En un panorama incierto, el teatro apuesta a lo seguro
Los títulos son las estrellas: Brujas, Casi normales, Art, Toc toc y Los bonobos
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En la reapertura del Multitabarís Comafi, en 2018, Mauricio Dayub se refería a Toc toc como la comedia de la historia del teatro argentino que más espectadores había sentado en la platea. Moria Casán, por su parte, le retrucaba, con humor, claro, que no, que era Brujas. Ambas comedias superaban por ese tiempo el millón trecientos mil espectadores. Dayub le cantaba vale cuatro con respecto a los años. Brujas había tardado muchos más. Casán entonces argumentaba que Toc toc lo había logrado a fuerza de dos elencos trabajando en paralelo: uno en Buenos Aires y el otro de gira. Conclusión: las dos comedias más convocantes de la historia están juntas en la cartelera porteña en este extraño 2021. Con el reestreno de Art este año conformarán un eslogan insuperable: tres comedias que cuentan con cuatro millones de espectadores en su historia, caso único mundial en un mismo edificio teatral, el Multitabarís Comafi. Junto a Cuando los duendes cazan perdices en el teatro Astral con Luis Sandrini y con los casi un millón de personas de Más respeto que soy tu madre en El Nacional, con Antonio Gasalla, la obra de Jazmina Reza integra el quinteto de comedias más taquilleras.
Toc toc cumple diez años y lo festeja regresando el 24 de marzo, con Ernesto Claudio, Miguel Ángel Rodríguez, Malena Figó, Patricia Echegoyen, Natasha Córdoba, Diego Freigedo y Gabriela Grinblat, bajo la dirección de Lía Jelín. Ya para esta fecha cuenta con dos millones de espectadores desde aquel estreno del 7 de enero de 2011 en Buenos Aires con sus 2775 funciones. Si se suman las 1232 funciones que hizo el elenco paralelo en gira con sus casi 500 mil espectadores las cifras son de no creer. Pero sí, Toc toc es un verdadero fenómeno.
Mientras tanto, se prepara para salir a la cancha Art, de Yasmina Reza, que aún no tiene fecha de estreno pero el elenco está en pleno momento de ensayos así que será inminente la confirmación de fechas. El trío actoral está compuesto por Pablo Echarri, Mike Amigorena y Fernán Mirás y, en la dirección, la dupla de Ricardo Darín-Germán Palacios, originales de las puestas de Art anteriores: en 1998 junto a Oscar Martínez y en 2010, junto a José Luis Mazza.
Pero hay más, el 1° de abril, y por cuatro meses, volverá una comedia que fue furor en todo el país: Una semana nada más, estrenada en enero de 2019. Con Nicolás Vázquez, Benjamín Rojas y Gimena Accardi, en el personaje femenino que hasta ahora había interpretado Flor Vigna. Los tres, además, fueron protagonistas del anterior suceso, El otro lado de la cama, obra que fue vista por más de 350.000 espectadores. Una semana nada más tiene sus entradas en venta, ya la vieron más de 220.000 espectadores, en estos momentos está vendiendo a un ritmo sorpresivo. Los primeros dos días agotaron tres funciones y se vendieron tres entradas por minuto.
Y a estas obras se suman otras que ya son clásicas de la cartelera porteña. Como es el caso de Casi normales, otro fenómeno indiscutido que volvió al Metropolitan Sura en enero, con Laura Conforte, Martín Ruiz, Manuela del Campo, Guido Balzaretti, Federico Llambi y Máximo Meyer. El musical de Brian Yorkey y Tom Kitt se estrenó a comienzos de 2012 en Argentina. Generó tal fanatismo que hay espectadores que la vieron más de cien veces y hasta se tatuaron letras y fragmentos de la obra. En sus ocho temporadas (mudándose de teatros como el Liceo, Apolo, El Nacional, Tabarís, Metropolitan y Astral) cosechó premios y más de 800 funciones.
“Lo que se hizo es apostar a clásicos que no solo tienen un título y un recorrido sino que son de alta calidad y que sabemos que son elegidos por el público”, cuenta Javier Faroni, el productor de Casi normales. “La actividad se va a acomodar de a poco, no va a ser fácil y la cartelera y la programación también se irán armando lentamente. Hoy ya con un 50 % de aforo nos permite pensar otro tipo de títulos y de actores”, agrega el productor.
En el escenario del Metropolitan también continúan las funciones de Petróleo, uno de los mayores éxitos nacido en el teatro Sarmiento del grupo Piel de Lava (Laura Paredes, Pilar Gamboa, Elisa Carricajo y Valeria Correa).
Los bonobos es otro de los títulos que regresa aunque todavía no tiene fecha precisa de retorno está en los planes a corto plazo. La comedia producida por Gustavo Yankelevich, dirigida por Alberto Negrin y Gabriel Chame Buendia y que tiene en su elenco Lizy Tagliani, Campi, Peto Menahem, Oski Guzman, Manuela Pal y Anita Gutierrez, quedó suspendida por la pandemia y retomaría sus funciones en el Lola Membrives.
Porque, además, a no olvidar: se necesitan elencos no tan numerosos, que la historia posibilite la distancia y un etcétera de lo más incómodo. Y entonces productores y artistas sacan sus mejores trajes y se suben al escenario con Desnudos, por ejemplo, con Luciano Castro, Silvina Rojas, Gonzalo Heredia, Brenda Gandini, Mey Scápola y Luciano Cáceres, la obra que fue un éxito en Mar del Plata en el verano prepandémico y tuvo que quedar en pausa retomará ahora sus funciones en Buenos Aires. El unipersonal de Mauricio Dayub, El equilibrista, que no se tomó vacaciones y luego de sus funciones en Mar del Plata vuelve al Chacareran en lo que será su tercera temporada, su teatro de origen. Al mismo teatro volverá Un judío común y corriente, el unipersonal con Gerardo Romano en su séptima temporada. Y continúan también obras elegidas por el público como Imprenteros en el Metropolitan Sura; en el Picadero las obras como El loco y la camisa, Nada del amor me produce envidia, en su 12ª temporada, y Así de simple siguen haciendo funciones. Y en otros ámbitos como el teatro oficial vuelven obras como Happyland y El siglo de oro trans, la versión libre de Don gil de las calzas verdes, de Gonzalo Demaría. El teatro independiente también toma este camino con obras como El amor es un bien, El amante de los caballos, La Pilarcita, Valeria radioactiva y La vida extraordinaria. Y la lista seguirá engrosándose conforme avancen los días y más salas puedan abrir.
¿Azar? Es difícil precisarlo. Todo sonará repetido. Sí, a un año del primer caso de Coronavirus en la Argentina y a casi un año de teatros cerrados, la vuelta desde aquel 13 de noviembre en el que se habilitó la reapertura de salas parece lenta y costosa. Los protocolos son seguros, organizados y bien pensados; el aforo de las salas lentamente se agranda (de un 30% del comienzo a hoy ya aumentó al 50%) y la maquinaria teatral se pone en marcha, pero de a poco. Se sabe: el teatro necesita de tiempos. Planificaciones, permisos, conformación de elencos, ensayos. Esos proyectos a mediano y largo plazo que la pandemia parece haber puesto en jaque. Entonces, no es tiempo de valientes. O sí, y ser valiente en este caso es abrir las salas y no dejar que el teatro se esfume. “La ecuación de abrir sin ayudas o de cerrar con ayudas es prácticamente la misma. A nivel económico va a ser otro año desértico y con mucho daño, sin lugar a dudas. Estamos ante un año bravísimo y ya con mucha gente golpeada”, afirma el productor Sebastián Blutrach, uno de los responsables del éxito histórico de Toc toc, y también dueño de El Picadero.
“La vuelta de los clásicos es una reacción razonable ante la incertidumbre, ante el nivel de riesgo que habitualmente tiene el teatro y que ahora se multiplica mucho más porque ha bajado la cantidad de gente que viene. Más allá de que va subiendo el caudal semana a semana, no tenemos el público que teníamos previo a la pandemia. Así que la vuelta a las obras que ya tienen sus escenografías y puestas ya amortizadas es una manera que tenemos de volver con un poco menos de riesgo. Algunas van a funcionar y otras no. Como siempre. El futuro incierto nos impide planificar nuevas producciones”, agrega Blutrach.
Como se sabe, el panorama sigue siendo un signo de pregunta. ¿Habrá segunda ola? ¿Llegarán las vacunas antes que el frío? Y entonces los productores, aquellos valientes que se animan a seguir, a mantener la rueda en funcionamiento, coinciden en ir a las obras más seguras. ¿Seguras? No hay nada seguro en este tiempo pero al menos aquellas que ya tienen una historia, un andar, unos números que las acompañan y les dan cierta sensación de seguridad.
El productor Carlos Rottemberg, siempre agudo y preciso en sus análisis, no lo ve como una característica de este año particular. “No lo veo como un volver sino como una continuidad, y pensemos título por título. En el caso de Art lo cerramos en enero de 2020 para estrenar en agosto del 2020. Brujas celebraba los 30 años el 3 de enero de 2021 con o sin pandemia. Los bonobos y Toc toc retoman sus funciones que se detuvieron por la pandemia, estaban en cartel”, por lo pronto en sus salas se estrenarán nuevas obras de Enrique Pinti, de Gabriel Rolón, una de Nelson Valente que se llamará Díganlo con mímica. Y surge un dato entonces revelador, sumada a El acompañamiento, obra de Carlos Gorostiza y que está actualmente en cartel con Luis Brandoni y David Di Nápoli, las cuatro obras del Multiteatro corresponde a autores nacionales, nada frecuente en estos años en la calle Corrientes. Así que será que el valiente de este tiempo es Rottemberg que se atreve a estrenos y suma datos esperanzadores: “Hubo un aumento de espectadores del 256% semana tras semana desde el 13 de noviembre hasta la última semana de febrero en la Ciudad de Buenos Aires”.
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