El hombre de los mil rostros que sueña con trabajar alguna vez en Broadway
En un nuevo desafío a sí mismo, Martín Bossi regresó al Astral con un homenaje al rock y a los grandes capocómicos argentinos en un show que le costó diez millones de pesos
"El Astral es mi casa", dice, al tiempo que invita a pasar, saluda a todos, le saca la pelusa a una butaca y muestra al detalle todos los cambios que se hicieron en esa hermosa sala de la avenida Corrientes. Como quien hizo reformas en su casa, muestra los nuevos camarines que ahora son bellísimos, la iluminación y el puñado de trampas y giratorios que ahora tiene el escenario. "No es gran cosa, pero es cómodo", dice al abrir la puerta de su camarín, que sí es grande y cómodo. Martín Bossi es un tipo feliz y se nota en sus gestos, su energía, su capacidad de observación hasta de los objetos que lo rodean. No es para menos. Al momento de esta entrevista estaba por estrenar Bossi Master Show, ahí en su casa, una apuesta que debía superar a Bossi Big Band Show, su último gran éxito que estuvo tres años en cartel superando los 800.000 espectadores. Y no se puede creer que este showman que se acomodó en el primer puesto de la taquilla teatral desde que estrenó su primer espectáculo en la calle Corrientes esté algo nervioso. Si su ser obsesivo lo conduce a prever hasta el mínimo detalle. Hizo construir camarines al lado de las trampas (ascensores escénicos) debajo del escenario para que sus asistentes puedan ayudarlo a caracterizarse en cuestiones de segundos. Es que en la magia no se deben ver los detalles. Tiene cuatro caracterizadoras alrededor de su cuerpo que lo convierten de Prince a Paul Stanley en 25 segundos, o de Mick Jagger a Jim Morrison en 40, con prótesis en su rostro.
Esta vez, el tributo no es sólo a los capocómicos, sino también a los grandes del rock. Está acompañado por Carna Crivelli, un elenco de coreutas y una gran orquesta, con dirección de Manuel Wirzt y Emilio Tamer y dirección musical de Nito Mestre.
-¿Cuántas personas están interviniendo tu cuerpo todo el tiempo durante la función?
-Cuatro caracterizadoras y un microfonista. Es una invasión grande y en un estado de disociación muy profundo que me violenta bastante internamente. Tengo que hacer un trabajo de yoga intenso. Me entra alcohol en la lengua, hay prótesis que salen con violencia, dientes postizos, elementos que llevo pegados que debo aprender a manejar? El cuerpo de Morrison no es el mismo que el de Stevie Wonder.
-¿Qué proceso te lleva cada uno de estos personajes? ¿Observación y espejo?
-Llevo un año y medio trabajando con los personajes de este show con un cronómetro. Nunca uso el espejo. Para construir personajes, cuando estoy laburando en casa, tapo los vidrios. Porque el teatro no es parecer, es ser. Y el espejo me devuelve el parecer. Yo tengo que sentir. Me lo enseñaron en la primera clase de teatro.
-Eso implica que andás por tu casa cebando mate como Prince?
-Toda la vida? Voy caminando por la calle e internamente estoy llevando el ritmo de él. Tal vez estoy charlando con alguien que me aburre y me encuentro haciendo gestos, practicando. Los tengo siempre conmigo.
-¿Elegiste para imitar sólo figuras que admirás?
-No, es todo al servicio de un cuento. Ya pasó la etapa del "mírenme cómo lo hago". Quiero contar una historia. Acá todo comienza con una radio que se instala con la voz de Badía diciendo: "Música, música y más música". Y empiezo tocando el piano en un homenaje a las grandes bandas. No imito a Juan Carlos Calabró sólo por el placer de personificarlo. En base al libreto, Olmedo y Portales salen a caminar por Corrientes y se encuentran con Minguito, con Porcel, con él? El objetivo de Bossi Master Show es superar el anterior, aunque sea muy difícil. Este show es una experiencia para que te tomes dos horas para ver lo que ya no podés ver. Hacemos una escena de fogón, algo que ya está casi extinguido. Hay escenas de películas... Ver a dos chicos besarse apasionadamente con una música de fondo no está en Netflix. Ahora es más común ver zombies persiguiendo gente que una escena de romance como en Casablanca.
-¿Cómo definirías tu show?
-(Piensa) ¿Es un cabaret? Tiene mucho de musical, de stand up, comicidad. No sabría cómo definirlo.
-Es un gran music hall. Recuperaste al showman en la calle Corrientes?
-Emilio Tamer me dijo que tengo que superarme. "Un gran showman canta, baila, imita, hace comedia? vos hacés todo eso. Te faltan dos", me dijo. Me puso a Jerry Lewis y me mató. Él, además, es músico y mago. Esto último lo dejamos para el otro show, pero acá ahora toco la batería y el piano.
-¿Cuándo es que se decide a abandonar un gran éxito? Se dice que no hay que hacer eso?
-No estoy de acuerdo. ¿No hay que abandonar un amor? Fueron tres años de Big Band Show. Siempre hice eso. ¿Sabés por qué se dejan los éxitos? Cuando uno empieza a estar cómodo por un rato largo hay que irse. Y Big Band Show me daba algo de guita pero no me hacía correr riesgos actorales. Podría haber estado con eso cinco años más, pero no estaba evolucionando..
-En tus shows interactuás mucho con el público? ¿Lo observás antes o es una lotería total?
-El teatro es un acto de amor en conjunto, una mentira concesionada. Yo te hago creer y vos hacés que creés. Es como hacer el amor. ¿Cómo tanteás que a tu pareja le gusta que le besen el cuello? Lo sentís. Estoy dos horas con todos mis sentidos en alerta. Y como amo a la gente que se viste para venir a verme, me propongo mirarlos yo también.
-Tenés tres directores, ¿sos dócil o querés tener el control de situaciones?
-Habría que hablar con ellos... creo que soy dócil, me dejo dirigir. Soy travieso. Es que me conozco mucho.
-¿Lo de Nito Mestre fue darte un gusto personal?
-Éste es un homenaje al rock. Hacemos Sui Generis en vivo, hay canciones de Cerati, Spinetta, Miguel Abuelo? Quién mejor que él para dirigir la banda. Es un divino y está conmigo en la escena del fogón, donde hago de Charly.
-¿Sentiste que el medio te "ninguneó" alguna vez?
-A veces te tildan sólo como un flaco que imita y hace un éxito. No hay fórmula del éxito. Tenés que actuar. No es que me susbestimen a mí, en definitiva subestiman el laburo? Me dicen que soy sólo imitador y no entienden que lo que garpa es la actuación.
-¿Te vas a animar en algún momento a correrte un poco de la imitación y encarar un personaje durante dos horas, por ejemplo?
-Sí, claro. Estoy preparado. Si voy por el camino del showman tendría que preguntarme cuál es ese camino. Quizá la evolución sería estar con un piano y un micrófono durante dos horas en un estadio, como hacen grandes como Jim Carrey, Eddie Murphy? Quizás ésa sea mi evolución. O irme a Broadway, que es un sueño. Me encantaría hacer una comedia musical. Es un sueño. Si tuviera que encerrarme a estudiar inglés para eso, dejo mi vida un tiempo.
-¿Qué te gustaría hacer?
-Lo que Dios me ponga en el camino, lo que me seduzca. Me han ofrecido hacer cosas para la calle Corrientes, pero dejaría mi barco sólo por un desafío grande grande, con peligro de muerte inclusive.
-¿Hay un Bossi casero o sos actor veinticuatro horas?
-No actúo veinticuatro horas. Yo voy con la pelota y cuando me ato los botines, internamente tengo una canción que me suena. Salgo con una mina y en el auto siento una música interna? Todo para mí es teatro, no porque esté loco, es así. Pero se me apaga la música a veces y vivo normalmente..
-¿Costó mucho tu show?
-Esta vez me la jugué solo, soy el único socio capitalista. Puse diez millones de pesos.
-Tu comunión con el hecho teatral termina cuando termina la función, no andás dando vueltas por la calle Corrientes?
-Sí, y no es una postura. Me gusta el escenario, soy un tipo muy disociado, porque tengo una vida muy cotidiana. Hace unos días dije que me tomaría un café con Hitler para reputearlo y agarrarlo del cogote y sacaron eso de contexto. Esas cosas no me gustan. Cuando salgo de esto quiero volver a mi vida cotidiana, al asado, a estar con mis amigos.La gente quiere buscar cosas raras. Si me ven contento dicen que tomo heroína por las orejas, y si estoy triste que me fumé un porro. Si me saco una foto con mi amigo del alma Federico Hoppe y la twiteamos nos piden que blanqueemos que somos novios. ¡Es mi hermano de la vida! A veces es muy difícil ser heterosexual en este medio. Evolucionemos de verdad.
Bossi Master Show
Dir: E. Tamer y M. Wirzt
De miércoles a domingos.
Astral, Corrientes 1639.