Los Black Pumas necesitaban una canción más. Hace un par de años, en un festival en Austin, el grupo de soul rock en ese entonces aún nuevo ya había tocado cada uno de los temas de su repertorio, y el público pedía un bis. Desesperados por encontrar algo para tocar, el cantante principal Eric Burton agarró la guitarra y empezó a tocar un tema viejo que había aprendido en su juventud. "La reacción del público fue muy profunda", recuerda. "Y me hizo pensar: ‘No puedo pasar por alto el poder de esta canción, ni la manera en la que conecta con lo que está pasando’".
La canción era "Fast Car", de Tracy Chapman, el éxito de 1988 que estableció a Chapman como una de las trovadoras principales de su época, y ayudó a que ganara tres premios Grammy (incluyendo al de Mejor Artista Nueva) el año siguiente. Narrada por una joven que deja la escuela para ayudar a su padre alcohólico, y sueña con escaparse de todo en el automóvil de su pareja, igualmente desahuciada, "Fast Car" era sutil pero fascinante, uno de los singles más atrapantes de aquel año.
Chapman no ha publicado nada de música nueva desde 2008, pero "Fast Car" creció hasta convertirse en una de las canciones más adoradas y versionadas de la última década. Khalid, Sam Smith y Justin Bieber la han cantado en vivo. La versionaron grupos de electrónica y de reggae, y recibió un cover muy fiel de Passenger. Tan sólo en la última primavera aparecieron dos versiones más: Luke Combs posteó una versión acústica en Internet, y Black Pumas lanzó una interpretación grabada en el estudio como su último single. "El arreglo de guitarra de esa canción es súper icónico, y todo el mundo sabe qué canción es en cuanto la empezás a tocar", dice Combs. "La conocen y la cantan. Es como ‘Free Bird’ o ‘Jolene’".
Pero una época marcada por la agitación, una pandemia y una enorme y repentina ola de desocupación, una canción enraizada en las turbulencias sociales y económicas de hace 30 años también le habla a una generación de músicos y oyentes nuevos. "‘Fast Car’ es una canción eterna", le dice Khalid a RS. "Suena como si hubiera salido la semana pasada".
Si uno considera los obstáculos que debió superar, la idea de que "Fast Car" se haya transformado en un nuevo standard es sorprendente. David Kershenbaum, quien produjo el debut autotitulado de Chapman, escuchó la canción durante una reunión inicial con Chapman en un salón de conferencias; ella le dijo que tenía una canción que él aún no había escuchado, y le puso un cassette del demo. Sacudido inmediatamente por la canción, Kershenbaum se aseguró de que la incluyeran en el disco de Chapman. El tema, centrado alrededor de la voz tranquilamente emotiva de Chapman, y en la delicada figura de su guitarra –con una pequeña sección rítmica que la acompañaba sin abrumarla– se grabó en un par de tomas.
Pero en 1988, en la cima del hair metal y de íconos de hip hop de la Costa Este como Public Enemy, lo último que querían las radios era una canción que recordara los cafés bohemios de los sesenta –aunque "Luka", de Suzanne Vega, hubiera sido un éxito sorpresa el año anterior–. Kershenbaum recuerda que Elektra, el sello de Chapman, le pidió que recortara "Fast Car", porque al estribillo lo predecían tres estrofas, lo cual es más largo que lo habitual. "La canción iba contra la corriente de todo lo que pasaba en las radios de pop de esa época, así que querían que el estribillo apareciera antes", dice Kershenbaum. "Me pasé dos semanas con eso, pero no funcionaba. Había que construir la historia de a poco, y después dejar que explotara. Es cierto que el estribillo llega tarde, pero cuando finalmente aparece, y entra la batería, el impacto es enorme".
Al final la canción triunfó, entrando en el Top 10 de ese verano; a su carácter desolado lo acompañó un video melancólico dirigido por Matt Mahurin. "Sonaba diferente de cualquier cosa que hubiera en la radio en esa época", recuerda el disc jockey y productor británico Jonas Blue, que escuchó la canción por primera vez en los noventa y la reversionó en 2015. "En la radio había canciones excesivamente producidas, y de repente aparece este single solamente con una guitarra y una voz".
El momento fue oportuno en más de un sentido: ese año, la Secretaría de Trabajo informó que el desempleo entre afroamericanos era de alrededor del 10 por ciento, el doble que entre los blancos. Por eso, frases como "Vos seguís sin trabajo/Yo trabajo de cajera en un mercado", si bien no eran autobiográficas, como se encargó de aclarar Chapman, quien había asistido a la Universidad Tufts, reflejaba la devastación económica que sufrían muchas comunidades desde fines de la época de Reagan. "Era melódicamente muy escuchable, y además todo el mundo tuvo un momento en su vida en el que tuvo ganas de agarrar el auto y evadirse de todo", dice Kershenbaum. "Todo el mundo, en algún momento de la vida, se quiso escapar de alguna situación, y esa canción lo expresaba perfecto desde un punto de vista emocional".
Pero después de su pico cultural, "Fast Car" siguió viva. Nice and Smooth, el dúo de rap de la Costa Este, usó un sampleo de la guitarra de Chapman en "Sometimes I Rhyme Slow", en 1991, y el artista jamaiquino Wayne Wonder la reversionó como un tema de reggae más o menos en la misma época. Muchos años después, Chris Daughtry y Kelly Clarkson cantaron la canción en vivo en 2010.
Pero el reciente renacer de la canción empezó, sobre todo, con gente que no estaba viva cuando el tema apareció. Combs, nacido en 1990, la escuchó por primera vez en el auto de su familia; estaba en uno de los cassettes de la colección de su papá (Combs aún conserva la cinta original), y el padre y él se conectaron a través de la canción, y de todo el disco Tracy Chapman. Khalid nació diez años después de la versión de Chapman y la escuchó por primera vez, según dice, en noveno grado. "No estoy seguro de quién me la mostró, pero me acuerdo que cuando la escuché, me hizo sentir seguro", dice. "Tiene una melodía que te levanta el ánimo".
Burton, de los Black Pumas, nació dos años antes de que saliera "Fast Car", y conoció la música de Chapman gracias a su hit posterior, "Give Me One Reason", basado en el blues. Buscaba canciones para cantar, y se dio cuenta de que su tono vocal era similar al de Chapman, entonces Burton hurgó en su catálogo anterior y descubrió "Fast Car", que decidió agregarla a su repertorio. "Mientras aprendía la canción, yo vivía la vida que describe", recuerda. "Me conecté con la plegaria de la persona de la canción, en el sentido de que yo me quería ir a alguna parte, y quería crear algo de la nada. Cantar esa canción fue como descubrir una parte de mí que no conocía o con la que no estaba del todo familiarizado".
Burton quería cantar "Fast Car" en un casting para American Idol, pero lo eliminaron antes. Mientras, empezó a tocarla en la época en la que tocaba en la calle en el puerto de Santa Mónica, donde pudo entender su impacto. "Si vas a cualquier lado donde haya gente tocando en la calle, la vas a escuchar", dice. "La gente se identifica con la persona que toca en la calle pidiendo plata, así que la canción le llegó a mucha gente que pasó por esta experiencia".
Blue nació el año después de la aparición de "Fast Car", y se crió escuchando el single de Chapman en la radio y en la colección de discos de la madre, y la canción se le quedó pegada. Luego de unas vacaciones en Ibiza en 2015, se le ocurrió la idea de reversionarla y, para su sorpresa, "Fast Car" resultó perfecta para una versión en clave tropical house. De casualidad, al productor sueco de música electrónica Tobtok se le ocurrió la misma idea al mismo tiempo, y ambas versiones fueron editadas casi al mismo tiempo.
La versión de Blue se convirtió en un éxito de música dance y, según Alpha Data –el proveedor de análisis de datos que asiste a los rankings de Rolling Stone–, fue escuchada 177 millones de veces en servicios de streaming, apenas por debajo de la original de Chapman (escuchada 204 millones de veces en streaming). "Muchos de mis fans son gente joven, y nunca habían escuchado la original, así que pensaron que era una canción esencialmente mía", dice Blue. "Todo el mundo la escucha diferente, pero es una canción que siempre ayudará a la gente a atravesar y superar tiempos difíciles".
Difícilmente haya habido tiempos más difíciles que los actuales, y "Fast Car" parece lista para un nuevo regreso. Hace aproximadamente dos años, Combs posteó un fragmento tocando la canción en un camarín en The Ryman. Los fans empezaron a pedirle una interpretación completa, que finalmente filmó y posteó en marzo, justo antes de que la cuarentena por el virus entrara en vigencia. Desde entonces fue vista casi 3 millones de veces en YouTube y 1,2 millones de veces en su cuenta de Instagram. "Definitivamente, me sorprendió", dice. "No me di cuenta hasta qué punto mis fans le prestarían atención, y me encantó. Es muy interesante que una canción de hace 32 años pueda ser tan relevante y tener tanto impacto ahora". (Chapman, que actualmente vive en Carolina del Norte, declinó un pedido de comentario en esta nota).
Cuando retome una gira pospuesta hasta después de la cuarentena, Combs dice que está considerando agregar la canción a su set, mientras que los Black Pumas ya la convirtieron en una parte habitual de sus shows, incluso antes de la interrupción de su gira. Ahora tocar la canción se siente aún más apropiado, incluso si no encaja en la definición más rígida de una canción de protesta. "Para mí, esta sí es una canción de protesta, pero de una manera sutil", dice Burton. "Es una canción que dice que no está bien ser complaciente. Es una canción que dice que no está bien aceptar cosas que te impidan vivir la mejor vida. Sigue siendo relevante".
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