Devociones deportivas
Para los que ansíantener advocacionesmarianas, la Virgenno deja de sorprender:protege y hasta tienesus propios santuariospara los deportistasmás variados
"Madre de Jesús, te pedimos asistencia y protección en nuestras actividades ciclísticas. Manténnos fuertes y sanos en el cuerpo, puros y fervientes en el alma, lejos de los peligros tanto en los entrenamientos como en las competencias. Que la bicicleta sea un instrumento de fraternidad y amistad, para elevarnos cada vez más hacia Dios?"
Así recita una oración puesta en el altar del santuario del Ghisallo, una pequeña iglesia italiana del siglo XV situada en la cumbre de una montaña, a 800 metros de altura sobre el lago de Como. La Virgen venerada acá es nada menos que la patrona de los ciclistas.
Debido a su posición geográfica, el santuario, al que se llega con una ardua ascensión, es meta de numerosas peregrinaciones y, desde los inicios del ciclismo, de muchas carreras importantes, como por ejemplo el Giro de Italia.
"Hay que tener entrenamiento, pero también mucha fe para llegar hasta la Virgen", comenta Romilde Merzario, de 80 años, frente a la puerta de su casa, mientras mira a los ciclistas que pedalean por las ásperas subidas que llevan hasta el sitio mariano.
Un poco de historia
La iglesia se transformó en símbolo de la elevación espiritual del ciclismo en 1949, cuando el papa Pio XII estableció que Nuestra Señora del Ghisallo fuera la patrona de los ciclistas italianos. A partir de ese día también se convirtió en patrona del ciclismo internacional y hoy en la capilla se encuentran muchas bicicletas célebres, remeras y trofeos, llevados allí por devoción por ciclistas reconocidos como Gino Bartali, Fausto Coppi, Eddy Merckx, Felice Gimondi y Francesco Moser.
Así como la del Ghisallo, la capilla Notre-Dame des Cyclistes, en Francia, y la de Nuestra Señora de Dorleta, en España, son santuarios también consagrados al ciclismo. Sin embargo, la espiritualidad mariana en el deporte no se limita solamente a la bicicleta. En el santuario de Torreciudad, en España, la Virgen de los Deportistas espera cada año a centenares de atletas de diversas disciplinas que llegan hasta allí para ofrecerle trofeos y para participar en la Jornada Mariana del Deporte, un singular evento en homenaje a la Virgen. En esta jornada se realiza una carrera de 520 kilómetros desde Madrid hasta Torreciudad, en la que los atletas, campeones nacionales e internacionales, hacen el recorrido en 53 relevos sin interrupción durante dos días y medio.
Algunos atletas rezan y meditan mientras realizan sus prácticas deportivas, otros cuando las terminan. El papa Juan Pablo II, que en su juventud se dedicó con asiduidad a la práctica del fútbol y el esquí, después de sus ejercicios físicos combinaba con sus oraciones a la Virgen el rezo del santo rosario. En la celebración del Jubileo de los Deportistas del año 2000 Juan Pablo II dijo: "Esta celebración es la ocasión para dar gracias a Dios por el don del deporte, con el que el hombre ejercita su cuerpo, su inteligencia y su voluntad, reconociendo que estas capacidades son dones de su Creador".
Por el mundo hay unos cuantos atletas de Dios y de María que siguen ese ejemplo papal. En la Argentina, Cecilia Bacigalupo, tres veces campeona mundial de paddle, es muy devota de la Virgen y reza el rosario todos los días. "Cuando competía no era solamente la fortaleza mental a mantenerme activa, sino que sentía una mano que me tocaba desde arriba, que me llenaba de fuerza", cuenta Bacigalupo.
Igual Aldo Giménez, que fue campeón argentino de fisicoculturismo. "Mientras levantaba pesas rezaba para que la Virgen me ayudara y siempre me escuchó", dice a su regreso de la peregrinación a la Virgen de Luján.
Entre los polistas también se encuentran muchos devotos. En 1990 nació el Movimiento Familia Cristiana del Polo por iniciativa de un grupo de laicos, que con el apoyo de sacerdotes decidió expandir la presencia de Dios en el ambiente del polo. Hoy forman parte del movimiento miles de personas entre jugadores y personas relacionadas con este deporte. Entre ellos, Eduardo Novillo Astrada, polista y padre de los cuatro integrantes del exitoso equipo de La Aguada, que asegura: "La de arriba es una mano más, y siempre nos vino bien".
Muchos futbolistas, como Gabriel Batistuta, Javier Zanetti, Cristiano Ronaldo, por ejemplo, manifestaron una y otra vez su devoción, mientras, entre los jugadores de rugby, los Pumas cuentan con apoyo espiritual durante los entrenamientos. El rugby también tiene su movimiento religioso y su patrona. En Francia, enclavada en una colina, en los bosques de la Villa de Larrivière, Saint Savin, una pequeña capilla románica, alberga a Nuestra Señora del Rugby. Con un vitral curioso que la representa: a sus pies, un scrum y un chico que le ofrenda una pelota de rugby.