El gusto es de ellos
Serrat, Belén, Manuel y Ríos hacen escala con su show en Buenos Aires. Los cuatro intérpretes españoles unieron sus carreras y sus talentos en "El gusto es nuestro", un espectáculo que les sirve para resumir sus carreras durante -hasta ahora- cuatro funciones en el Luna Park.La única dama de "El gusto es nuestro" confiesa que es bueno que la nueva camada de cantautores españoles "nos contamine".
Sois una gente de p... madre", le gritó al público Miguel Ríos, luego de hacer coritos con él durante diez minutos. Con esa frase (expresada en un recital en México), el cantautor español mostraba la pasión con la que el cuarteto Joan Manuel Serrat, Víctor Manuel, Ana Belén y el propio Ríos, encaran la gira por América latina del espectáculo "El gusto es nuestro", que culminará la próxima semana con cuatro recitales en el estadio Luna Park: 10, 11, 16 y 17 de este mes.
Pese a que Buenos Aires será el punto culminante de este show que ha recorrido alrededor de cincuenta ciudades y que convocó a medio millón de espectadores, los argentinos disfrutarán de la misma frescura que han mostrado los cuatro iconos de la canción española desde el comienzo de este nuevo emprendimiento, el 8 de agosto de 1996.
A juzgar por las expresiones de los cuatro artistas, este cruce de continentes ha renovado sus espíritus. "Esta es una fiesta con amigos, con los fieles amigos del Sur que hacen posible todo esto", comenta Serrat al comienzo de cada recital, y sus palabras encuentran refugio inmediatamente en una buena cantidad de medios de prensa de cada ciudad.
Ese entusiasmo que muestra Serrat en la gira por este continente está lejos de quedarse corto: "Esta fiesta es un reencuentro con nuestros viejos amigos. La respuesta del público fue tan impresionante que estamos seguros de que será una de las giras más espectaculares de la historia", decía hace tan sólo veinte días, cuando arrancaba con los conciertos en México y todavía le faltaba pasar por Colombia, Venezuela, Costa Rica, Chile y Buenos Aires.
Este miércoles no habrá sorpresas. Serrat, Belén, Ríos y Manuel ya suman casi un centenar de días recorriendo pueblos y ciudades (incluyendo la primera incursión por toda España, del 8 de agosto al 21 de septiembre del año último). Pero tampoco se tratará de repetir fórmulas.
En solos, dúos o tríos, esta "banda de amigos", como les gusta llamarse, desgranará algunos de los temas más recordados de sus extensas carreras musicales. "España, camisa blanca de mi esperanza", de Víctor Manuel; una maravillosa versión de "Disculpe", de Serrat; un clásico de Miguel Ríos como "Santa Lucía", y quizá desembocar en un rock argento como "No voy en tren", de Charly García, cantado por Ríos y Belén.
A diferencia de otras presentaciones de Serrat por estas tierras -en las que sus canciones debieron escucharse en un estadio de fútbol, "El gusto es nuestro" contará con la ventaja de un escenario cubierto. Entonces, los sonidos de los instumentos se fundirán con las dúctiles voces de los cuatro españoles más escuchados de las últimas décadas.
Ana Belén: el arte de la seducción
La única dama de "El gusto es nuestro" confiesa que es bueno que la nueva camada de cantautores españoles "nos contamine".
Los nubarrones negros anuncian una lluvia torrencial en Madrid, siempre bienvenida. Pero nada nubla el presente de la española.
Sumergida en varios proyectos, la intérprete exhibe su visceral pasión por la música, a la que eligió como inseparable compañera de ruta en esta temporada.
Ana Belén hamaca las palabras del otro lado del teléfono. Su voz, que sería capaz de seducir a las fieras más indomables, es una caricia para los oídos. Parte de esa seducción que irradia a la distancia apareció en toda su dimensión cuando reunió voluntades en su disco solista "Mírame", una especie de álbum de duetos con un elenco de lujo. Como si eso fuera poco, y para reafirmar la elección de su título, la intérprete decidió mostrarse desnuda en la tapa del CD. Una buena forma de promoción inmediata.
La ansiedad se percibe en el tono de la cantante ante la posibilidad de volver a la Argentina junto Víctor Manuel, Miguel Ríos y Joan Manuel Serrat, con los que comparte esta larga gira que atraviesa el Atlántico.
-¿Cómo fue la experiencia de haber convivido durante una larga gira por 28 ciudades de España?
-Pues mira, es como en todo tipo de relaciones. Lo primero es quererse mucho y lo segundo es respetarse mucho. Esa es la base. Pero, además, sucedió una cosa mejor de lo que nos imaginábamos. Lo pasamos muy bien. Nos hemos reído muchísimo. El público nos dio muchas alegrías y en ese sentido cuando la gira finalizó se habían superado todas las expectativas...
-¿Cómo hicieron para balancear la personalidad musical de cada uno y que el espectáculo tenga una conexión, un punto en común?
-Cada uno canta sus temas. Hay otra parte en que nos intercambiamos canciones, cantamos a dúo o incluso temas que cantamos los cuatro juntos. Pues, se ha intentado buscar un equilibrio. Cada uno iba portando ideas. Fueron muchos ensayos antes de largar con esto. Está muy pensado y todo el proceso fue duro. Mucho más para los pobres músicos, que se tuvieron que aprender de golpe cuatro repertorios distintos.
-Estás ganando experiencia en esto de juntarte con otra gente, como sucede en "Mírame".
-Es que esto es muy bueno hacerlo. Mira, que yo no sé por qué no sucede tanto. El mejor ejemplo, lo tenemos en los músicos brasileños. Desde hace años se están mezclando entre ellos, están grabando unos canciones de otros. Puedes ver a Caetano cantando con Gilberto o a Chico con María Bethania. Siempre fue para mejor. Y es una experiencia más enriquecedora, incluso para los espectadores. Es lo que más no puede gustar como oyentes, que los artistas que admiramos se junten. Entonces, lo que yo no entiendo es cómo no hemos sido capaces de hacerlo hace más tiempo.
Su voz aterciopelada que enciende la imaginación, sólo se opaca cuando habla de la presidencia de Aznar: "La derecha nunca ha invertido en cultura, no le preocupa. Pero como soy una persona democrática debo aceptar el mandato de las urnas, aunque esto me jorobe mucho".
Una mujer de izquierdas
La gente no la admira solamente por esa belleza madura y esa voz cadenciosa, capaz de hipnotizar multitudes. Ana Belén fue siempre "una mujer de izquierda", en tiempos en que en su país no era fácil decir lo que se pensaba. Lo mismo sucede con el canto de cada uno de estos cuatro quijotes que están a su lado en el escenario.
-¿Estás pensando en tus otras actividades?
-Sigo pensando en otras cosas, pero mira, la gira de "El gusto es nuestro" todavía nos va a llevar tanto tiempo que prefiero no pensar en nada más que en eso. No quiero ir mas allá, pero hay ideas de hacer cine, que todavía están muy verdes. Pero, claro que sí, que pienso en las otras cosas. Mi carrera se divide en: teatro, cine y música, y no puedo descuidar ninguna de las tres cosas.
-¿Cómo distribuís la energía?
-Hay momentos en que me apasiono más por una cosa sola. Por ahí, con una obra de teatro, por ejemplo, pero es un apasionamiento que me viene más de tarde en tarde. No me viene tan continuadamente como cantar o como hacer cine. Es un tipo de trabajo más duro y muy especial, que requiere mucho tiempo y muchos ensayos. Es un trabajo que me deja bastante exhausta que cualquier otra cosa que haga. Por eso, tardo un tiempo en hacerlo. Pero, de repente, me apasiono por algo y voy derecha a eso, a intentar sacarlo adelante.
-¿Pensás que haber elegido un tema como "Contamíname" fue una llave para que surgiera toda esta nueva camada de cantautores en España?
-En absoluto, no fue por nosotros. Todo este movimiento de jóvenes autores que surgió desde hace cuatro años en España, fue como una olla de presión que en algún momento determinado tenía que estallar. Las compañías se tuvieron que dar cuenta de que allí estaba pasando algo, que había un grupo de gente renovadora; haciendo imágenes muy frescas y enraizadas en la realidad.
Finalmente, se dieron cuenta. No fue porque nosotros grabamos "Contamíname" o la dejásemos de grabar. Ellos, por sí solos, son los suficientemente buenos como para que si no hubiese ocurrido todo esto hace cuatro años, podría haber ocurrido hace dos. Lo que pasa, es que las casas discográficas son un poquito miopes. Les cuesta enterarse.
-Entonces, esto los ha terminado por rejuvenecer.
-Creo que siempre hay algo de eso. Es bueno que la renovación nos contamine y que se abran las puertas y entren aires nuevos. Eso siempre es bueno, para los que hace tiempo estamos en un camino distinto.
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