El largo viaje de regreso de Aníbal Silveyra
El actor y cantante argentino, radicado en Los Angeles, se presentará hoy en el Maipo
"Cuidado con lo que deseas porque los deseos se convierten en realidad, sean buenos o malos." La frase pertenece a una canción de Oliver, el musical de Lionel Bart que el actor, cantante y bailarín argentino Aníbal Silveyra protagonizó últimamente en Los Angeles, su ciudad de residencia desde hace algo más de quince años.
La frase viene a cuento porque el intérprete está en Buenos Aires y en su encuentro con LA NACION repasa aspectos de su historia artística. Y esa frase permite dar cuenta de una realidad. Se instaló en Hollywood con Malena, su pareja, comenzó trabajando como mozo, se formó como intérprete de idiomas, tomó clases de teatro en inglés y logró ingresar, poco a poco, en el mundo del teatro y la comedia musical. Su deseo siempre fue continuar desarrollando su carrera profesional y lo logró. En poco tiempo formó parte de los elencos de piezas como Evita, into the woods, La jaula de las locas, Oliver, Closer, Víctor/Victoria, Sweeney Todd, entre muchos otros.
Insertarse en una nueva comunidad no es sencillo. Pero mantener el deseo en alto abrió puertas y más puertas. Silveyra está convencido de que en la vida no existen las casualidades, sino las causalidades. "Una causa produce un efecto en vos mismo, en los demás", explica muy convencido. Y agrega: "Pasaron 18 años y pienso en toda la energía que puse en Estados Unidos. Tuve que empezar mi carrera de nuevo, pero nunca lo sentí como un peso; por el contrario, lo viví como una nueva posibilidad de vida. Como muchos argentinos. soy descendiente de inmigrantes. En algún momento me di cuenta de que estaba repitiendo la misma historia de mis abuelos. Empezaba de cero en otro país. Trabajé mucho. Me rompí el alma para ser feliz. Volví a actuar".
Hasta que eso sucedió, el creador recordaba su historia en Buenos Aires. Sus inicios a los 15 años en el curso de Agustín Alezzo. Una de sus primeras piezas emblemáticas, Acá no podemos hacerlo, con dirección de Pepe Cibrián y un núcleo de compañeros hoy muy destacados: Georgina Barbarossa, Andrea Tenuta, César Pierri, Mónica Buscaglia, Ana Padilla, Claudio Gallardou. Su continuidad en obras como La mujer del año, Sugar, La inundible Molly Brown, experiencias en las que formaba parte del coro o el cuerpo de baile. Pero hubo un proyecto que lo definió, La jaula de las locas, entonces protagonizada por Tato Bores y Carlos Perciavalle. En una función debió reemplazar a Darío Grandinetti en el rol del hijo de la pareja y en la temporada siguiente el papel fue suyo porque Grandinetti dejó el elenco por otros compromisos. Esa noche, recuerda Aníbal Silveyra, Perciavalle le dijo: "Hoy nace una estrella."
Después llegó el turno de protagonizar Jesucristo Superstar en el Coliseo Podestá de La Plata. Los empresarios no se animaban a estrenar la pieza en Buenos Aires por temor a un atentado, como había sucedido años atrás en el teatro El Nacional. La experiencia fue un éxito. También llegó el momento de hacer televisión: Peor es nada, junto a Jorge Guinzburg durante cinco años; Alta Comedia, Gasoleros, Vulnerables, entre tanto otros títulos.
"La actuación fue la mejor herramienta que siempre tuve para ganar batallas. En Estados Unidos dicen que la comedia musical te propone un triple desafío: actuar, cantar y bailar. Si no sos actor, no te despegás del coro. No podes trascender." Y eso es, precisamente, lo que le permitió compartir el rol protagónico junto a Valeria Lynch en El beso de la mujer araña, una pieza que, definitivamente, lo marcó en su carrera. Por su labor obtuvo el premio ACE como mejor actor en musical, en 1995.
El artista guarda imágenes de esos proyectos no sólo en su memoria. Muchas de ellas están volcadas en fotografías que se han enmarcado y que Silveyra tiene en su casa, en Los Angeles. En tiempos de nostalgia (esta palabra a él no le gusta mucho) ellas le traen cierto alivio. También, claro, ver crecer a sus hijos Talo y Josefina, ambos dedicados al mundo del teatro y de la música, le confirma que ha sido un guía magnífico para ellos.
Esta noche, en el Maipo Kabaret, Aníbal Silveyra volverá a subir a un escenario en Buenos Aires. Lo hará con un show que armó especialmente y que ha denominado In Concert. La dirección está a cargo de Alejandro Ibarra y lo acompañará en el piano Juan Ignacio López. En el show interpretará canciones que lo han acompañado por distintos teatros internacionales. Y también tendrá invitados: Valeria Lynch, Georgina Barbarossa, Lucila Gandolfo, Talo y Josefina Silveyra, entre otros. Artistas que fueron determinantes en su desarrollo personal y profesional y con quienes tiene muchos deseos de recuperar algo del esplendor que tenía esta ciudad cuando él recorría sus calles cotidianamente.
Aníbal Silveyra In Concert
Teatro Maipo Kabaret, Esmeralda 443
Hoy, a las 21
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