El thriller español disponible en Netflix que juega con la psicología humana y es furor en la plataforma
Alice Gould es una detective privada que ingresa en un centro psiquiátrico para averiguar la verdad sobre el caso que investiga; basado en la novela de Torcuato Luca de Tena
- 3 minutos de lectura'
Alice Gould ingresa en un hospital psiquiátrico con un diagnóstico de paranoia. O así es para todos los profesionales que custodian su ingreso. Posteriormente, la mujer le confesará a un paciente que es una investigadora privada que se infiltró en el centro para recabar pruebas sobre un caso en el que trabaja: la muerte de un joven en circunstancias sospechosas. El padre del interno la contrató para que descubriera la verdad sobre el presunto asesinato de su hijo, pero su encierro pondrá en duda su propia cordura y credibilidad.
Los renglones torcidos de Dios llegó a Netflix el 9 de diciembre y ya ocupa el tercer puesto en el top 10 global de la plataforma de streaming, con más de 17 millones de horas de reproducción acumuladas.
El thriller español, bajo la dirección de Oriol Paulo, se basó en la novela de Torcuato Luca de Tena y dura dos horas y media, aunque se trata de la segunda adaptación, ya que en 1983 se realizó una versión en México. Así, se unió al elenco de películas aclamadas por los espectadores, que rondan la psicología humana y juegan con los giros inesperados dentro del suspenso.
La protagonista, quien afirma en varias ocasiones estar “legalmente secuestrada”, es interpretada por Bárbara Lennie, quien ya compartió rodaje con el Paulo en Contratiempo. Además, Eduard Fernández se pone en la piel de Samuel Alvar, el director del centro psiquiátrico; Loreto Mauleón da vida a Montserrat Castell, una de las profesionales de salud mental; Pablo Derqui, a Ignacio Urquieta, el paciente confidente de Alice; y Javier Beltrán, a César Arellano, el psiquiatra; entre otros.
Los renglones torcidos de Dios está nominada en 6 ocasiones a los Premios Goya 2023, que se celebrarán en Sevilla el 11 de febrero de 2023. Entre ellos, se encuentran el galardón a mejor actriz protagonista, mejor guion adaptado, mejor música original, mejor dirección de arte, mejor diseño de vestuario y mejor maquillaje y peluquería.
Un récord inesperado, también en Netflix
Dahmer- Monstruo: La historia de Jeffrey Dahmer llegó a Netflix el pasado 21 de septiembre y continúa rompiendo récords. La miniserie fue catalogada como “el éxito del año” y no es para menos: superó los 1000 millones de horas de visualización. Así, se sumó a la lista en la que se encuentran producciones como El juego del calamar (17 de septiembre de 2021) y la cuarta temporada de Stranger Things (27 de mayo), de las más vistas en el mundo. También se posicionó en el top 10 mundial durante casi dos meses y logró hacerlo en 92 países, según consignó El Comercio Perú.
Sus crímenes conmocionaron al mundo. Conocido como “el monstruo” o “el caníbal de Milwaukee”, Jeffrey Dahmer asesinó a 17 varones, adultos y niños, entre 1978 y 1991, en Estados Unidos. Pero el asesino serial no solo seducía a sus víctimas y los mataba, sino que también seguía unos extraños rituales, las descuartizaba y almacenaba algunas partes de los cuerpos en su casa. Así, se encontraron en su departamento torsos sumergidos en ácido, cráneos pulidos y corazones congelados.
Temas
Otras noticias de Netflix trends
En Netflix. Cuando se estrena Cien años de soledad, la serie basada en el best seller de García Márquez
Qué ver en Netflix. Las mejores películas para disfrutar el fin de semana del 2 y 3 de noviembre
Quién es. Claudio Cataño, el actor que interpretará a Aureliano Buendía en la serie Cien años de soledad
Más leídas de Espectáculos
“Me dejó rota”. Eugenia Quibel, la última pareja de Rozín entre el legado profesional, el deseo final y los recuerdos
"El tiempo dirá”. Francella habló por primera vez acerca de su crisis matrimonial con Marynés Breña
Amores de selección. Los que dieron el sí, los que se separaron en medio de un escándalo y los enamorados de siempre
Modelo a repetición. Secuelitis, la enfermedad de la que Hollywood no quiere curarse