Zimbo Trío, jazz a la brasileña
El grupo de Amílton Godoy hará tres funciones en Notorious este fin de semana
Hubo un tiempo, la primera mitad de la década del sesenta, en que los tríos "contribuyeron para que se oyese música instrumental como nunca en el Brasil, un país tradicionalmente sordo a cualquier cosa que no fuera cantada", según escribió Ruy Castro en su difundido trabajo sobre la historia de la bossa nova. Fue su momento de gloria -los músicos no habían conocido hasta entonces un mercado laboral tan generoso-, pero el fenómeno pasó relativamente pronto, quizá porque esas formaciones (piano, contrabajo, batería) sobre todo en San Pablo, se multiplicaron "como conejos" y saturaron el mercado; quizá porque las preferencias del público empezaron a volcarse hacia la naciente MPB y hacia el ie-ie-iê de los adolescentes, derivado del rock. De todos aquellos grupos, el único que ha perdurado hasta hoy es uno de los grandes, el Zimbo Trío del pianista Amílton Godoy, que está a punto de presentarse nuevamente en Buenos Aires. Con Mario Andreotti en el contrabajo (se incorporó a la banda en 2010) y el baterista Percio Sapia en reemplazo de Rubinho Barsotti, el legendario trío ofrecerá tres actuaciones en Notorious, hoy, mañana y el domingo, a las 21.30.
Aunque el Zimbo Trío ha tenido frecuente contacto con el público local, conviene hacer un poco de historia. Recordar, por ejemplo, que hace pocos días, exactamente el 17 de marzo, se cumplieron 49 años de la primera presentación del trío en la boite Oasis de San Pablo y junto a la actriz Norma Bengell como cantante. Hacía entonces unas pocas semanas que el contrabajista Luis Chaves y el baterista Rubinho Barsotti habían invitado a Godoy para formar el grupo. Si el debut fue exitoso, más decisiva aun fue un año después su incorporación -para asumir la parte instrumental- en el programa de televisión O fino da bossa , que conducían Elis Regina y Jair Rodrigues y era probablemente el más importante espacio de promoción de los nuevos valores de la época. Con Elis llegaron por primera vez a la Argentina en 1965. Y en ese mismo período (1968), también conviene anotar, tuvo lugar en Rio un formidable espectáculo que se ha vuelto legendario, y del que felizmente ha quedado registro en dos volúmenes: la reunión en escena de la gran cantante Elizeth Cardoso con Jacob do Bandolim, el más grande intérprete de ese instrumento; el conjunto Epoca de Ouro, creado por él y especialista en choro, y el Zimbo.
Prácticamente el trío no ha parado desde entonces de desarrollar su arte en el escenario artístico musical, en todo el Brasil, pero también en innumerables giras que los llevaron por América latina, Europa, los Estados Unidos y Japón. Llevan más de cincuenta álbumes grabados y editados en una veintena de países, y han acumulado premios en su país y fuera de él. Entre los discos, los hay compartidos con otros importantes artistas de la bossa nova, de la MPB y del jazz, y otros dedicados a la música de Tom Jobim o de Milton Nascimento. Han actuado además con orquestas sinfónicas de Brasil, la Argentina, Venezuela, Uruguay y Colombia.
El Zimbo no se ha limitado a actuar. También se ha dedicado a la enseñanza desde que en 1973 fundó el Centro Libre de Aprendizaje Musical (CLAM), donde se han formado muchos talentos de la música brasileña instrumental y vocal, entre los cuales hay que destacar a la pianista Eliane Elias.
Como se sabe, la música del Zimbo Trio, basada en la bossa nova y la MPB posee una fuerte connotación jazzística, en especial en lo que concierne a la improvisación y a la interrelación entre los instrumentos El piano de Godoy, de formación erudita, improvisa con gran desenvoltura y riqueza armónica (él es muchas veces compositor y casi siempre responsable de los arreglos); el contrabajo de Chaves (o el de quienes lo reemplazaron tras su muerte en 2007, eventualmente con bajo eléctrico como en los tiempos en que el rol era desempeñado por Itamar Collaço), proporciona una base armónica segura, y la batería de Barsotti (que actualmente se recupera de una operación y es reemplazado por Pércio Sapia) aporta una base rítmica precisa.
Zimbo, el nombre que eligieron sus fundadores para designar al trío proviene del vocabulario afrobrasileiro y significa buena suerte, felicidad y éxito. Este último lo han tenido ellos por muchos años y por eso en estas mismas páginas se habló en oportunidad de su última visita a fines de la década pasada, de una vitalidad al parecer inagotable.
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