El documental de Netflix sobre John McAfee que reabrió el debate sobre sus últimos días con vida
El magnate informático se quitó la vida mientras esperaba la extradición a Estados Unidos en una cárcel española o al menos eso es lo que decretó la morgue
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El 23 de junio del 2021, John McAfee fue encontrado muerto tras quitarse la vida en una celda española mientras esperaba la extradición a Estado Unidos, en donde enfrentaría cargos por evasión de impuestos. La noticia llegó a los portales de todo el mundo junto a una gran incógnita, ya que él pasó los últimos años asegurando que había gente poderosa que quería “silenciarlo”. Aunque el misterio nunca fue resuelto y el caso se cerró como un suicidio, un nuevo documental de Netflix reavivó el debate al mismo tiempo que abrió una puerta a la alocada vida del magnate tecnológico, cuyo dudoso final fue un episodio dentro de una historia marcada por el consumo de drogas, la prostitución, las orgías, la fuga y un asesinato sin resolver.
John McAfee nació a finales de la Segunda Guerra Mundial en un pueblo perdido en Inglaterra, al que su padre fue enviado por el ejército estadounidense para combatir a los nazis. Una vez finalizada la guerra, toda la familia regresó a Estados Unidos para ubicarse nuevamente en Roanoke, Virginia, con la esperanza de, finalmente, pasar una vida tranquila.
Pero eso nunca sucedió. Su papá, al igual que muchos otros soldados, no pudo superar todos los horrores de lo vivido y se perdió en el alcoholismo. John pasó sus años formativos en un hogar en donde la violencia doméstica y el abuso de sustancias formaban parte de su día a día. Tras la muerte de su padre -quien se suicidó cuando él tenía 15 años-, él mismo cayó presa del consumo de drogas.
Se licenció en Matemática y de la universidad pasó directo a trabajar en la NASA. Durante sus primeros años profesionales, trabajó en algunas de las empresas más destacadas del momento. Sin embargo, su rumbo quedó definido en 1986, cuando se cruzó con un virus pakistaní que lo intrigó tanto que decidió infectar su computadora para estudiarlo y ver cómo podía combatirlo. De este experimento nació el Scan Virus, el programa que sería su legado, a pesar de -años después- tildarlo como “el peor software del mundo”.
Aunque el nombre McAfee es fácilmente reconocible por cualquier usuario gracias al antivirus que llevó su nombre por mucho tiempo, lo que hizo después de su creación lo transformó en un caso de estudio para cualquier fanático de las historias reales que parecen superar la ficción.
Luego de renunciar a todos los puestos directivos de su empresa en 1994 -y de conservar parte de las acciones, que vendió mucho después por una suma millonaria- creó un par de proyectos más que luego vendió a empresas más grandes.
Cansado del rubro informático, invirtió en el inmobiliario, pero sufrió un duro golpe debido a la crisis del 2008. Durante esa época, su fortuna se redujo de cien a cuatro millones de dólares. La millonaria pérdida lo impulsó a buscar un cambio de aire y se instaló en Belice, en donde comenzó a trabajar en el mundo farmacéutico. Fue en ese punto, debido a una serie de conflictos con las autoridades, que su estilo de vida, lleno de drogas, orgías que incluían a menores de edad, armas y prostitución, salió a la luz.
Tras varias denuncias de sus vecinos y bajo circunstancias que él mismo tildó de persecutorias, las autoridades redaron su casa al igual que su nueva empresa bajo sospechas de que la misma funcionaba como tapadera de un laboratorio de drogas. En esa misma época, uno de sus vecinos -quien se había quejado por las molestas generadas por los nueve perros de McAfee- fue asesinado de un disparo en la cabeza.
Cundo la Policía fue a hacerle preguntas al respecto, él ya estaba en Guatemala. Este fragmento de su vida quedó registrado en una serie de entrevistas y videos registrados por periodistas que se sumaron en su evasión a la Justicia. De dicho material nació el documental de Netflix Running with the Devil: The Wild World of John McAfee, film que reveló el lado B de su fuga.
En Guatemala, a pesar de intentar limpiar su nombre y de fingir dos paros cardíacos con el fin de salvarse de la cárcel, fue enviado a Estados Unidos, en donde estuvo en prisión un tiempo. Una vez fuera, se metió en el mundo de las criptomonedas y hasta intentó iniciar una carrera política, presentándose como candidato para la presidencia dos veces. No obstante, su nueva vida se complicó cuando el Gobierno se percató de que no presentaba declaraciones de impuestos desde el 2014, o al menos eso leían los cargos que levantaron en su contra.
John se escapó nuevamente, pero esta vez no tuvo tanta suerte como las primeras: una vez llegado a Barcelona, fue encarcelado a la espera de que se aprobaran los papeles para su extradición. En ese período, el informático devenido a tuitero compartió en su perfil de Twitter sus esperanzas, preocupaciones, opiniones y miedos, entre los que se destacaron sus repetidas advertencias de que, si aparecía muerto, no iba a ser un suicido sino que muchos lo querían muerto porque “sabía demasiado”.
A pesar de ser tildado de paranoico, un par de horas después de que se supiera que sería enviado a Estados Unidos, se suicidó. Su muerte generó dudas y su tercera esposa, Janice, pidió en repetidas ocasiones que le entregaran sus restos para poder hacerlos analizar por un ente privado. Sin embargo, el cuerpo siguió guardado en la morgue de la cárcel española hasta mediados del 2022.
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