El mundo es un pañuelo
Así lo demuestra en la Red el Oráculo de Kevin Bacon, con su base de datos farandulesca
Si resulta que el nuevo jefe de oficina asistía a tu escuela primaria o descubrís que tu odontólogo es ex novio de tu prima, la reflexión es inevitable: el mundo es un pañuelo. Lejos del asombro, matemáticos norteamericanos creen que lo inevitable es, en una cadena no mayor de seis eslabones, estar vinculado con cualquier persona del mundo. Otros, para divertirse un rato, aplicaron la idea al actor Kevin Bacon asegurando que, por medio de él, puede armarse todo el árbol genealógico de Hollywood. Hoy, el juego produce adicción. Y funciona.
"Lo único abierto en Pensilvania era el hospital, porque nevaba", recuerda Craig Fass, uno de los creadores del juego A seis grados de Kevin Bacon. El aburrimiento derivó en tarde de TV, cuando Fass y dos amigos advirtieron que Bacon era una presencia recurrente en la pantalla. Dos años más tarde, en 1996, Brett Tjaden y Glenn Wasson, graduados en Ciencias de la Computación de la Universidad de Virginia, sistematizaron el pasatiempo.
La ley se cumple
En su página Web de la Universidad de Virginia, www.cs.virginia.edu/oracle , llamada El Oráculo de Bacon, los cibernautas aceptan el desafío: se trata de incorporar el nombre de cualquier actor en el buscador, para descubrir con asombro que la ley se cumple. Por ejemplo, Marlon Brando actuó con Jack Nicholson en Missouri Breaks, que a su vez coprotagonizó con Kevin Bacon A Few Good Men. Lo que le daba a Brando dos grados de acercamiento y a Nicholson, uno.
"Inventamos el juego para divertirnos. Se corrió la voz y el sitio fue elegido por el buscador Yahoo! como el mejor de la semana", dice Tjaden sobre su página, que recibe casi 20 mil visitas diarias. Es que, generalmente, entre los cinéfilos y el oráculo hay amor a primera vista. Los actores de Hollywood no suelen exceder los dos grados de separación; mientras intérpretes menos taquilleros, como por ejemplo el ruso Anatoli Solonitsyn (protagonista de varios films de Andrei Tarkovsky), alcanza asombrosamente sólo tres grados.
A todo esto, es válido preguntarse qué opina Kevin Bacon. A Brett le pasaba lo mismo, hasta que tuvo oportunidad de conocer al actor comodín en un bloque de Cyberlife, programa de Discovery Channel. "Kevin al principio pensó que lo estábamos cargando –dijo Tjaden, tras haber consultado el Oráculo de Bacon con Bacon, ante las cámaras–. Pero fue amable conmigo y se mostró muy impresionado. Para ser honesto, de él no he visto más que dos o tres películas."
Bastan dos o tres films para que el oráculo funcione. Por haber actuado Bacon junto a Laurence Fishburne (otro ubicuo actor hollywoodense) y Eli Wallach (que trabajó en producciones internacionales durante seis décadas), el universo se achica. Y en este corte transversal se basa la idea seis grados de separación, que fue desarrollada con detenimiento por los matemáticos Duncan Watts y Steven Strogatz en la Universidad Cornell.
"Comenzaron imaginando una sociedad cuyos miembros tendieran a agruparse en círculos relativamente pequeños, y luego analizaron qué sucedería si surgieran relaciones entre individuos de los distintos grupos –explica Pablo Milrud, asesor de empresas argentino que representó al país en olimpíadas de matemáticas y mundiales de juegos de ingenio–. Con estas condiciones, tomando dos personas, cualquiera podría esperar que sus grados de separación disminuyeran drásticamente. Esto se conoce como fenómeno del mundo pequeño."
Miles de conocidos
Así surge la idea de estar vinculado con las personas más remotas. "Todos tenemos, en promedio, 100 conocidos. Los conocidos de mis conocidos sumarían 10.000, y los conocidos de los conocidos de mis conocidos, 1.000.000. En cinco pasos podría llegarse a cualquier habitante del mundo", argumenta Milrud, aunque aclara que el procedimiento no siempre funciona así.
"Los círculos de conocidos tienden a cerrarse en sí mismos –explica–. El problema se resuelve pensando en el siguiente atajo. Es probable que uno conozca al intendente de su pueblo, que a su vez conoce al gobernador, que a su vez conoce al presidente de la Nación. Del mismo modo, un asiático estará a pocos grados de separación de su presidente. Y ambos presidentes o cancilleres habrán compartido una sesión en algún organismo internacional."
La teoría es disparatada, pero no lo es tanto aplicada al juego de Bacon. Que a su vez, siguiendo la lógica baconiana, puede aplicarse en nuestro país con resultados desopilantes. "Cambiemos actores por políticos y películas por listas partidarias o alianzas electorales –dice Milrud, que patentaría la idea en su sitio de juegos de ingenio www.touchee.com
Gianola y Porcel, vinculados
La ecuación es sencilla. Basta con preguntarle al oráculo el nombre de un actor local y en pocos segundos lo conecta con Kevin Bacon. Por ejemplo, Jorge Porcel, que trabajó en Carlito’s Way con Sean Penn, que a su vez estuvo con Bacon en Río Místico. Otro ejemplo de un actor bien vernáculo: Fabián Gianola, que hizo Esa maldita costilla, con Rossy de Palma, la chica Almodóvar que también estuvo en escena con Tim Robbins en Prêt-à-Porter, el mismo actor que hizo Río Místico con Bacon. Este oráculo posee varios clones en Internet. Existe uno de grupos de rock, www.bandtoband.com, con un extenso banco de datos de 4978 artistas y 1692 bandas relacionadas. Allí, por ejemplo, se dan insólitos parentescos. Como vincular, mediante diez eslabones, a Phil Collins con el grupo metalero Napalm Death.