Evocación de La Fusa
Antes de su show, Maria Creuza se reunió con el productor argentino que la hizo famosa, hace más de cuatro décadas
Alfredo Radoszynski y Maria Creuza parecen padre e hija, no una famosa cantante brasileña y su productor discográfico. Nadie podrá pensar que es posible una relación de amistad entre una artista y su editor que dure más de 40 años. La mayoría de las veces se impone el odio. Pero no es éste el caso.
Se conocieron en 1969, cuando ella y Toquinho acompañaban, en el local La Fusa, al genial Vinicius de Moraes. Alfredo, que era amigo de Vinicius, fue a ver el show y pensó: "Esto hay que grabarlo". Alquiló un estudio de grabación, recreó el clima de La Fusa con mesas, sillas, bebidas y público, y durante dos largas noches grabó el concierto. El resultado es conocido por los verdaderos fans de la música del Brasil: Vinicius con Toquinho y Maria Creuza (ese que todos conocen como "el disco de La Fusa"), una pieza fundamental de la MPB.
Más de cuatro décadas después, en Notorious (a unas cuadras de la galería Capitol, donde estaba La Fusa), cada sábado un grupo de músicos encabezados por la cantante Cecilia Arellano recrea aquel álbum. Maria Creuza fue a ver el show; salió encantada y con ganas de volver a interpretarlo. Así fue como se puso en marcha el concierto en el Metropolitan, previsto para hoy. "Me encantó cuando lo vi. Fue una sensación fuerte y linda. Una caricia al alma. Me sentí privilegiada. Además, me transportó en el tiempo. Gracias a este señor [lo mira a Alfredo, que va a cumplir 88 años] tuvimos la posibilidad de hacer un disco que me definió como cantante", recuerda Creuza, con un castellano claro y aporteñado. "Ver ese espectáculo me dio ganas de festejar. Siento que ese repertorio, por más que pasen los años, sigue vigente y con su propia magia."
La lista que finalmente quedó en la grabación fue dedicada a la obra de Vinicius (en sociedad con Jobim y con Baden Powell), aunque no de manera exclusiva. Hay otros nombres famosos, como Ben Jor, Antônio Carlos y Jocafi. "Copa do mundo" (a propósito del Mundial de fútbol de ese año), "A felicidade", "Tomara (Ojalá)", "Que maravilha", "Lamento do morro", "Berimbau", "Irene", "Canto de Ossanha", "Garota de Ipanema", "Samba em preludio", "Catendé", "Valsa da Tunisia", "Eu sei que vou te amar", "Minha namorada" y "Se todos fossem iguais a você".
"Siempre decíamos con Toquinho que nosotros éramos los pupilos de Vinicius", explica Maria y Alfredo completa la idea: "Todos le debíamos algo a Vinicius. No se trataba de plata. Lo que él nos dio era mucho más que dinero".
-¿Se pueden descubrir cosas nuevas en su obra, a medida que pasa el tiempo?
Maria: -Por supuesto. Tiene que ver con eso. La magia es ésa. Como cantante puedo hacer un arreglo diferente, pero con el paso del tiempo, se puede hacer otra lectura de esas canciones, según la experiencia de vida, lo cotidiano, la profesión, las ansiedades, las tristezas y los logros. Y ese repertorio que hicimos en La Fusa puedo decir, sin falsa modestia, que es parte de la historia de muchísima gente.
-Alfredo, ¿qué fue lo que lo convenció de que ese espectáculo debía ser grabado?
Alfredo: -Que todo era perfecto.
Maria: -Además, como estaba la bahiana [se refiere a ella] le gustó mucho más.
Alfredo: -Dos días antes de grabar Vinicius vino a mi oficina y me dijo: "¿Estás seguro de que querés hacer esto? Yo no vendo discos. Tengo miedo de que te vayas a la quiebra". Y es por eso que yo lo recuerdo con tanto cariño.
-El clima de ese disco fue la recreación en estudio de lo que sucedía en un café concert. ¿Cómo fue grabar con dos sesionistas argentinos, "Mojarra" Fernández en contrabajo y "Zurdo" Roizner en batería?
Maria: -Bueno, eso era lo interesante, que entraran en el clima. Teníamos que demostrar que no había ningún tipo de barrera. La música es universal. Para el buen músico los temas de Vinicius no son difíciles de tocar.
-¿ Y la repercusión en Brasil?
Maria: -Una maravilla. Yo no era conocida. Recién empezaba mi carrera. El éxito fue tan grande que se empezó a hablar allá de este disco. Y la persona que le dio autorización a Alfredo para que yo grabara en la Argentina fue la que luego pidió que publicáramos en Brasil como Maria Creuza Eu sei que vou te amar, con la participación especial de Vinicius y Toquinho. Era lo mismo de La Fusa. Eso marcó mi vida para siempre. Imaginate que he hecho el sacrificio más grande y lo puedo decir do fundo do meu coração. En 1971, Vinicius me esperó tanto que a los 12 días de haber nacido mi hija Luana casi la llevo a Mar del Plata. Lo hablamos con mi marido y como él me decía que íbamos a estar de acá para allá, lo mejor era contratar a una persona para cuidar a mi bebé en Brasil para que yo fuera y volviera... pronto. "¡No te quedes a vivir allá!", me dijo mi marido [larga una carcajada].
Creuza canta Vinicius
Interpreta el repertorio de La Fusa
Metropolitan Citi, Corrientes 1343.
Hoy, a las 21.
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