Córdoba-Bruselas, en un vuelo sin escalas
Lisi Estaras trae a nuestro país el notable espectáculo Dans dans
En 2009, la coreógrafa y bailarina Lisi Estaras regresó a nuestro país (su país) a presentar Patchagonia, un maravilloso trabajo que estuvo en los festivales de Buenos Aires y Córdoba. Hace cosa de un mes, volvió a Córdoba (es de Río Ceballos y tiene más tonada que mi suegra) para presentar Dans dans, el trabajo que, desde pasado mañana y hasta el domingo, se ofrecerá en el hall del Teatro San Martín.
La experiencia forma parte del paquete de propuestas de la compañía belga les ballets C de la B, que dirige Alain Platel. Es la misma (prestigiosísima) compañía en la que trabaja desde hace unos 20 años. Telefónicamente, mientras se distrae observando las sierras, cuenta la prehistoria de esta historia. "¿Tenés tiempo? Porque, en verdad, es un historia superrara. Hace un tiempo, una compañía de teatro me invitó a hacer una obra de danza. Se iba a llamar Dans dans. Pero, al tercer encuentro, el director del trabajo, Eric de Volder, un pionero del teatro físico, murió. Fue un shock. Uno de los actores que trabajaba con él desde hacía 20 años nos propuso seguir. Pero Eric se había llevado los secretos del trabajo a su tumba. Por lo cual, fue como trabajar con sus fantasías. Al principio yo bailaba, pero, en el proceso, terminé también dirigiéndolo."
La obra transcurre en total silencio. Sin decorado ni nada. Sólo dos actores y dos bailarines (Hendrik van Doorn, Nicolas Vladyslav, Lara Barsacq y ella) que buscan algo del orden de lo energético. "Es una obra arriesgada. El público suele ponerse nervioso. Presentarla en el hall del San Martín será un desafío porque habrá que lidiar con el ruido de la calle y todo ese movimiento. Nosotros esperamos crear intimidad en medio de la multitud", agrega esta creadora de enorme talento.
En su provincia también presentó un trabajo que unió a su amada Córdoba con Bruselas, la ciudad en la que vive hace muchos años. Se llamó A distancia. La cosa fue más o menos así: en abril, la coreógrafa cordobesa Carina Bustamante envió su primera consigna por SMS a Lisi, quien estaba en Bruselas. Cada 15 días, circulaban nuevas consignas de trabajo tanto en una dirección como en la otra. Las consignas iban teniendo una resolución que se podía seguir por Internet. El resultado final (que, como ya veremos, de final no tiene nada) se estrenó mundialmente en el Teatro Real. "Acá, en Córdoba, funcionó bastante bien. Veremos cómo nos va en Bélgica. Más que una obra fue una aventura, un trabajo en proceso constante. Algunos creen que el proceso fue más interesante que el resultado. Otros, al revés. Para mí, lo importante fue crear en mi provincia; creo que es el principio de algo", se entusiasma.
Les ballets de la L a la G
Lisi Estaras (o Estarás, ya que en diversas informaciones oficiales la tilde se muda de una "a" a la otra) se fue de su provincia a los 19 años. ¿Destino? Israel. Se fue quedando. También se fue de ahí. En Ámsterdam vio un espectáculo del coreógrafo Alain Platel. Allí actuaba Gabriela Carrizo, otra bailarina cordobesa que había conocido en clases. Una, Lisi; otra, Gabriela, actuaron en Iets op Bach, el primer trabajo de Les ballets C de la B, de Platel, que participó en la quinta edición del FIBA.
Un tarde, Gabriela le avisó que había una audición en la compañía de Platel. Lisi se entusiasmó. Pero, cosas que pasan, se quedó dormida ("me disperso tan fácilmente, siempre me pasó; creo que me gusta perderme...", le gusta decir). Hubo revancha. Hubo otra audición. Y entró. Desde ese momento, hace unos 20 años, trabaja con Platel.
Si muy de vez en cuando el público local tiene la posibilidad de conectarse con la producción de su hija pródiga, no sucede lo mismo con su ex compañera de búsqueda y amiga. Gabriela Carrizo, la otra cordobesa, también tiene formación en contemporánea. Una de sus primeras piezas se llamó Suite de la muchacha de las largas piernas. En aquel momento, su referencia era la alemana Pina Baush [siempre Pina; de hecho, Platel tiene un espectáculo llamado Out of context (for Pina)]. En 1989 se instaló en Europa. Al poco tiempo, comenzó a trabajar en la compañía de Platel. Ahí conoció a Franck Chartier y, en 1995, junto con él formó la compañía Peeping Tom. En el Festival de Bogotá vi una de sus producciones: 32 rue Vandenbranden. Ese trabajo es, sencillamente, una propuesta de una libertad interna, un vuelo, una imagen cinematográfica y una textura de movimientos hipnótico. Si bien se presentó en diversos festivales y obtuvo varios premios, nunca llegó a la Argentina.
Si como muestra de su trayectoria basta un botón, en agosto Carrizo estaba en la Bienal de Teatro de Venecia dando un laboratorio para actores y bailarines, ahora mismo está haciendo funciones en Zagreb, y, en noviembre, presentará en Madrid su último trabajo: A louer.
Pero volvamos. Sigue Lisi Estaras: "En Córdoba, los artistas se sienten muy disconformes por la poca atención que reciben. En Buenos Aires, la cosa es distinta. Se está generando algo personal –un lenguaje, un estilo– que no está pendiente de lo que está pasando afuera".
En ese afuera, Bruselas, viven estas dos creadoras cordobesas de la danza y el teatro. Una de ellas, Lisi, se podrá dar una de las panzadas que más le gusta: confrontarse con su trabajo frente a los suyos. Como yapa para todos (y todas) la obra es gratis.
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