¿De qué murió la mamá de Fito Páez?
El músico compartió apenas ocho meses de su vida con su progenitora, que murió por una enfermedad; la biopic El Amor después del Amor muestra cómo, pese a esto, ella influenció su camino musical al legarle un instrumento
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Quienes hayan empezado a ver El Amor después del Amor, la biopic de Fito Páez que está disponible en Netflix y fue producida por Mandarina Contenidos, ya tienen una idea de qué pasó con Margarita Zulema Ávalos de Páez, la madre del artista de canciones como “11 y 6, “Fue amor” y “Brillante sobre el Mic”. Es que, si bien Rodolfo Páez apenas conoció, esta mujer tuvo una influencia determinante en su carrera musical, dado que legó en la casa rosarina del futuro cantante un piano familiar en el que su hijo tocó sus primeros acordes.
Margarita Zulema Ávalos de Páez. Madre en años luz. Feliz día a todas las mamás del mundo!
Posted by Fito Paez on Sunday, October 18, 2020
¿De qué murió la mamá de Fito Páez?
La madre de Fito Páez murió a causa de un cáncer de hígado cuando él tenía tan solo ocho meses. Sin embargo, pese al corto tiempo que pasaron juntos, un piano y el amor por la música los mantendría conectados de por vida.
La infancia de Fito Páez y las personas que inspiraron su camino musical
“Había un piano en casa, pero durante mi infancia no se tocó nunca: el fantasma de mi madre”, recordó Fito Páez en una entrevista para la Rolling Stone de 2008. Y añadió: “Era un piano familiar, de pared, a la vieja usanza. Era un piano alemán Forster muy raro: bordó, exótico y tenía unos candelabros. Lo había tocado mi abuela, después lo tocaron mi tía Charito junto con mi madre, que eran de la misma generación, y después quedó allí…”
En ese mismo reportaje, el artista reconstruyó la primera vez que se animó a sentarse frente al instrumento: “Un viernes a la noche (estaban pasando El hombre que volvió de la muerte, con Narciso Ibáñez Menta), bajé el volumen de la tele y, ante la sorpresa de todos, fui al piano y comencé a hacer unos clusters. Tenía menos de nueve años y se quedaron todos impactados. Estaba pensando en el cine, de alguna forma, haciendo música para una imagen intentando hacer que funcione. Y me lo festejaron mucho”.
El camino musical de Páez fue influenciado, además, por el resto de su familia: su padre, también llamado Rodolfo Páez, era empleado municipal en Rosario y un gran melómano, por lo que le mostró a su hijo discos de artistas consagrados como Frank Sinatra, Antônio Carlos Jobim, Roberto Goyeneche y Claude Debussy, según contó el artista en entrevistas.
También tuvo importancia en el desarrollo de su talento su abuela paterna, Delia Zulema Ramírez de Páez, y la hermana de esta, Josefa. Ambas fueron parte del núcleo más íntimo de Fito Páez, por lo que la noticia de su asesinato en 1986 causó un antes y un después en la vida del músico.
¿Cómo fue el crimen de la abuela y la tía abuela de Fito Páez?
El 7 de noviembre de 1986, Fito Páez estaba de gira en Río de Janeiro cuando le sonó el teléfono en la habitación del hotel que compartía con Fabiana Cantilo, su pareja en ese entonces. Así fue como el artista recibió la noticia de que habían asesinado a sangre fría a Zulema Ramírez, de 76; su tía abuela Josefa Páez, de 80 años; y a Fermina Godoy, la empleada doméstica que trabajaba en la casa y estaba embarazada. Fermina había recibido varias puñaladas, Josefa tenía marcas de cuchillo en su cuerpo y Delia, una bala en la cabeza.
Un año más tarde, la Policía encontró al culpable: Walter de Giusti, un joven de 24 años que había actuado con la asistencia de su hermano menor Carlos. El primero había ido al colegio con Fito y, además, había estado recientemente en la casa de las mujeres, donde había realizado un trabajo de plomería.
La tarde del 7 de noviembre, los De Giusti aprovecharon el vínculo para volver a presentarse en el lugar y que ellas no temieran abrirles las puertas. Poco antes, Walter había cometido otros dos femicidios. Luego del crimen, fue condenado a prisión perpetua y, en 1998, murió de SIDA en prisión. En tanto, su hermano fue liberado con supervisión policial.
Este fue un momento de quiebre para Fito Páez, que había perdido a su padre un año antes. El artista se recluyó en sí mismo y realizó un viaje a Tahití para alejarse de Rosario, su ciudad natal. Acompañado por su pareja de entonces, Fabiana Cantilo, decidió canalizar su pesar con la música y compuso uno de sus canciones más crudas: “Ciudad de Pobres Corazones”.
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