Tras la salida de Paloma Herrera, Isaac Hernández no vendrá a bailar al Teatro Colón
La primera figura del English National Ballet canceló su participación en la temporada de ballet; iba a protagonizar “Giselle”, el primer título de 2022
- 3 minutos de lectura'
El reconocido bailarín mexicano Isaac Hernández no vendrá a Buenos Aires para protagonizar Giselle, el primer título con el que el Ballet Estable del Teatro Colón tiene previsto abrir la temporada 2022. Su decisión es consecuencia de la salida de Paloma Herrera de la dirección artística de la compañía, a la que renunció hace quince días.
Hernández, que ya bailó en el escenario del Colón como Basilio en Don Quijote -también en esa oportunidad convocado durante la gestión de Herrera, para trabajar en la versión de Vladimir Vasiliev- iba a presentarse el 14 y 17 de abril, con Natalia Osipova (Royal Ballet de Londres). A los 31 años, el mexicano -que se incorporará como principal en el San Francisco Ballet en los próximos meses- es una figura de renombre internacional para la danza. Desde que obtuvo el premio Benois de la Danse en 2018, su relevancia se visibilizó en todo el mundo, no solo por su excelencia en escena, sino también por la gestión que hace en su país por una cultura más accesible e inclusiva. En los últimos años, además, incursionó en la actuación: en cine trabajó nada menos que con Carlos Saura (El rey de todo el mundo) y protagonizó la miniserie Alguien tiene que morir, de Manolo Caro (La casa de las flores), para Netflix.
Según LA NACION pudo saber, Hernández comunicó anteayer a los responsables del teatro con quien venía siguiendo los detalles de su contratación la decisión de declinar la invitación para 2022. Sin embargo, en el Colón sostienen “que no hay cambios” entre las figuras convocadas para este año, tal como lo había manifestado el nuevo director del Ballet Estable, Mario Galizzi, en una entrevista con este diario la semana pasada.
Desde que el 31 de enero Paloma Herrera envió a la directora general María Victoria Alcaraz su carta de renuncia, la repercusión pública que tuvo el tema fue in crescendo. La exbailarina, que por 25 años brilló en el American Ballet (ABT) de Nueva York, expuso las condiciones y dificultades organizativas que atraviesa la compañía de ballet de la mayor sala del país –cuya tradición internacional en materia de ballet es emblemática- y enfatizó los condicionamientos que recibió de parte de la dirección ejecutiva del Teatro Colón para continuar en su cargo.
Del mismo modo que lo hizo en diálogo con LA NACION el día que se conoció públicamente su decisión de dar un paso al costado, Herrera explicó antenoche en una entrevista televisiva con TN sus razones para alejarse de la dirección después de cinco años. Los motivos van desde los “problemas crónicos” de una compañía con “una muy compleja dinámica, que está reñida con la calidad del espectáculo”, donde “las clases no son obligatorias, los horarios de trabajo son muy acotados, los bailarines son empleados públicos y como tales gozan de su estabilidad” hasta una serie de condicionamientos artísticos inaceptables que precipitaron su salida. Ante el señalamiento de qué maestros tendrían que venir a trabajar este año, qué bailarines podrían acceder a una categoría y quiénes no y la obligación de poner a bailar a todo el plantel, “más allá de su edad y su condición física/técnica”, Herrera dijo que no. “Es de público conocimiento que de la planta de 100 bailarines del Teatro a duras penas los que trabajan llegan a 50″, repitió más de una vez en estos días.
Hoy, a las 11, el Ballet Estable del Teatro Colón compartirá por la cuenta de Instagram su clase, a cargo del maestro Galizzi, en una transmisión en vivo.
Otras noticias de Ballet
Más leídas de Espectáculos
"Con vos es 4 de noviembre". Qué significa la canción de Tan Biónica escrita por Chano
Eterno Roberto Carlos. Un artista “de antes” para el que las canciones están por encima de todo lo demás
Confirmación de romance. El video de Wanda Nara y L-Gante a los besos en el que se dijeron “te amo” por primera vez
Un rodaje envenenado. La película más cruel de Hitchcock, que retrató su obsesión con una actriz inaccesible y resultó un amargo fracaso