El día que Emma Eames mostró sus emociones
Emma Eames fue una de las sopranos más renombradas de su tiempo. A los 23 años, en 1889, debutó en la Ópera de París encarnando a la heroína de Romeo y Julieta, de Gounod. Desde entonces emprendió una carrera formidable asumiendo papeles líricos y liricodramáticos en los principales teatros europeos. Pero desde 1900 su actividad la llevó adelante mayormente en Estados Unidos, su país. Se la admiraba por la belleza de su voz, por la pureza de la línea del canto y por la facilidad con la que superaba, sin desafinaciones, los pasajes más endiablados. Pero no faltaba quienes le observaban cierta liviandad para encarar los papeles más dramáticos, cierta imposibilidad para meterse en las tragedias propias de la ópera romántica. En 1905, en el Metropolitan Opera House de Nueva York, Eames protagonizaba al personaje de Elsa del Lohengrin de Wagner. De repente, en el segundo acto, esta soprano siempre más elegante que pasional, por fuera de lo ensayado, alterada con las intrigas de Ortrud, giró sobre sí misma, caminó hacia la conspiradora y le dio una bofetada en el rostro. Más allá de lo que el personaje pudiera sentir hacia quien, encarnizadamente, busca su infelicidad, al parecer, Eames estaba preocupada porque la actuación y las altanerías de Edyth Walker estaban concitando la adhesión del público. Atónita, pero gran actriz, Walker continuó inalterable con sus planes para erigir a Telramund como el nuevo duque de Brabante. Pero concluida la función, la mezzosoprano se tomó revancha. Un cronista, que había advertido lo extemporáneo del golpe propinado por Eames, le preguntó qué opinaba del suceso. Walker se mostró hipócritamente indulgente: "Fue realmente una sorpresa, pero yo estuve encantada de ver, por fin, alguna evidencia de emoción en Madame Eames".
Más leídas de Espectáculos
Luisa Delfino. Su infancia humilde, la intervención de Guerrero Marthineitz, cómo creó Te escucho y por qué va a vivir para siempre
El pibe de barrio que llegó. Se crio en Villa Gesell, participó de dos “bombas” de la TV y a los 65 años cuenta sus secretos
Denuncias de acoso sexual. Aliverti explicó al aire por qué Pedro Brieger no continuará en su programa: “El repudio es insoslayable”