El romanticismo 2.0 de Fennesz
El músico electrónico presentará sus remixes de las sinfonías de Mahler
Dichosos quienes recuerdan. Durante los años noventa, hubo un género vagamente catalogado como "electrónica" por la prensa inglesa, que se vaticinaba como sucesor del rock. Sabemos que tal cosa no ocurrió, pero un disco que capturó la atención de todos fue el disparador de algo que aún mueve tendencias. Punta de lanza del entonces flamante sello vienés Mego, Hotel Paral.lel (1997) incluía armonías que convivían con frecuencias casi insidiosas y pasajes casi melódicos, todo balanceado a la perfección por un intérprete que, para mayor disonancia en la escena, procesaba su guitarra por una laptop para crear universos sonoros. Casi veinte años después, Fennesz debuta en Buenos Aires con Mahler Remix, su remezcla de las sinfonías de Gustav Mahler por medios digitales: un espectáculo audiovisual que contará con proyecciones en vivo del artista Lillevan y que se propone como de la XX edición del Ciclo de Música Contemporánea. Será hoy a las 20 en la sala AB del Centro Cultural San Martín. "El proyecto Mahler fue una comisión del Austrian Cultural Forum de Nueva York y se remonta a 2002", explica Fennesz a la nacion.
Fennesz tomó fragmentos de las sinfonías de Mahler, las remixó y las dispuso en cuatro movimientos. La obra arranca con un segmento del famoso Adagietto de la Quinta Sinfonía, ralentizado hasta alcanzar una emotividad y extrañeza que lo conectan con The Sinking of the Titanic de Gavin Bryars. El segundo movimiento cruza fragmentos sinfónicos con procesos de laptop, causando un oleaje sonoro por momentos melódico, granular, que cierra con bellos acordes de guitarra. La parte tercera crea atmósferas nocturnas, brumosas y rematadas en tristes orquestaciones mechadas por cataratas digitales. La cuarta, un epílogo perfecto, es una avalancha de recortes corales saturada por el delicado ruido digital que sólo Fennesz puede lograr, y acaba retomando el melancólico motivo de guitarra invadido por coros y ruido blanco. En suma, la obra es un salto cuántico desde la glitchedelia (psicodelia de "glitches", errores digitales) que Fennesz ayudó a consolidar en los noventa.
-¿Cómo fue el proceso de selección de fragmentos entre los movimientos de las diez sinfonías de Mahler?
-Recorrí su obra sinfónica y tomé partes aquí y allá, a la busca de material que pudiera funcionar en un remix. Desde luego, yo soy un compositor muy inferior a Mahler; lo único que puedo hacer es una simple interpretación de su complejo trabajo, y del modo más respetuoso posible. No soy capaz de producir catedrales musicales como él pero sí, quizás, puedo construir una gran muralla sonora.