Filarmónica de Buenos Aires: pianista con ideología

Cuando Elena Bashkirova actuó en Buenos Aires como directora y pianista de la Orquesta de Cámara del Festival Jerusalem, llamó la atención su estilo de programar Schumann y Mozart con Erwin Shulhoff (muerto en un campo de concentración nazi) y Elliot Carter. No por la mera convivencia, sino por la aguda polarización de lenguajes. En posteriores visitas se advirtió que a la esposa de Barenboim no le preocupaba tanto lo que la gente quería escuchar, sino lo que debía escuchar. Sin que pretenda la complaciente pedagogía, esta actitud, que ya ha prendido fuertemente en algunos intérpretes contemporáneos, muestra con claridad la idea de que la música es una sola línea y que el viejo dualismo entre clásicos y románticos frente a contemporáneos cada vez aparece más superado. Bashkirova puede permitirse esta certeza, porque además de ser una intérprete con ideología (como su esposo) es una pianista que ya alcanzó un alto nivel musical expresivo y técnico. El jueves, la pianista rusa actuará en el Colón como solista en el Tercer Concierto para piano y orquesta, de Béla Bartók, el creador centroeuropeo clave en la apertura de la música pianística del siglo XX. Bashkirova garantizará sin duda la verdadera imagen del estructurado, pero espontáneo y evocador concierto, junto a la Filarmónica, dirigida por Enrique Arturo Diemecke.

Obras de Bartók y Strauss

Jueves, a las 20.

Teatro Colón, Libertad 621.

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