas, y a Jimena, una profesora y psicopedagoga. La categoría que se le presentó en el tercer escalón fue plantas y naturaleza y, tras acertar en todas las preguntas enunciadas por el conductor, Miriam fue la primera en convertirse en finalista.

Al responder bien que muchas cremas y productos de belleza creadas para tratar alas quemaduras del sol derivan del aloe vera, Miriam tuvo que dar un paso adelante y ubicarse en el segundo escalón. Pero, sobrellevada por la emoción y los nervios de estar tan cerca del abultado premio, no terminó de entender qué implicaba eso.

“¿Sabés lo que significa?”, le preguntó Guido, quien está acostumbrado a este tipo de confusas escenas. Tras un par de segundos, la participante oriunda de la ciudad bonaerense de Luján preguntó tímidamente: “¿Llegué? ¿Es la final?”.

Con una exclamación, Kaczka confirmó sus sospechas y ella, sin poder controlarse, comenzó a llorar con una mezcla de alegría, alivio y nervios. “Miriam llegó a la final por el millón de pesos. Vive en Luján con su hijo Áxel, tiene a su mamá que se llama Susana. Se anotó ella y quiere volver a formar una familia, quiere agrandar la que ya tiene. Una pareja quiere”, resumió el conductor, mientras la finalista sonreía.

Asimismo, compartió que tiene deseos de encontrar el amor y de, cuando su hijo -quien tiene 21 años- logre establecerse, irse a vivir a Córdoba para realizar un cambio de aire. “En un futuro”, explicó.

No obstante, la felicidad no le duró mucho ya que, durante la compleja última ronda de preguntas, fue superada por Jimena, quien terminó por consagrarse como la ganadora del millón. Al contrario de otros participantes que, con un solo premio, optan por retirarse, la psicopedagoga aceptó ir por más y dejó a Miriam sin la posibilidad de competir nuevamente.

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