El juego del Calamar: la serie de Netflix que esconde detrás la historia de un perverso experimento
La producción coreana, que es furor de la plataforma de streaming, se basa en diferentes elementos que su creador, Hwang Dong-Hyuk, supo combinar con originalidad
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A mediados de septiembre llegó a Netflix El juego del calamar, una serie realizada en Corea del Sur que se convirtió rápidamente en furor en la plataforma en la Argentina y en varios lugares del mundo. La ficción, creada y dirigida por Hwang Dong-Hyuk, es una mezcla explosiva de suspenso, acción y crítica social. Pero resulta interesante saber en qué se basa esta producción que deslumbra por su originalidad.
El juego del calamar (Squid Game, tal su título original) narra la historia de un grupo de personas con serios problemas económicos y riesgo de quedar fuera del sistema que son invitadas a participar de una competencia de juegos infantiles, adaptados de manera macabra. Allí, el premio puede convertirlos en millonarios, pero también existe la posibilidad de que la derrota en alguno de los eventos se transforme en una condena a muerte.
Dong-Hyuk empezó a imaginar el universo de la serie que hoy es furor en 2008. De acuerdo con lo que cuenta el medio de entretenimientos español Spoiler Bolavip, hay influencia en su guion de diferentes mangas japonesas como Alice in Borderland, As the Gods Will o Battle Royale. Lo que tienen en común estas historias es que en todas ellas existen personas desesperadas que, en busca de ganar dinero, son capaces de realizar acciones impensadas.
“Tras debutar con My Father (2007), leí muchos cómics y estaba sumergido con los juegos de supervivencia. Con la convicción de crear una versión coreana, empecé este trabajo en 2008 y lo finalicé un año después. Sin embargo, conseguir los actores para el casting y el financiamiento adecuado fue sumamente difícil”, explicó el propio Dong-Hyuk al explicar el origen de la exitosa serie, según consigna la cadena colombiana HJCK.
A la inspiración de las mangas y las historias de supervivencia, el autor de El juego del calamar sumó a su ficción el ingrediente de los juegos infantiles. Sin ir más lejos, el nombre de la serie hace alusión a un entretenimiento de los niños que consiste en formar la imagen de ese animal marino con formas geométricas. “Es algo que solía jugar de niño en la escuela o en las calles del barrio”, confesó el creador.
Claro que en la producción de Netflix estos juegos infantiles cargados de inocencia se convierten en verdaderas trampas mortales. Así, puede verse en el mismo trailer de la serie, el juego llamado Luz verde, luz roja, que consiste en que los participantes deben quedarse inmóviles cuando quien dirige dice “luz roja”, termina de manera trágica, cuando una muñeca gigante dispara a los que no permanecen quietos.
Entonces, la base de esta serie que hace varios días es la más vista en la plataforma de streaming de la Argentina, tiene que ver con una interesante combinación de ingredientes de cómics japoneses, historias de personas dispuestas a arriesgar todo para salir de una mala situación económica y juegos de la infancia, que además deja un mensaje sobre los problemas más acuciantes de la sociedad actual.
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