Hoy bailamos para siempre: retazos de la vida de cinco intérpretes en un rito sanador
Guiados de la mano del bailarín y coreógrafo Federico Fontán, cuatro performers dan cuerpo a una propuesta de tono biográfico sumamente emotiva
- 3 minutos de lectura'
Hoy bailamos para siempre. Dramaturgia: Candelaria Frías. Intérpretes: Federico Fontán, Candelaria Frías, Natalia Pelayo, Luis Leon Perelmut y Ana Vega. Vestuario: Andrea Mattio. Diseño de luces: Paula Fraga. Música original: Martín Tucán Bosa. Artista plástico: Lu Garabello. Fotografía: Lola García Berro. Diseño gráfico: Pablo Viacava. Asistencia: Malena Agrest. Asistencia de dirección: Julieta Ciochi. Dirección: Federico Fontán. Sala: El Galpón de Guevara. Funciones: Viernes, a las 23. Duración: 78 minutos
Nuestra opinión: muy bueno
En 2014, en el marco de la Bienal de Arte Joven, Federico Fontán y Ramiro Cortez estrenaron Los cuerpos, una brillante propuesta a cargo de dos talentosos bailarines formados en el Taller de Danza del Teatro San Martín. Esta vez, Fontán se corrió de los registros transitados para lanzarse a su primer trabajo de dirección, para el que decidió convocar a cuatro intérpretes de trayectorias de vida muy diversas y un punto en común: la danza. Una de ellas tiene una sólida formación como bailarina. Otros, están dando sus primeros pasos. Pero todos bailan. Bailan porque lo necesitan, porque es su forma de completarse, de entenderse, de dialogar entre ellos. A la obra la llamaron Hoy bailamos para siempre.
Una de las intérpretes, escritora, fue la que terminó llevando al papel todos estos movimientos escénicos y decidió que Federico Fontán estuviera en escena por un simple capricho: quería darle un beso. De “caprichos” también se nutre esta conmovedora y expansiva propuesta. Hay un ingeniero dispuesto a salir del closet, una improvisadora y una bailarina clásica del Teatro Colón que indaga, y reivindica, su lado más punk. Entre relatos, anécdotas, confesiones y músicas variadas va tomando cuerpo este baile tan personal como colectivo, tan irónico como profundo.
Luis Leon Perelmut dice bailar para salvarse después de haber perdido a su pareja y baila su duelo mientras suena el tango de “Tango de Roxanne”, que aparece en la película Moulin Rouge. Natalia Pelayo recuerda cuando a los 5 años vio Giselle -al tiempo, esa obra fue su primer protagónico en el Colón- y cuando baila Giselle en El Galpón de Guevara todo es magia. Candelaria Frías siempre quiso ser bailarina, pero no; de todos modos, imita a Maya Plisetskaya en La muerte del cisne y se da el gusto de seguir los movimientos de Bolero, de Ravel, que inmortalizó Jorge Donn. Ana Vega recuerda cuando bailó en Cuba un tema que había compuesto su primo; su manera de rememorar aquella primera vez es, lógicamente, moviéndose en el espacio. Federico Fontán evoca el velatorio de su madre cuando su padre le propuso que bailara para despedirla. Y baila, y la vuelve a despedir en un especie de ritual perturbador, bello, sencillo, emotivo.
En Hoy bailamos para siempre los performers van zurciendo sus recuerdos con extremo cuidado, con un nivel de escucha que se agradece. Fontán, en su rol de director, intérprete y guía de este complejo entramado, tiene la habilidad de iluminar cada historia ajena como si fuera la propia, como si cada retazo de vida formara parte de un rito sanador. Los cinco comparten la necesidad de bailar. Bailan -como ellos mismos lo dicen- para poder dormir de noche, para que pase algo, para saber quienes son, para que alguien los recuerde, para recordar. Deciden bailar para siempre, como si fuera un manifiesto político de una poética tan expansiva que, inevitablemente, dan ganas de bailar.
Otras noticias de Críticas
Más leídas de Espectáculos
En Nueva York. Mafalda, invitada especial en la gala de los Emmy Internacional, cumplirá uno de sus grandes sueños
“Eternamente agradecido”. Gastón Pauls reveló el rol que cumplió Marcela Kloosterboer en su recuperación de las adicciones
Elogios, abrazos y un “piquito”. El celebrado reencuentro de Leonardo DiCaprio y Kate Winslet, a 27 años del estreno de Titanic
“All in”. El primer posteo de Colapinto en medio de su affaire con la China Suárez