La otra Gran Depresión: cinco series que toman los años 30 como espejo del presente
Penny Dreadful: City of Angels, sucesora de la victoriana Penny Dreadful (2014-2016) sobre monstruos literarios del siglo XIX –cuyas tres temporadas estarán disponibles en Starzplay a partir del martes 27–, llega este viernes a Amazon Prime Video. También creada por John Logan, toma de su gótica predecesora aquel espíritu de culto del terror decimonónico, que se despliega con glamour y extravagancia en la ciudad de Los Ángeles de los años 30. Natalie Dormer (Game of Thrones) toma el relevo de Eva Green pero su personaje se multiplica en numerosas representaciones de un mal subterráneo, vivido como metáfora de los residuos de la crisis económica, la persistente gravitación del nazismo, la proliferación de crímenes de odio y el culto a los falsos profetas. Sus rostros son letales y extravagantes, su poder se dirime con el ícono mexicano de Santa Muerte, su beligerancia cobra vida en esa disputa por la tierra y los ideales que se lleva a cabo en la soleada costa californiana.
Los años 30 en esta nueva Penny Dreadful tienen algo de la Barrio Chino de Roman Polanski, con sus detectives atormentados y sus hombres probos con secretos inconfesables, recogen la aridez de la literatura de James Ellroy sobre Los Ángeles, los aires del melodrama latino que se escribe en las calles, con sus bailes coloridos y sus rezos proféticos. Tiago Vega (Daniel Zovatto) es un policía chicano que investiga un extraño crimen ritual que implica a la comunidad latina inmigrante. La lucha por la tierra ante la construcción de una autopista y la desmedida ambición del alcalde y sus socios nazis enfrentan a la ciudad en un clima de creciente hostilidad. Tiago había enfrentado al Mal en su infancia y ahora esa figura escurridiza a la que Dormer le brinda toda su versatilidad regresa para envolverlo con sus variados acentos y sus ancestrales encarnaciones.
El telón de fondo que elige Logan para vestir esa disputa racial resulta de la convivencia entre un culto misterioso, que tiene como estrella de la misa y la canción a la hermana Molly (Kerry Bishé), y los tentáculos económicos del nazismo en esa década marcada por las heridas de la Gran Depresión, por los ecos bélicos que venían de Europa, y por esos aires de oscuridad que supo captar la novela negra, aquella heredera literaria de esos clásicos del terror victoriano que se vendían por un penique en las calles. Varias series recogieron el atractivo de los años 30, su identidad como década bisagra en el rumbo de la Historia, y la recrearon bajo sus complejos contraluces, bajos sus ricos personajes y ambientes, todos ellos modelados en un recuerdo que no parece destinado a extinguirse.
Perry Mason (2020)
La nueva reinvención del Perry Mason de Erle Stanley Gardner lo sitúa a comienzos de los años 30 en una historia que le debe más a las intrigas de Dashiell Hammett y al cinismo de Raymond Chandler que a la serie judicial que hizo famoso al personaje en televisión. Matthew Rhys viste a su detective con todos los ocres de aquella década que lidiaba con la Depresión, la corrupción enquistada en la política y la religión, la consolidación del negocio de Hollywood y los turbios recuerdos de la Primera Guerra. Confinado a una granja en decadencia, invadida por una pista de aterrizaje y por los trágicos recuerdos familiares, Perry Mason persigue infieles y criminales como una especie de calvario autoimpuesto, como escapatoria de sus ideales perdidos y sus amores vacíos. Uno de los grandes méritos de la serie creada por Ron Fitzgerald y Rolin Jones es haber capturado aquel ambiente de desazón moral en sus justas pinceladas, en ese detective sucio y desencantado que no encuentra otra salida posible más que seguir andando. Disponible en HBO Go, Cablevisión Flow y DirecTV Go
Carnivàle (2003-2005)
Cancelada luego de dos fascinantes temporadas, Carnivàle es una de esas series que vale la pena revisitar. La caravana circense se convierte en la mejor metáfora de aquel período de entreguerras, signado por la desorientación y el desánimo. La tragedia encuentra raíz en la cálida Oklahoma en la que Ben Hawkins (Nick Stahl) entierra a su madre y a su pasado y decide perseguir los designios de su extraña fortuna. El circo Carnivàle no es solo un compendio de marginales y desclasados sino una firme comunidad que teje en su travesía el destino de esa nueva era que expía los pecados de la febril especulación. El cruce entre el duro realismo de la reconstrucción de época y la emergencia de lo sobrenatural brinda a la historia una fascinante dualidad, la gestación de una mitología que une a la pionera Freaks de Tod Browning con la espectral Twin Peaks de David Lynch. Convertida en una historia de culto, celebrada por sus fans y maldecida por sus detractores, Carnivàle resulta una experiencia tan peculiar como delirante, que esconde en esa lucha entre el bien y el mal uno de los retratos más complejos de aquel tiempo de historia y leyenda. Disponible en HBO Go, Cablevisión Flow y DirecTV Go.
Mildred Pierce (2011)
Concebida como una larga película antes que como una miniserie de cinco episodios, la Mildred Pierce de Todd Haynes evoca la aspereza del estilo literario de James M. Cain en cada uno de sus ambientes lóbregos y desencantados de los tempranos años 30. Como ocurre en toda la obra de Haynes, desde el comienzo los personajes asisten a la pérdida de todas las certezas sobre su identidad, sobre el entorno que los envuelve y atenaza, sobre una crisis que alcanza dimensiones metafísicas. Junto a su matrimonio, Mildred (impecable Kate Winslet) ha perdido su dinero y seguridad, y la aventura del trabajo y el renacimiento de su dignidad la enemista de manera irremediable con su ambiciosa hija Veda (consagrada a la perfidia por Evan Rachel Wood). Haynes diagrama en esa feroz disputa generacional la deriva de un mundo sumido en su propio orgullo y vanidad y desgaja, con la paciencia infinita que brinda la decepción, la apariencia de una vida de ilusiones que queda perdida para siempre. Disponible en HBO Go, Cablevisión Flow y DirecTV Go.
The Last Tycoon (2016)
Basada en la novela inconclusa de F. Scott Fitzgerald, la serie creada por Billy Ray también intenta armar una historia a partir de las piezas desperdigadas de un rompecabezas. La vida de Monroe Stahr (Matt Bomer), una especie de émulo del genio de Irving Thalberg, productor estrella de un estudio asediado por la crisis de la Depresión y las presiones de la poderosa Alemania del nazismo, está signada por el duelo: la trágica muerte de su esposa, la cancelación de la película que había imaginado como homenaje, las frustradas ilusiones de una eternidad prometida. Si el lóbrego ambiente de los años 30 se cuela en los terrenos lindantes a los estudios de Hollywood, el mundo creado por Ray para su serie está teñido del imaginario cinematográfico, con sus colores estridentes, sus decorados fastuosos, sus historias de amor y felicidad. The Last Tycoon intenta trasmitir esa sensación de sueño perdido, como lo fueron también las ambiciones de su propia generación para Fitzgerald. Y lo hace con un tono ligero y melancólico, que no esconde las miserias de la época sino que las transforma en su febril representación. Disponible en Amazon Prime Video.
La conjura contra América (2020)
La miniserie creada por David Simon y Ed Burns, inspirada en la célebre novela de Philip Roth, empuja el halo de los años 30 hasta los primeros 40, cuando las grietas en las políticas del New Deal y las sombras de la guerra europea adquieren la forma del descontento. El republicano Charles Lindbergh, pionero de la aviación y modelo de heroísmo, será su mejor representante. En tanto ucronía, la serie imagina el mundo confinado a un barrio judío de Nueva York en el que las alertas del avance del fascismo y los aires de contagio en esa tierra nueva y lejana parecen inevitables. Con claros guiños al presente de la era Trump, Simon y Burns modelan el clima de paranoia que invade la vida americana y retratan los contornos de la política nacional como termómetro del peligro que se ciñe sobre la vida futura. Roth consiguió capturar con inteligencia ese final de los años 30 como un tiempo decisivo, aquel en el que el odio y los prejuicios podían infiltrase definitivamente en la conciencia de los habitantes del mundo. Disponible en HBO Go, Cablevisión Flow y DirecTV Go.
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