Dos argentinos que vuelven al país para el FIBA
Constanza Macras y Rodrigo García, en la apertura y cierre del festival
Aunque falte menos de un mes para el inicio del Festival Internacional de Buenos Aires (FIBA), todavía no hubo anuncio oficial sobre su programación internacional. Claro que alguna data ya se coló por las redes sociales.
Constanza Macras, la talentosa coreógrafa argentina radicada en Berlín, adelantó que presentará The past para la apertura del FIBA (el 18 del mes próximo). Esta creadora nació en 1970, en Buenos Aires. Estudió danza con Margarita Bali y diseño de modas, en la UBA. En 1992 continuó sus estudios en el Merce Cunningham Studio de Nueva York. A continuación, trabajó en Amsterdam en donde creó sus primeras coreografías. Desde 1995 vive y trabaja como performer, directora escénica y coreógrafa en Alemania. Ahí fundó su compañía. En 2007estuvo en la sexta edición del FIBA. Presentó Big in Bombay. Aquella vez, dijo: "Hay algo irreverente en mi trabajo. Por lo general, la danza está asociada a una forma muy esteticista, decorativa, de cosa agradable, y yo no estoy interesada en eso. La mezcla entre actores y bailarines genera un lenguaje distinto, pero además hay malas palabras, elementos rústicos, momentos ordinarios. Uno sale a la calle y no es todo lindo ni todo el mundo anda bien vestido ni se oye una sonata de Chopin, y mi inspiración es cotidiana y urbana".
De esa inspiración sobre lo cotidiano también se basa el trabajo de la compañía DorkyPark que estará en Buenos Aires. En esta obra, creada con la colaboración del compositor Oscar Bianchi, explora el arte de la memoria como modo de supervivencia y aprendizaje.
El otro "repatriado" es el director y dramaturgo Rodrigo García. Como Macras, también estuvo en el FIBA. Eso fue en la edición de 1999 cuando trajo Conocer gente, comer mierda. Generó, como es costumbre en su producción, reacciones de todo tipo. Él es así: las medias tintas no son lo suyo. Alguna vez dijo: "La violencia en mis obras creo que se da porque muchas veces defiendo el punto de vista incorrecto. Y porque contradigo mucho, todo lo que puedo. La obra tiene que ser, ante todo, contradicciones. La coherencia no es buena. Cambiar de opinión debería ser una aventura cotidiana. Mucha gente se enorgullece de tener ciertos valores y de conservarlos intactos. Yo los valores me los cuestiono a cada rato y eso es más violento, por lo visto, que algo obsceno o sucio en el escenario".
El actual director del Centro Dramático Nacional de Montpellier, de Francia, traerá esta vez Gólgota Picnic. Cuando presentó ese montaje en París, despertó la furia de católicos franceses. En Hamburgo fue igual. En Praga el director de un festival la levantó para no poner en "riesgo a los espectadores". Transcurre en la Última Cena recreada por esta controvertida figura de la escena mundial. La escenografía está compuesta por miles de bollos de hamburguesa. "Es una referencia al milagro de la multiplicación de los panes y los peces, pero también a la comida basura", apuntó el diario El Mundo, de España. En Buenos Aires, Gólgota Picnic se presentará del 2 al 4 de octubre, y cerrará la programación del FIBA.
Rodrigo García nació en 1964, en esta ciudad. Hijo de un carnicero y de una verdulera inmigrantes españoles, en 1986 se radicó en España en donde fundó su grupo: La Carnicería Teatro. Sus producciones están atravesadas por la influencia de referentes de la experimentación escénica y de las artes visuales. En Buenos Aires, sus obras han sido montadas por Emilio García Whebi, Guillermo Heras y Juan Carlos Fontana.
A juzgar por estos datos, tanto la apertura como el cierre del FIBA contará con la presencia de dos creadores argentinos de proyección internacional.