De taxista a portero: el lado oculto de Leonard Nimoy, el legendario Sr. Spock
Los fanáticos de Star Trek quizás lo relacionen únicamente con su alter ego, el Sr. Spock. Pero la pasión de Leonard Nimoy por la actuación nació mucho antes que su personaje estrella. Tenía ocho años cuando afloró en él el amor por el teatro y se unió a un grupo escolar artístico para subirse entonces a sus primeros escenarios.
Nació en Boston el 26 de marzo de 1931. Sus padres eran inmigrantes judíos que provenían de Ucrania, cuando el país todavía formaba parte de la Unión Soviética. Su papá, Max Nimoy, tenía una barbería y su mamá, Dora Spinner, se dedicaba a las tareas de la casa.
Leonard tuvo un hermano más grande llamado Melvin, muy estudioso y el favorito de sus padres. De hecho, cuando el niño de ocho dijo que quería hacer teatro, su papá le dijo que no había hecho todo el viaje desde Rusia hasta Estados Unidos para ver cómo uno de sus hijos “desperdiciaba su carrera siendo actor”.
Como el jefe de una familia de clase media, Max Nimoy se veía obligado a quedarse en la barbería incluso los sábados, a pesar de su religión, porque era el día en que más clientes llegaban. En cuanto a los niños de la familia, Leonard, por ejemplo, además de cantar en el coro como actividad extracurricular, también se veía obligado a ponerse a trabajar, por lo que empezó a vender diarios.
El duro camino del actor
Cuando tenía 17 años, un momento en el que debía empezar a definir el rumbo de su futuro profesional, Nimoy participó de la obra de Clifford Odets, “Awake and Sing”, que dramatizaba los esfuerzos de una familia judía, los Berger, en el contexto de la Gran Depresión de 1930.
“Fue algo asombroso. En la obra, Berger era mi madre, quien intentaba controlar desesperadamente la vida de su familia. Y mi rol como un hombre joven rodeado de un escenario hostil y represivo tocó una fibra sensible en mí que me llevó a decidir hacer de la actuación una carrera”, contó alguna vez Nimoy.
Ya sabía lo que quería para su futuro. Su medio para alcanzarlo fue entonces vender aspiradoras, lo que le permitió ahorrar para, dos años después, viajar a Los Ángeles en busca de algún papel como actor. Allí, estudió en el Pasadena Playhouse y se fue acercando, de a poco, a su vocación.
Su carrera en el cine empezó a tomar vuelo a sus 21, cuando interpretó a un boxeador en la película “Kid Monk Baroni”. Por esos tiempos llegarían también otros papeles en films como “Reina por un día”, “Rhubarb” y “Old Overland Trail”.
A los 23 se casó con Susan Bay, con quien tuvo dos hijos, July (1955) y Adam (1956). El mismo año en que contrajo matrimonio se enroló en el ejército norteamericano pero a los 25 fue liberado e intentó volver al universo actoral, aunque no le resultó para nada fácil. Con una familia a cuestas, no conseguía trabajo en el rubro, por lo que optó por manejar un taxi y mantener así un ajustado nivel de vida.
También fue portero en un edificio y limpió peceras en una veterinaria. Pero su lucha por seguir adelante no fue para nada en vano.
En 1961 su carrera empezó a despegar nuevamente (y, esta vez, definitivamente), cuando participó de la serie televisiva “The Twilight Zone”, a la que le seguirían otras como “Rumbo a lo Desconocido”, “Superagente 86”, “El Agente de C.I.P.O.L.” y “El Teniente”. El creador de esta última era Gene Roddenberry, quien en 1966 llevaría a la televisión a Nimoy con su mítica serie “Star Trek”.
“Larga vida y prosperidad”
Leonard saltó a la fama con el personaje de las orejas puntiagudas y el saludo de la mano con los dedos separados que transmitía “larga vida y prosperidad”. Generó furor en el público fanático de la serie de ciencia ficción que siempre pidió más.
Su protagonismo en “Viaje a las estrellas” (1966-1969), así se popularizó en la región hispana, le permitió además explorar su versatilidad profesional. Es que, además de la actuación, Nimoy incursionó en el mundo de la dirección en las sagas “Star Trek III” y “Star Trek IV”. Más tarde también lo haría en “Tres hombres y un bebé” y “Funny About Love”.
Pero su marca en el éxito de las aventuras interestelares fue mucho más grande que la que dejó con su talento. El actor Walter Koenig, intérprete de Pavel Chekov en la serie, contó que Leonard lideró la batalla por la igualdad salarial entre hombres y mujeres en “Star Trek”.
Cuando se enteró de que Nichelle Nichols, la teniente Uhura en la ficción, ganaba menos que sus colegas hombres, aún con un papel importante en el ciclo, Nimoy sentó a los directivos para discutir sobre el tema y consiguió solucionar el caso igualando el salario de la actriz.
Él fue el inventor del emblemático saludo con la mano de los nativos de Vulcano y, fue tal su trascendencia, que cuando empezó la pandemia circularon en las redes sociales memes con su foto que bromeaban con que los seres humanos debían saludarse como el Sr. Spock para mantener la distancia.
Para siempre Sr. Spock
En 1970, una vez terminada la serie, ya consagrado como una estrella internacional, decidió darle lugar a otra de sus pasiones: la fotografía. Empezó a estudiar en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) y, desde entonces, hizo una serie de exposiciones a través de las cuales quiso generar conversación sobre algunas cuestiones sociales, como la belleza hegemónica.
Además de la fotografía, Nimoy explotó su costado poeta y llegó a publicar tres volúmenes con sus textos. En 1975, llegó su autobiografía “No soy Spock”, en la que explicaba las diferencias entre el personaje y el actor. El título se inspiró en una escena que protagonizó en un aeropuerto, cuando una madre lo presentó ante su hija como Spock, lo que dejó a la niña algo confundida.
Pero en 1979 Leonard volvió a ser el de las orejas puntiagudas mitad humano mitad vulcano en el estreno de la película de “Star Trek”. Le siguieron también cinco largometrajes más hasta 1991, de los que participó como actor y guionista.
En 1995 se publicó su segunda autobiografía “Soy Spock”, un título que eligió para calmar el enojo de los fanáticos que rechazaron el nombre de su primer libro. En esta edición, explicaba que el personaje es parte de su persona y abordaba también su carrera como actor y director.
Uno de sus últimos papeles fue en 2008, cuando interpretó al Dr. William Bell en la serie de ciencia ficción “Fringe”. Pero, en su afán por mantener el vínculo con los fanáticos de “Star Trek”, Nimoy se volvió a poner el traje de Sr. Spock a sus 78, para la película estrenada en 2009.
Murió el 27 de febrero de 2015 en su casa de Bel Air, Los Angeles, a causa de una enfermedad pulmonar obstructiva. Con 83 años, Leonard Nimoy partió al más allá aunque, en Tierra, quedarán sus icónicos saludos y su deseo para el universo de “larga vida y prosperidad”.
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