El último plato servido por Hannibal
Después de tres temporadas de preparar y servir platos con aspecto apetitoso, pero ingredientes sospechosos, Hannibal se despide. El lunes, a las 23, AXN emitirá el episodio final de la serie creada por Bryan Fuller y basada en los personajes de Thomas Harris.
Con su estilo particular, Hannibal cosechó buenas críticas y fans apasionados, pero no fue suficiente en términos de rating. La cadena NBC canceló la serie en junio, y las posibilidades de revivirla en algún servicio de streaming no prosperaron. Ahora, quienes disfrutaron los platos de Hannibal sólo pueden aferrarse a la esperanza de que Fuller haga una película que continúe la historia.
Desde su estreno en 2013, Hannibal fue una apuesta arriesgada. Para empezar, su protagonista era el mismo personaje que Anthony Hopkins convirtió en uno de los villanos más famosos del cine, lo cual invitaba a odiosas comparaciones.
La excelente actuación de Mads Mikkelsen dejó atrás este posible problema. Su Hannibal tiene una impronta propia que destila una seducción psicópata y peligrosa. A su lado, Hugh Dancy aporta una interpretación sólida como su enemigo íntimo Will Graham. La inclusión de Gillian Anderson, encarnando a la psiquiatra Bedelia Du Maurier, cerró un triángulo interesante.
Y Fuller apostó a una estética suntuosa. Cada detalle, cada color y cada sonido de la serie forman parte de una particular representación artística del terror.
"Esto es terror elegante dijo Fuller cuando se estrenó la serie. No me gusta cuando la violencia es real."
Esa idea inicial consiguió que Hannibal, la serie, sea como Hannibal, el personaje: capaz de horribles crímenes pero sin perder nunca la elegancia.
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