Dibu es de película
El jueves próximo se estrenará el film argentino basado en la serie televisiva "Mi familia es un dibujo", con el pequeño chico pelirrojo como protagonista principal.
Las posibilidades de entrevistar a Dibu son, generosamente, de 0 entre 10 mil. Eso, aun cuando el pequeño personaje pelirrojo sea el principal protagonista de la serie televisiva "Mi familia es un dibujo" y del film "Dibu, la película", que se estrenará el próximo jueves. Y hasta cuando actores, directores y dibujantes, hablen realmente con él.
De todas maneras, más allá de las surrealistas intenciones y situaciones, el pequeño dibujo pelirrojo es el protagonista principal. Es el centro de la historia familiar que se ve por Telefé y que llegará al cine en plenas vacaciones de invierno.
Fuera de la pantalla, la casa donde vive este diminuto personaje es un enorme salón sin divisiones. Pero con muchos habitantes: casi setenta dibujantes que, lápiz y papel en mano, se las ingenian para dar vida al integrante menor de esa familia, mitad real, mitad ficción.
En ese lugar, Dibu aparece repetido casi hasta el hartazgo: en las paredes, en las mesas de trabajo, en el suelo, en las ventanas. Y con distintos gestos y poses: llorando, riendo, moviéndose, durmiendo, como una colección de fotos de las distintas etapas de un bebé recién nacido que estos padres primerizos se empeñan en perpetuar.
Pero siempre sobre papel. Su cara sólo se vuelve más humana en uno de los principales rincones del salón. Allí, como presidiendo la operación que transforma al personaje en un ser animado, está su creador, Rodolfo Mutuverría, que, de tan similar a Dibu, parece una encarnación. Y no lo disimula: el jopo, los ojos y hasta los gestos de este hombre parecen calcados de ese niño travieso de la TV. O más bien al revés, claro.
La vida detrás del papel
Sentado detrás de su tablero, Mutuverría comienza el extraño trabajo de creación. Trabajo que después de rebuscados procesos tecnológicos, convierte a Dibu en un actor más que comparte escenas con personas de carne y hueso.
Y aunque hoy casi nadie duda de su existencia, lo cierto es que no siempre fue así. El año último, cuando Telefé le encargó a Mutuverría la creación de un personaje animado, el dibujante apenas pensó en un comercial o en una placa fija de presentación de algún programa.
Por eso, en sus primeros esbozos, Dibu -que en ese entonces se llamaba "Pecas"- no era todo lo tierno y travieso que es ahora, con más de un año de programa al aire y con su debut en el cine. Pero ya se parecía a su padre. Excepto por el color de pelo que Mutuverría eligió especialmente para darle un toque personal."Si era morocho se iba a confundir con las sombras y no quise hacerlo rubio porque es un color muy trillado", explica Mutuverría a La Nación.
"Dibu es igual a cualquier chico de 7 años. Es tierno, necesita que lo quieran, ama a su familia, le gustan los animales, la computadora y los videojuegos. El peor castigo que puede recibir por no hacer los deberes es que lo dejen sin ver la TV", comenta el dibujante, como un padre orgulloso de su creación.
Y no es para menos. Ese pequeño hijo cabezón pasó de ser apenas un dibujo a convertirse en la figura central de ese grupo humano que componen Germán Kraus, Stella Maris Closas, Alberto Anchart, Juan Vitali, Facundo Espinosa, Marcela Kloosterboer y Andrés Ispani.
En menos de un año, el personaje tuvo que vérselas en las situaciones más inverosímiles, compartiendo su realidad ficticia con la de verdad. "A Dibu le tocó meterse en el agua, hacer karate, bailar el tango, andar en patineta, galopar sobre un perro", enumera Mutuverría como ejemplo de las proezas de Dibu.
Y, con la película, sus apariciones aumentaron. Mientras que en la serie de TV el dibujo apenas comparte cartel unos tres o cuatro minutos, en la película se lleva 25 minutos de actuación. Además, en el film, sale de la casa, cosa que hasta ahora no había hecho nunca: visita el kartódromo para correr una carrera y viaja a San Martín de los Andes para encontrarse con su nueva compañera: Buji.
La nueva integrante de la familia, que una vez presentada en la pantalla grande pasará a la televisión, es una bebé de un año. Rubia sin temor a ser un recurso trillado y hasta un poco torpe todavía, Buji es capaz de perder buena parte de su tiempo en cosas tan femeninas como el maquillaje y el peinado.
De tal palo tal astilla
Mutuverría, el padre de las dos criaturas, tiene 29 años. Y pese a todos sus reparos para aceptarlo sabe que, al menos Dibu, se le parece hasta en los gestos.
Al principio de su charla, intenta distanciarse con un tímido "yo no busqué que se me parezca"; pero después, resignado, acepta los parentescos sin disimulos. Sobre todo porque a sus costados, y como para recordárselo, hay infinidad de fotos de su hijo predilecto.
"En general, los dibujantes ponen algo de sí en sus creaciones, aunque no lo quieran. Cada uno de los 70 dibujantes pone algo suyo en Dibu. Hay quienes le hacen los ojos más grandes, o la cara más triste, según sus características personales. Pero en el caso de Dibu creo que es una coincidencia. Lo que sí tiene son actitudes mías, como por ejemplo su manera de moverse, o de reaccionar. Y esto se debe a que cuando nos juntamos con los animadores, yo me pongo en la piel del personaje e intento que el filmador de la secuencia interprete lo que le pido. Por ejemplo, si Dibu se tiene que sentar y decir algo, yo me siento y digo cómo lo diría él. Así, yo pongo las expresiones y los gestos que más tarde copian los animadores".
-¿Y en el caso de la Buji?
-En ese caso no. Para hacer a Buji tuve que documentarme un poco para ver cómo se mueven los bebes. El trabajo de animación requiere mucha observación. Tenía que ver no sólo cómo gateaban los niños sino descubrir las actitudes femeninas que va a tener la beba. Por momentos, Mutuverría toma distancia de sus creaciones y habla de ellas como si sólo fueran lo que en definitiva son: dibujos animados. Pero, por momentos, la mayoría, también se aferra a ellos como si habitaran este mundo. Tanto que hasta se emociona cuando cuenta que a Dibu se le ponen los ojos vidriosos porque lo retan. Quizá porque, en su mundo animado, no es tan surrealista eso de convivir y hablar con personajes de la ficción.
Travesuras
"Dibu, la película" será la versión cinematográfica de "Mi familia es un dibujo", la serie que se emite los sábados por Telefé. Sólo que en este caso servirá además para presentar en sociedad a la nueva integrante animada de esta extraña familia mitad ficción mitad real: Buji, una beba de un año y medio que aparecerá casi por arte de magia durante un viaje a San Martín de los Andes.
Dirigida por Carlos Olivieri y Alejandro Stoessel y con guiones de Ricardo Rodríguez, la película contará las nuevas experiencias de la familia con Buji. Pero no desatenderá las travesuras de Dibu, que, esta vez, probará suerte en una carrera de karting, atraído por su padre, que también fue corredor. "Dibu...", producida por Patagonik Film yTelefé, se rodó durante siete semanas en los alrededores de Buenos Aires, en San Martín de los Andes y en los estudios Sonotex.
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