Comienza el Festival Buenos Aires Danza Contemporánea
A través de 143 actividades se desplegarán en la ciudad obras, conferencias, clases magistrales y performances
El Festival Buenos Aires Danza Contemporánea entra en movimiento mañana con un acto/homenaje en el Centro Cultural 25 de Mayo. Hasta el miércoles de la semana próxima se presentarán obras que responden a distintas búsquedas que hacen al arte del movimiento. Habrá desde propuestas coreográficas de gran formato, como la de los italianos de la Compagnia Zappalà Danza, que presentarán I am beautiful en un montaje con 14 músicos y bailarines en escena, hasta un trabajo performático de Celia Argüello Rena dirigido por Silvio Lang en el gran espacio de la Usina del Arte. Solamente en salas estarán disponibles 14.820 entradas que, vale tener en cuenta, son gratuitas.
Con una inversión de 3.500.000 pesos, este festival que organiza el Ministerio de Cultura de la ciudad y cuya dirección está en manos de la coreógrafa y gestora Roxana Grinstein tendrá su acto de apertura en la sala de Villa Urquiza. Consistirá en un homenaje a la gran bailarina argentina Noemí Lapsezon, fallecida en enero de este año. Una discípula suya, Romina Pedroni, hará una obra suya para la cual se rescató la escenografía que la creadora radicada en Suiza había usado para una obra que presentó en el Teatro San Martín en 1999.
La mirada sobre el pasado es una de las líneas curatoriales del encuentro, que va por su décima edición. Como parte de la sección Memorias en Movimiento, al homenaje a Lapsezon se le suma una conferencia performática sobre el Instituto Di Tella, a cargo de Ana Kamien y Graciela Martínez. Margarita Bali revisitará una creación suya que estrenó en 1995 y Doris Petroni presentará una versión de una pieza de Ana Itelman.
"Las categorías del festival las pienso como conectores al servicio de cierto tránsito. Esta vez, a diferencia del que dirigí hace dos años, ese tránsito también es territorial, se expande por la ciudad. Armamos varios circuitos (Centro, La Boca, Villa Urquiza y Chacarita) con recorridos sugeridos para que el espectador pueda ir de un lado al otro con paradas en bares en los que habrá descuentos mostrando el catálogo. Eso responde a un concepto de querer anclar al festival en toda la ciudad. La idea es que te encuentres con la danza. La sede está en todos los barrios", apunta Grinstein sobre este encuentro, cuyo movimiento se expandirá por 29 puntos de la ciudad en un abanico que va desde el Teatro San Martín hasta una sala como Espacio Sísmico y pasando por la feria del Barrio 31.
"Trabajo al festival como si armara una coreografía de juegos de opuestos -reconoce-. Por eso el complemento entre las propuestas que forman parte de Miniaturas portátiles, sección compuesta por pequeñas piezas que aparecen de manera sorpresiva en lugares de tránsito del festival, con las obras de Usina para armar, que son performances o intervenciones que pretenden interactuar con la arquitectura de la Usina del Arte, o aquellas obras de cruce de lenguaje frente al ciclo Cadáver Exquisito, que es un procedimiento opuesto en el cual no hay interacción entre las partes".
Para la selección de obras nacionales se presentaron 333 proyectos. Gerardo Litvak, Soledad Pérez Tranmar y Carlos Trunsky seleccionaron 29 montajes que dan cuenta de la variedad de búsquedas expresivas de la escena independiente. Conviven en esa muestra el biodrama de Diego Rosental con un trabajo experimental de Juan Onofri Barbato y Amparo González Sola junto a la fuerza expansiva de una obra como Coreomanía, de Josefina Gorostiza. También habrá cinco estrenos que llevan las firmas de Julia Gómez, Rakahl Herrero, Emanuel Ludueña, Martín Piliponsky y de la dupla Luciana Acuña-Luis Biasotto.
Como foco curatorial, Roxana Grinstein tomó la idea de lo que quedó en el cuerpo para interrogarse sobre la memoria, sobre la historia. "Esa idea matriz me sirvió para elegir e ir aclarando la búsqueda del festival. En el caso de la programación internacional, por ejemplo, en Gustavia aparecen en escena dos bailarinas de amplia trayectoria internacional, como son Mathilde Monnier y La Ribot, en una obra que se apoya en el universo del burlesque clásico; mientras que Endo está a cargo de un bailarín muy joven, David Wampach, en una trabajo relacionado con la plástica. O el caso de la obra de Fernanda Ortiz, argentina radica en Alemania, cuyos padres están desaparecidos y ella toma su propio registro de vida para armar su obra".
A diferencia de la edición de hace dos años, que fue hecha a los apuros producto de los cambios en el área de Cultura de la ciudad, esta vez a Grinstein la mayor cantidad de tiempo le permitió gestionar intercambios con entidades culturales extranjeras y con locales, como el Instituto Nacional del Teatro, el FIBA y Prodanza. Justamente como resultado de un acuerdo con ese organismo se presentarán dos obras en proceso. Tanto el Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín como la Compañía de Danza de la UNA y la Compañía Nacional de Danza Contemporánea forman parte del grilla de este festival.
Entre obras en salas, actividades paralelas, conferencias performáticas, acciones instalativas y clases magistrales son 143 actividades previstas. Desde mañana, el festival de las artes del movimiento intentará copar la parada, salir de su propio nicho cautivo, ganar audiencias.
Destacados
- Endo: Del coreógrafo francés David Wampach. Mañana y pasado mañana, a las 21, en el Cultural San Martín
- Hasta siempre y Bésame: Ballet Contemporáneo del San Martín. El viernes, a las 16, en el hall del San Martín
- Trampa para fantasmas (la disolución): De Acuña y Biasotto. Sábado, a las 23, en Galpón de Guevara
- I am beautiful: Por la Compagnia Zappalà Danza. El domingo, a las 21, en el Coliseo
Entradas
Todas las actividades son gratuitas. Las entradas se reservan en el sitio buenosaires.gob.ar/festivales y se retiran desde dos horas antes en el puesto de informes de cada sede.