Sugar, el regreso de una comedia musical que hizo historia en la calle Corrientes
Susana Giménez, que la protagonizó en 1986, será ahora la productora de esta nueva versión que llevarán adelante el año próximo Griselda Siciliani, Nicolás Cabré y Federico D'Elía
En noviembre de 1986, contra viento y marea, en el Lola Membrives se estrenó una de las comedias musicales más exitosas que tuvo la calle Corrientes: Sugar. Tres años casi ininterrumpidos en cartel con un trío protagónico fulgurante: Susana Giménez, Ricardo Darín, Arturo Puig. La diva venía de hacer otro éxito que también duró tres años: La mujer del año. Darín era uno de los ascendentes "galancitos" de moda y, además, estaba de novio con ella. En tanto, Arturo Puig tenía un peso propio por su larga trayectoria como galán televisivo.
Hasta llegar al gran día, pasó de todo en aquella producción. Hubo portazos, gritos y hasta un estreno frustrado. Pero el público aceptó esa propuesta brillante que dirigió Mario Morgan y la mantuvo a sala llena tanto en Buenos Aires como en Mar del Plata y Villa Carlos Paz. El resto del elenco lo completaron Gogó Andreu, Norma Pons, Roberto Catarineu, Francisco Nápoli y Pepe Monje (César Pierry reemplazó a Puig en Córdoba), además de un ensamble de 25 artistas, entre los que estaban Karina K, Aníbal Silveyra y Mecha Fernández.
Durante estos últimos años muchas veces circularon rumores sobre el posible regreso de Susana Giménez a la comedia musical. Se dijo que volvería a hacer La mujer del año, pero ella siempre lo desmintió. "Todos lo decían porque yo siempre tuve ganas de volver a hacerla. Lo señalaba como una expresión de deseos. Siempre la tengo ahí, como para volver algún día", admitió a este cronista antes del estreno de Piel de Judas, el año pasado. Pero el teatro musical cambió mucho desde los años 80 y ya no admite playbacks ni trucos especialmente fabricados para las estrellas.
El ingreso de Gustavo Yankelevich como productor en la escena comercial porteña fue explosivo. Sobre todo Le prénom, Piel de Judas, Nuestras mujeres y El quilombero fueron éxitos inmediatos y sostenidos. La comedia musical es el cuco para la mayoría de los productores argentinos, aunque podría considerarse un desafío para un productor de la dimensión de este hombre que logró los más importantes picos de rating durante más de una década en Telefe. Un buen día resolvió llamar a su amiga Susana Giménez y le insistió en volver a escena con La mujer del año o Sugar. "Eso murió conmigo", le habría respondido rotundamente. Pero el persuasivo hombre la convenció de volver con Sugar, aunque detrás de escena, como coproductora. Y sin dudarlo, la promoción de la obra sería: "Susana Giménez presenta Sugar". Claro que Arturo Puig, gran amigo de ambos, no podía estar excluido del proyecto. Comenzó a dirigir teatro hace tres años y, de inmediato, acumuló un puñado de éxitos. Conoce y quiere tanto a Sugar que es el director ideal para este regreso.
Hoy es un hecho el regreso de esa comedia musical basada en la película Una Eva y dos Adanes (1959), de Billy Wilder, protagonizada por Marilyn Monroe, Jack Lemmon y Tony Curtis. Se estrenará el viernes 7 de abril de 2017 y los ensayos comenzarán en febrero. ¿De qué se trata Sugar? Joe y Jerry son dos músicos callejeros que presencian la masacre de San Valentín, en Chicago, y huyen de la ciudad para no ser atrapados por las pandillas de Polainas y del Sucio Norton. En el Spats Palazzos actúa una banda musical femenina: Pandora y sus Chicas Ardorosas. Para no ser descubiertos, Joe y Jerry se disfrazan de mujeres y consiguen que los contrate la orquesta de chicas. Así es como viajan a Miami, entre amores confusos y persecuciones de gánsteres. La versión teatral de la película se estrenó sin demasiado suceso en Broadway, el 9 de abril de 1972, en el Majestic Theatre. Buenos Aires y Roma son dos de las ciudades donde mayor éxito tuvo la obra.
Tanto Susana como Puig y Yankelevich estuvieron de acuerdo en que Griselda Siciliani podía encarar el papel protagónico que hizo Susana en 1986 y que Nicolás Cabré y Federico D'Elía encajaban perfecto para encarnar a ese dúo de músicos que ante la falta de trabajo y perseguidos por dos bandas mafiosas se travisten para trabajar en una orquesta de señoritas. El resto del elenco ya está prácticamente definido. Roberto Catarineu volverá a formar parte de la obra, aunque en el papel que encarnó Gogó Andreu: un millonario que se enamora perdidamente de Jerry (Cabré) sin saber que es un hombre. En la versión original personificaba a Polainas, uno de los gánsteres, que esta vez encarnará Rodrigo Pedreira. Por su parte, Gipsy Bonafina será Pandora, la directora de la orquesta. Habrá 30 personas en escena.
Algunos se preguntarán por qué fueron convocados Cabré y D'Elía, que no han hecho comedias musicales para adultos. Lo mismo se preguntaban muchos en 1986 cuando se anunció que Ricardo Darín y Carlos Andrés Calvo iban a ser los protagonistas. Ah... sí, Carlín. Junto con Darín eran los "galancitos" más convocantes, además de ser íntimos amigos. El primer contratiempo que tuvo aquella producción fue su pelea con la producción de los hermanos Spadone, el director artístico Carlos Perciavalle y el consecuente enojo de Darín y Susana. Calvo se retiró del elenco durante los ensayos y tomó su lugar Puig, que venía de hacer con éxito La mujer del año. En aquella oportunidad la obra costó 500.000 dólares y llevó casi seis meses de ensayos.
Darín y luego Puig tuvieron que tomar arduas clases de tap para poder encarar el cuadro musical en el que recibían una ovación. Lo mismo ocurrirá en esta oportunidad con D'Elía y Cabré. El primero (que protagonizó la primera versión de Peter Pan, en los años 90) ya comenzó a tomar clases de canto y de tap, aunque el protagonista de El quilombero todavía no puede hacer lo mismo porque fue operado de las rodillas hace muy poco. Apenas concluyan las grabaciones de Educando a Nina, momento en que Griselda Siciliani quedará más liberada, comenzarán a hacerse las primeras lecturas de mesa. Los ensayos coreográficos comenzarán en febrero, liderados por Gustavo Wons; y en marzo arrancarán los ensayos de escenas no musicales.
Si rebobinamos nuevamente hacia la primera versión de la obra, el siguiente conflicto fue la partida de Carlos Perciavalle tras una pelea con la producción. Fue el generador de la idea y uno de los motores de la producción. Incluso él mismo contó que Peter Stone, autor de la obra, lo autorizó a modificarla a gusto y piacere. Así lo hizo. Como no le gustaban mucho las canciones originales que compusieron Jule Styne y Bob Merril, se quedó con dos y, junto con el director musical (el norteamericano Jack Elton), incorporó otros temas pertenecientes al cancionero de la comedia musical norteamericana. En tanto, con el libro, realizó los cambios necesarios como para que sea una fiel versión teatral del film. Esta nueva puesta (en versión de Masllorens y Del Pino) estará en gran parte inspirada en la que se estrenó en aquella oportunidad en el Lola Membrives. Sólo se cambiarán tres cuadros musicales para aprovechar las virtudes interpretativas musicales de Siciliani.
El arranque de inversión de Sugar, entre escenografía, vestuario y ensayos (sin contar publicidad y lanzamiento de prensa) estará cerca de los 10 millones de pesos. El equipo creativo es prácticamente el mismo que el de Piel de Judas. Alberto Negrín hará uso del escenario giratorio de aquella puesta, y evitará los apagones y escenas a proscenio que tenía la puesta anterior. Por su parte, Eduardo Svetelman estará a cargo de la dirección musical; Renata Schussheim, del vestuario; Mariano Demaría, de las luces, y Max Otranto será el stage manager. No habrá orquesta en vivo, sino pista grabada con orquesta. La producción garantiza mucho movimiento en el detrás de escena, con seis vestidoras para cada intérprete, por ejemplo.
Los éxitos se reciclan y tanto Gustavo Yankelevich como Susana Giménez saben que si esta apuesta les sale bien, habrá posibilidades de que algún otro productor se anime a encarar un espectáculo de estas características. La suerte de Sugar será algo así como la del musical de gran formato. Si no llega a funcionar, tal vez haya que esperar mucho tiempo para volver a ver una obra con semejante despliegue.
Por lo menos a Susana Giménez, Sugar le trajo suerte. A cuatro meses de su estreno, comenzó su primer programa televisivo como conductora: Hola, Susana.
Las apuestas de Yankelevich
Gustavo Yankelevich cuenta con más apuestas teatrales: el 11 de enero estrenará Lo prohibido, musical de Betty Gambartes y Diego Vila, con Alejandra Radano, Juan Darthés y Michel Noher; y el 15 de marzo, en coproducción con Pablo Kompel, La puerta de al lado, una comedia francesa romántica con mucho humor, con Jorgelina Aruzzi y Peto Menahem, dirigidos por Ciro Zorzoli. Ambas en el Paseo La Plaza.
Un estreno frustrado
Su estreno fue uno de los mayores papelones de la farándula porteña. Lo televisó en directo Canal 9 y desde la plaza Lavalle varios mateos trasladaron a las figuras hasta el Lola Membrives. Pero ese lunes 10 de noviembre eran las 23.30 y el público todavía estaba en el hall del teatro y la función no comenzaba. Los protagonistas y los productores anunciaron que debido a un desperfecto de la consola debía suspenderse la función y hubo que esperar al lunes siguiente.
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