El jorobado, según Roland Petit
Con su coreografía de "Nuestra Señora de París", la temporada de ballet alcanzará el punto más importante del año
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“Notre Dame de Paris” es la producción más importante de la temporada de ballet del Teatro Colón. Será la primera vez que esta compañía incluya en su repertorio una obra del célebre coreógrafo francés Roland Petit, figura mítica de la danza contemporánea.
Repuesta por Luigi Bonino, la pieza, de dos actos, tiene música original de Maurice Jarre, escenografía de René Allio y vestuario de Yves Saint-Laurent.
En las funciones -el miércoles, a las 20.30, y el jueves, en el mismo horario-, los papeles principales serán interpretados por estrellas internacionales, experimentadas en la composición de estos personajes extraídos de la novela de Victor Hugo.
Manuel Legris, de la Opera de París, en su segunda visita al país, encarna al tortuoso archidiácono de la catedral, Frollo, en tanto que Massimo Murru, de la Scala de Milán, será Quasimodo, y Simona Noja, de la Opera de Viena, Esmeralda. El capitán Phoebus, que representará el argentino Alejandro Parente, completa el cuarteto en el que se concentra la historia.
Obra bella y sentimental
Legris comenta que encarnó a Phoebus, el apuesto soldado del que la gitana se enamora, y también a Frollo.
-¿Cuál de los dos papeles prefiere?
-Ahora, a los 35, prefiero a Frollo. En general, en mi carrera siempre interpreté los típicos caracteres del danseur noble . Este es un cambio que me enriquece y me da la posibilidad de dar al público otra visión de mí. Hay que extraer otro tipo de expresión, porque se trata de una personalidad muy fuerte.
-¿Existen dentro de usted los sentimientos que esconde Frollo?
-Por supuesto. Es el lado oscuro que, supongo, está en todos. Es fascinante poder mostrarlo mediante un personaje, ventaja que tenemos los artistas. No quiere decir que sea mi favorito. De lo que he hecho, me gustan "Manon", "Romeo y Julieta", "Giselle". Todos muy líricos... Creo que se adaptan muy bien a mi cuerpo y a mi espíritu.
Massimo Murru, de 29 años, empezó haciendo sólo un pas de deux de "Notre Dame de Paris" en el que interviene Quasimodo. Luego, Petit lo eligió para hacer la obra completa, en la Scala.
-Es la aproximación a un papel absolutamente diferente de aquello a lo que un bailarín clásico está acostumbrado. Pero Petit le da movimientos basados en esa técnica. Es difícil simular la joroba, ya que aquí no hay artificios. Tengo que actuar con el hombro constantemente levantado para dar la sensación de deformación física; es duro, pero uno se habitúa. El personaje, a mi modo de ver, es el príncipe de esta obra. Desafortunado, porque su cuerpo es desagradable a los ojos de los demás, pero por dentro es el ser más bello y noble de la historia.
-Simona, ¿cuál es su opinión sobre Esmeralda?
-Es una mujer hermosa, que transmite erotismo y alegría. Los hombres la codician, incluyendo a Frollo y a Phoebus, de quien ella está enamorada. Pero más tarde descubre que el verdadero amor es Quasimodo. Si bien la atraía el capitán, tan buen mozo, el jorobado le inspira auténticos sentimientos. Su corazón le dicta algo superior por este hombre: se da cuenta de que la belleza está en el alma, no sólo en el cuerpo.
-Manuel, ¿qué piensa del estilo coreográfico de Petit en esta obra?
-Es un genio para construir caracteres. Es fácil para el bailarín encontrar el camino, porque él marca el perfil exacto de cada personaje y cada personaje y cada cual tiene el que lo identifica. Esto lo siento no sólo con "Notre Dame", sino también con otras coreografías suyas que bailé, "L’arlesiennne" y "Carmen". Además, da a los distintos papeles una técnica que se alía a lo que es esa persona. Frollo tiene pasos muy rápidos, precisos, nerviosos. Los de Quasimodo, aunque basados en su deformación física, son muy ligados y para nada grotescos. Equilibra la condición del jorobado con el estilo de un bailarín clásico en una amalgama perfecta.
Noja da su parecer sobre la danza de Esmeralda: "Si bien es una gitana, tiene elegancia. El fundamento es neoclásico y en esta línea la coreografía tiene gran fluidez, a la par que emana sensualidad. Es muy musical, y ésa es otra de las claves inserta en el papel". Los tres, como figuras estelares de sus compañías, han interpretado obras de los más grandes coreógrafos de nuestro tiempo: Legris, entre lo mucho que ha realizado, estrenó "Manón", guiada por MacMillan cuando el creador británico, poco antes de su muerte, la montó en París. También recuerda su trabajo con Jerome Robbin y con John Neumeier. Noja incursionó en todos los estilos, mas dice sentirse muy confortable con las puestas de Renato Zanella, director del Ballet de la Opera de Viena, y tener especial comunicación con William Forsythe.
Massimo Murru baila todo el gran repertorio que posee la Scala, pero se ha convertido en un favorito de Petit. Bailó muchas de sus obras, incluyendo "Chéri", sobre el libro de Colette, que el coreógrafo montó para Carla Fracci y para él.
-¿Petit es muy exigente?
Legris y Murru se miran en complicidad y se ríen (Noja nunca trabajó con el creador francés, sino con sus repositores). Dice el primero: "Es bastante especial. Muy inteligente, a veces es impaciente cuando uno no conoce la obra y no sabe exactamente qué es lo que quiere. Ahí se muestra intolerante, pero luego, cuando se encuentra el camino, hay buen feeling y puede llegar a ser muy agradable".
Por su parte, Massimo cuenta: "No tuve un inicio feliz. Cuando fue a la Scala a montar «Carmen», yo iba a hacer el segundo reparto. Tal como cuenta Manuel, todo va perfecto si se ha visto la obra millones de veces. Y esto no pasaba conmigo. Petit estaba totalmente abocado a los bailarines del debut. Igualmente, Elizabetta Terabust, la directora en aquel momento, le pidió que asistiera a nuestros ensayos para que nos guiara. Fue tremendo, una catástrofe. Estaba totalmente paralizado porque él sólo vio defectos. Estuvo terrible. Lo que más me impresionó fue su mirada penetrante: cuando te observa, no hay posibilidad de esconder nada. Luego, cuando comprendí su estilo y lo que deseaba, cambió radicalmente. Le debo muchísimo; como nadie, él hizo que creciera artísticamente. Tiene la cualidad de sacar lo mejor de las personas, cuando uno ni siquiera piensa que tiene ese caudal. Entonces, Roland Petit es magnánimo. A mí me dio oportunidades con creces."
Repartos locales
- En las siguientes funciones de "Notre Dame de París" los papeles principales serán interpretadas por artistas del Ballet Estable del Teatro Colón:el 8 y el 9, Maricel De Mitri será Esmeralda, y Jorge Amarante, Quasimodo. El 8, Edgardo Trabalón representará a Frollo. El 9 y el 10, Karina Olmedo hará el personaje de la gitana y Vagran Ambartsoumian, el de Quasimodo. Alejandro Parente personificará al capitán Phoebus en todas las fechas, mientras que el francés Manuel Legris será Frollo el 9 y el 10.
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