Fue a los 8 escalones del millón, mostró su talento oculto y descolocó a Guido Kaczka: “¿Lo haces porque queres?”

Guido Kackza lleva varios años como conductor y, por ende, habló y conoció a muchas personas a lo largo de su amplia carrera. Es por eso que no es nada fácil sorprenderlo y, todavía más complejo, es dejarlo sin palabras. Sin embargo, un joven participante de Los 8 escalones del millón (eltrece) lo logró, no gracias a su conocimiento al momento de responder preguntas, sino al sacar a relucir un extraño talento.

Al momento de anotarse para formar parte del aclamado programa de preguntas y respuestas, los interesados deben brindar un breve resumen sobre su vida. Cuantos años tienen, a qué se dedican, para qué quieren usar el dinero y si algún dato curioso son algunos de los datos que aportan y que, más tarde, le sirven al conductor al momento de charlar con ellos.

En el caso de Joaquín, un joven concursante de apenas 22 años, la lista de intereses fue tan extensa que dejó sin palabras a Guido Kaczka. Cuando fue su turno de dar un paso al frente y separarse del grupo para comenzar a jugar, el conductor dijo: “Joaquín Villanueva, estudiante de la carrera de psicopedagogía, le falta cursar una materia para recibirte”.

Tras asentir, agregó que no solo cursa sino que usa sus horas libres para realizar diversos cursos que lo ayudarán a avanzar profesionalmente. “Estoy aprovechando porque tengo bastantes días libres, entonces hago cursos porque mi sueño es trabajar en un banco, para eso estudio para ayudar a las personas mayores”, explicó.

A su vez, explicó que en poco tiempo empezará a prepararse para poder ser programador informático, conocimiento que le servirá al momento de alcanzar sus objetivos. “Otra alternativa que tengo es trabajar en hoteles. Para eso estoy haciendo el curso de masajes, voy a hacer el curso de recreación y el traductorado de portugués”, agregó. “Pero, ¿Te alcanzan las 24 horas?”, exclamó, sorprendido, Guido. Entre risas, Joaquín aseguró que si y aclaró que la única materia que lo separa del título de psicopedagogía es la de prevención y orientación psicopedagógica.

Pero las sorpresas no terminaron allí. Segundos después, Kaczka volvió a entrar en shock cuando el participante sacó a relucir un extraño talento: decir las palabras al revés. “Me decís una palabra o una oración, y empiezo de la última letra hasta la primera de la primera palabra”, describió con una sonrisa pícara.

“Pero…¿vos lo haces porque queres? ¿O cada cosa de escuchas, la cabeza te piensa?”, disparó, intrigado, su interlocutor. Como si estuviese hablando de una práctica cotidiana, respondió: “No, empecé a los 8 porque estaba aburrido. Empecé a improvisar con las palabras”. Para ponerlo a prueba, Guido le dijo una seguidilla de palabras -los nombres de los meses- para que demostrara si era cierto y, una tras una, dijo todas a la perfección.

Luego de dedicarle una ronda de aplausos, finalmente dieron inicio al juego y le hicieron una pregunta. A pesar de que avanzó de forma fluida y de que quedó entre los últimos cuatro, no logró ubicarse entre los finalistas.

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