Ecos: la exitosa serie de suspenso de Netflix que promete llegar a lo más visto del ranking

Parece que hay un vínculo irrompible. Y posiblemente no haya nada más aterrador para una mujer que tenga una hermana gemela que la otra desaparezca sin dejar rastro. La idea de una ruptura de ese vínculo que se fija entre el hecho de ser idénticas y cercanas y, casi siempre, de haber forjado unas vidas opuestas, es el aliciente de Ecos, una serie de solo siete episodios que plantea ese conflicto y se convirtió en un éxito para Netflix.

”¿Dónde está mi hermana?”, se pregunta Gina, mientras mira un cartel pegado en un poste del lugar donde crecieron. Es una foto un poco pixelada de Leni, que al parecer fue secuestrada. La tensión no solo radica en su búsqueda. La serie tiene otros elementos con los que pretende escapar de ese lugar común que muchas veces se revela en un thriller de estas características. Ambas tienen costumbres opuestas y llevan dinámicas distintas para no vivir en la monotonía.

Gina es una importante ejecutiva de marketing que parece tener una vida perfecta, mientras que Leni se desenvuelve en un ambiente más relajado, en un rancho en el que cría caballos. El haber desaparecido del mapa no solo lleva a la hermana a reencontrarse con su pasado, sino que despierta una extraña incomodidad en el lugar donde crecieron.

Cerca de la finca donde ocurrió el suceso hay patrullas, vecinos, un esposo desorientado, una niñera adolescente (e insolente), así como la comisaria Lousie Floss, que se encarga del caso y desde su primer encuentro con Gina deja ver que siente que algo no encaja entre las hermanas.

“Debe de ser duro estar de vuelta con tanta historia”, le comenta Floss a una hermana desesperada. Ya se notan puntadas de algo más grande que un secuestro o una desaparición.

Un reto muy difícil

Michelle Monaghan, una actriz que supo moverse entre la acción con filmes como las dos recientes películas de Misión imposible junto a Tom Cruise, la primera temporada de la serie policíaca True Detective o el drama, y casi una coincidencia en cuanto al género, La desaparición de Sídney Hall, reveló que al leer solo algunas páginas sintió que tenía que ser parte del proyecto. El reto de unas gemelas es el sueño de muchas actrices.

“Justo cuando pensé que lo tenía todo resuelto, leí las últimas cinco páginas del primer episodio y pensé: ‘Oh, vaya’. Luego leí el segundo episodio y el tercer episodio, y me enganchó”, dijo en una entrevista al medio Screenrant.

A eso le sumó el interés de tomar un doble papel y configurar todos los elementos necesarios para revelar que detrás de una copia exacta en la pantalla había que evidenciar unos matices claros de personalidad que marcaran la diferencia entre las hermanas.

“Necesitaba individualizar a los dos, no obstante este vínculo increíble que comparten, como lo hacen muchos gemelos. Usé el trauma fundamental de haber perdido a su madre a una edad tan temprana como línea de base. Ambas tienen diferentes recuerdos en torno a esa experiencia y lo que realmente sucedió, y permití que sus respectivas verdades, o verdades asumidas, informaran en quiénes se convirtieron como personas y ayudaron a definir sus características y su propia energía”, agregó en el mismo artículo.

El rodaje mantuvo la rutina que implica este tipo de historias. Monaghan hacía las escenas con una actriz de espaldas que la acompañaba mientras decía sus diálogos, y luego corría a cambiar su ropa y su peinado para convertirse en la otra y responder a las situaciones que le planteaba la historia.

Pero el asunto se va complicando conforme pasan los episodios (siete en total), lo que lleva al misterio a una fosa de confusión e identidad que puede llegar a ser tan intensamente seductora como fatigante.

Demasiados giros

Ecos da muchos giros, vueltas de tuerca y consigue que el asunto de las hermanas sorprenda. La protagonista sobresale en su esfuerzo frente a sus colegas de la serie que parecen no explorar tanto. El producto está al servicio de la actriz, que, entre recuerdos convertidos en flashbacks, mantiene el ritmo de la trama.

Aunque algunos críticos consideraron la serie como un thriller genérico con un interesante punto de vista acerca de la identidad y las relaciones familiares (un tanto ensalzadas por los traumas), Ecos se deja ver y se convirtió en una de esas producciones que funcionan muy bien con la audiencia y en las métricas.

Hasta ahora, se mantuvo entre las diez más vistas en Colombia. La mejor opción es verla en plan maratón para estar listo a sus grandes y a veces un poco raras sorpresas, en su afán por resolver realmente lo que le pasó a Leni.

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