Diego Gentile, iluminado por la buena estrella
Trabaja en Toc Toc y encontró la fama con su recién casado de Relatos salvajes
Llega a la entrevista debajo de un paraguas amarillo, como protegido de la lluvia por un halo de la buena fortuna, abrigado por la buena estrella que lo sigue a donde vaya. Se lo ve radiante, jubiloso, iluminado. Y a decir verdad, a Diego Gentile le sobran los motivos para sonreír por estos días. Recién llegado de unas vacaciones en Nueva York, acaba de comenzar la quinta temporada de Toc Toc, el éxito teatral de esos que irrumpen cada tanto en la cartelera para convertirse en una suerte de fenómeno social, con el apoyo incondicional del público y la crítica.
También se luce en Relatos salvajes, el film de Damián Szifron candidato para el Oscar 2015 como mejor película en lengua extranjera, que viene cosechando premios en cada festival por donde pasa, y en pocos meses se convirtió en la película más taquillera de la historia del cine argentino con casi 3.700.000 espectadores. Allí protagoniza el episodio final, llamado "Hasta que la muerte nos separe", donde interpreta al novio judío al que se le pudre muy feo la relación con su novia (Érica Rivas) en la mismísima fiesta de bodas.
"En el estreno me agarraron Kutchevasky y Rozin y me dijeron: «Negro, tenés más cara de ruso que nosotros, no puede ser que no seas judío»... Y sí, le tengo que agradecer a esta cara de judío un par de laburos", bromea.
El tríptico de la buena estrella se completa con el reestreno de Matar cansa, unipersonal escrito a su medida por Santiago Loza, el dramaturgo del momento, bajo la dirección de Martín Flores Cárdenas. Entre lo poético y lo monstruoso, aquí encarna a un fanático de un asesino serial, al que admira profusamente por permitirse ser lo que su núcleo le dicta, lo que su deseo le pide, que es matar. Con un planteo moral perturbador, la obra se estrenó en 2011 con excelentes críticas, y ahora se presenta todos los lunes de febrero, a las 21, en El Extranjero.
De Floresta a Hollywood
Gentile nació en el barrio de Floresta, en el seno de una familia tipo de clase media. Su vocación por la actuación fue temprana, y con apenas 12 años comenzó a estudiar teatro en la escuela de Agustín Alezzo, donde consiguió una media beca que le permitió continuar su formación por cinco años. Fanático del cine, cuenta que de chico también le gustaba ver muchas películas. A finales de los 80, y con el auge de los videoclubes, estaba por abrir el primero de su barrio, en Carrasco y Avellaneda. El pequeño Gentile iba todos los días a ver qué póster nuevo pegaban, qué novedades había a la vista. Hasta que le empezaron a decir: "Mirá, flaco, no vamos a abrir hasta la semana que viene, pero te hacemos socio igual". "Fui el socio número 001, y así empecé a pegar onda con los dueños y a atender a la gente. Al principio me pagaban con películas, entonces mis primas y mis tías, que no tenían VHS, venían a visitarme los sábados a la noche a mi casa de Floresta. Yo llegaba con 12 películas y las veíamos todas, quedaba la videocasetera caliente. Ver todas esas películas fue una parte importante de mi formación y me ayudó a encontrar un criterio sobre lo que me interesaba hacer y lo que no", cuenta Gentile, que también comenzó a analizarse en aquella época. "La terapia me ayudó para la vida, y también a pararme arriba de un escenario. Todo se volvió mucho más liviano, se hizo más disfrutable."
Su primer trabajo como actor fue en Las cosas del querer 2, cinco días de rodaje junto a Antonio Banderas y Ángela Molina, donde todo lo que le tocó decir fue: "Noooooo". También comenzaba un largo camino en el teatro independiente bajo las órdenes de Javier Daulte, Inés Saavedra, Damián Dreizik, Daniel Veronese, Lorena Romanin, Pablo Messiez, Hugo Álvarez, Sebastián de Caro y Pepe Cibrián Campoy... es decir, ningún nombre menor.
Sin embargo, fue sobre todo la publicidad y no el teatro la que le dio de comer por esos años. Muchos recordarán aquella pieza de Fernet donde se afirmaba que uno de cada diez argentinos es gay. El personaje de Gentile era el primero entre los diez amigos en querer ocultar su costado femenino, estirando la botamanga de los pantalones para tapar unas medias rosas. También comenzaron sus participaciones en cine y TV (ver aparte).
"Creo en el estudio y creo en el hacer. Incluso creo en el hacer más que en el estudio. Me parece que haciendo uno se va dando cuenta de cuál es su propio método, cuáles son sus limitaciones; qué le divierte más o menos, qué le gustaría hacer de nuevo y qué no le gustaría hacer más. Poniendo el cuerpo y buscando, siendo curioso, apoyándose en los compañeros", sigue Gentile, que por estos días comenzó la grabación de Todos comen, una miniserie de 13 capítulos para televisión dirigida por Gustavo Cotta, a estrenarse en 2015. Y añade: "Siento que vengo haciendo el camino lindamente, con código, no sólo en lo profesional, sino en la forma en que me fui vinculando con la gente. Cuando miro para atrás pienso que está buenísimo que todo haya llegado en su momento. Y me voy a dormir contento".
En la recta final para la ceremonia de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood, a celebrarse el 22 de este mes, Gentile calienta los motores a la espera del gran día de su vida: "Ya la vi cuatro o cinco veces. Después pido permiso y me meto en los cines para ver la última parte, que justo es la del casamiento. Me gusta ver lo que pasa con la gente, qué comentarios hace. Eso sí -advierte con tiempo-: llegaré borracho al gran momento de la premiación".
Una carrera en ascenso
En teatro
Si dos personas se aproximan, Soy minoría, El diván, La niña fría, Contención, Antes/Después, Los hijos de Medea, Los justos, La vida es sueño, David el rey, Acuerdo para cambiar de casa, Toc Toc.
En cine
El ratón Pérez, La mano de Dios, 18-J, Potestad, Vacaciones en la Tierra, Rockabilly, Bajo bandera, Relatos salvajes.
En televisión
Poliladron, Sos mi vida, Amas de casa desesperadas, Los secretos de papá, La niñera, Son cosas de novela, Señores papis.
En la web
Plan V.
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