Fontova cambia de estilo
"Delicatessen": el envío que grabó para Canal 9 lo muestra con un humor "más fino", resultado de su paso por Les Luthiers.
Horacio Fontova parece cansado de su imagen de humorista irreverente y zafado. Tanto que, según asegura, a esta altura de su vida no volvería a meterse dentro del disfraz de Sonia Bragueti, el personaje de travesti que, pollera y plumero en mano, repartía besos a los invitados del popular programa "Peor es nada".
El músico y conductor está dispuesto a bucear dentro de sí mismo para recurrir "a lo más fino" que hay en él y "para hacer un humor delicado". Algo que parece raro en un hombre como él, tan acostumbrado a ser "el guarango de la fiesta", según sus propias palabras.
De esa búsqueda interna, precisamente, surgió el nombre del ciclo que lo traerá nuevamente a la pantalla: "Delicatessen", un programa producido por KMP (la misma que produjo "El garante") que mezclará música, invitados, y sobre todo, mucho humor. Del fino, como quiere él en esta nueva etapa de su vida.
"Mi modelo ideal es Tato Bores. Ese personaje, que era una especie de navegante intersketches.Y es difícil, porque estoy tratando de sacar toda la maquieta que puede haber en mí, en cuanto personajes", confiesa Fontova.
_¿Qué estereotipos querés abandonar?
_Me gustaría afinarme un poco, en el sentido de dejar esa veta mía de la guarangada. Básicamente, yo soy muy guarango. Cuando hacía "Peor es nada", al Petiso (Jorge Guinzburg) y a mí nos decían "sexopa" y "escato", por sexópata y escatológico. Es verdad, somos así. Pero bueno... ya no quiero eso. Y por eso el nombre del programa: "Delicatessen".
_¿A qué se debe tanto cambio?
_Para mí, lo más fácil es lo guarango. Pero no es lo único que me gusta, mi gusto no se limita a eso. Ahora quiero recurrir a lo más fino que hay en mí para hacer un humor más delicado. Eso no desecha el absurdo, pero me parece una buena oportunidad para desarrollar más la insinuación. Ahora quiero acercarme al humor que más me gusta: a Chaplin, a Buster Keaton.. Quizás, el cambio viene de trabajar un mes y medio con les Luthiers...
_¿Cómo fue eso?
_Trabajar con ellos fue un toque de alta exquisitez en mi vida. Y a partir de eso sentí un deseo profundo de profesionalizarme un poco más.
_¿Qué quiere decir eso?
_Me puse a estudiar comedia del arte veneciana y también melodrama, con Cristina Moreira. Quise ampliarme. En síntesis, es un cambio grande. Y no es que ahora quiera un humor intelectual, pero sí más agudo. Todo este cambio es un desafío para hacer mejor las cosas.
_Parece un adiós definitivo a Sonia Bragueti...
_Creo que fue la televisión la que me llevó a hacer esas cosas. No sé... Yo jamás me disfrazaba de mujer y en mis shows de música jamás hice esas cosas. En definitiva, estoy tratando de recurrir al showman de la música, que es más fino que lo que se vio hasta ahora en TV.
_¿Culpás a la TV?
_No. Lo único que me molesta de la TV es que es un medio muy estresante. En la TV no existe el trabajo en grupo, ahí es: correte que vengo yo. Y la verdad es que lo tolero sólo por las bondades paralelas.
_¿Qué bondades paralelas?
_Curiosamente, las bondades para el ego. Es muy lindo verse en la pantalla. Me encanta verme y que la gente me recuerde por mis papeles en la televisión.