Dream Theater: virtuosismo y energía pura en el Movistar Arena
La séptima visita a la Argentina del grupo liderado por el guitarrista John Petrucci, miembro fundador de la banda, el cantante James LaBrie, John Myung en bajo, Jordan Rudess en teclados y Mike Mangini en bateria, se dio en el marco del moderno estadio Movistar Arena de Villa Crespo.
La banda de metal progresivo presentó su nuevo álbum Distance Over Time y los músicos se dieron el gusto de festejar los 20 años de su disco más recordado: Metropolis Pt. 2: Scenes from a Memory.
Dream Theater desplegó un concierto de casi tres horas dividido en dos capítulos bien demarcados. Frente a los músicos esperaba un público ecléctico que vistió remeras de la banda, y además, de otras formaciones muy distintas entre sí como Iron Maiden, Ramones, Meshuggah, y Suicidal Tendencies.
La primera parte del concierto arrancó con proyecciones de contenido apocalíptico en las que aparecen robots que "recuerdan" el pasado humano. De la mano de Mike Mangini -quizá el baterista más rápido del mundo- y Petrucci, combinados con el resto del quinteto, se disparó el viaje sonoro con el tema "Untethered Angel".
Para continuar el público inició una ovación de brazos en alto al oír los primeros acordes de "A Nightmare to Remember" . El pie de micrófono construido con un brazo que sostiene una calavera, esperaba por el vocalista LaBrie durante la intro. La personalidad del cantante James LaBrie y su comunión con la gente, reafirmaron aún más sus dotes vocales tanto en las canciones de tonos muy altos como para las melódicas y más cargadas de emoción.
En ciertos momentos del show, Jordan Rudess abandonó su pedestal de teclados y mezcló sus melodías con los riffs de John Petrucci portando un híbrido de teclado-guitarra de teclas totalmente negras.
En el transcurso se agregaron "Paralyzed", "Barstool Warrior", "In the Presence of Enemies Pt. 1" finalizando la primera etapa de la noche con "Pale Blue Dot" un viaje espacial con visiones del planeta Tierra en las pantallas gigantes.
El break, que sirvió para recorrer las imponentes instalaciones del centro de entretenimiento Movistar Arena, se vio interrumpido por una pista musical de la década del 1920. Mientras tanto las pantallas se pusieron a tono con la proyección de un cómic antiguo: era el turno de "Regression" y "Overture 1928" en la cual un péndulo buscó hipnotizar al público en una cuenta regresiva de película. El carácter progresivo de la banda se hizo presente en "Fatal Tragedy" con solos estelares de Petrucci. Le siguió "Beyond this Life" con las melodías del poderoso bajo de John Myung y la agilidad del teclado de Rudess.
Dream Theater apela al simbolismo en todos los sentidos y eso la ubica en la liga de las bandas conceptuales: para el segundo capítulo el vocalista cambió su pie de micrófono de calavera por uno que simboliza el infinito.
Hacia el cierre algunos tímidos celulares encendidos, acompañaron el coreo del estadio para los temas "Home" y "One Last Time". El súmum llegó con "The dance of Eternity" y el momento más emotivo se dio en "The Spirits Carries On" con aplausos sin fin para llegar a "Finally Free" y el bis "At wit´s End" de la nueva producción, cerrando el concierto.
La potencia y los rasgos tecnológicos en la primera parte no opacaron el festejo de los 20 años de su disco más ovacionado: Metropolis Pt. 2: Scenes from a Memory. La séptima visita de Dream Theater a la Argentina deja en claro que la banda resiste el paso del tiempo: sigue vibrando y emocionando a sus seguidores desde sus inicios en la década del ochenta.
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